25 octubre,2018 8:02 am

Sin vigilancia, negocios cerrados y pocos visitantes, panorama del Zócalo tras las balaceras

Sin vigilancia policiaca, puestos semifijos cerrados y ciudadanos con miedo, fue el panorama ayer al mediodía en el Zócalo, donde el domingo y el lunes se suscitaron hechos violentos que dejaron un muerto y tres heridos.
Acapulco, Guerrero, 25 de octubre de 2018. Sin vigilancia policiaca, puestos semifijos cerrados y ciudadanos con miedo, fue el panorama ayer al mediodía en el Zócalo, donde el domingo y el lunes se suscitaron hechos violentos que dejaron un muerto y tres heridos.
En la catedral de Nuestra Señora de Soledad las misas no se suspendieron y la última se celebró a las 7 de la noche, aunque había muy pocas personas haciendo oración.
Comerciantes de la plaza dijeron que han disminuido sus ventas  por la poca afluencia de personas, lo que también ha afectado a los boleros que antes daban servicio a más de cinco personas al día, y ahora una o dos se detienen a que le den brillo a sus zapatos.
Ayer a las 10 de la mañana muy pocos eran los puestos semifijos y locales abiertos; y a las 2 de la tarde había un poco más de movimiento de personas, pero no se vio vigilancia de parte de policías municipales, soldados o de la Gendarmería.
Los puestos semifijos de venta de artesanías collares, pulseras y llaveros estaban cerrados, sólo abrieron algunos de venta de ropa bordada, tacos de barbacoa, malteadas, hot cakes, chicharrones y raspados.
“Uno viene con miedo aquí al Zócalo, de hecho a los maestros de nuestra escuela les pedimos que el desfile de la ONU se hiciera adentro del plantel debido a la inseguridad que hay ahorita”, explicó una madre de familia que caminaba por el lugar con tres niños.
Contó que uno de sus hijos va en la primaria Felicitas Jiménez y en otros años el desfile de las Naciones Unidas lo hacían fuera del plantel, pero ahora “está muy fea la situación aquí en el Zócalo”, por lo que pidieron al director que no se realizara.
La vecina indicó que en otros años la plaza era un centro de reunión de los jóvenes y adultos, se podía estar hasta la 3 de la madrugada, pero que en la actualidad “hasta los puestos están cerrados, a las 8 de la noche ya todos está todo solo”.
“Andamos con miedo aquí pero tenemos que salir hacer nuestras actividades”, dijo la vecina, que mencionó que es “triste que esto esté pasando en un lugar bello”.
Por su parte, vendedores de la plaza señalaron que sus ingresos bajaron desde el domingo, pero que tienen que salir a trabajar para llevar a recursos a sus casas e “ir pasándola”, porque, señalaron, ya no se gana mucho.
“Venimos con temor la verdad, pero hay que chambearle, hay que arriesgarse por ganarse el pan de cada día, no nos queda de otra”, lamentó una comerciante.
“Hay poco trabajo y luego se presentan estos hechos, pues más baja”, se quejó uno de los boleadores, que abundó que la violencia ha afectado “en general a todo Acapulco y a Guerrero, claro que nos afecta porque está decaído todo, la chamba se vino abajo, no hay entradas, no hay nada, hasta las boleadas son poquitas”, dijo.
Con añoranza recordó que las cosas “han cambiado, antes había más trabajo, más turismo, me agradaba cuando venía turismo internacional, el turismo se boleaba, había más trabajo para todos, ahorita es tiempo malo para toda actividad”.
Las actividades en la catedral de Nuestra Señora de la Soledad no se suspendieron.
Texto: Aurora Harrison / Foto: Jesús Trigo