19 junio,2024 7:00 am

Son de la CRAC los dos sancionados con 20 años de reeducación por violar a una menor, precisa coordinador de Espino Blanco

 

Chilpancingo, Guerrero, a 19 de junio de 2024.- El coordinador de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), de la Casa de Justicia de Espino Blanco, Martín Rosales Sierra aclaró ayer que fueron sometidos a 20 años de reeducación un comandante de grupo y un policía, por violación a una menor de edad que estaba bajo resguardo del sistema de seguridad de esa casa de justicia.

En tanto que un comandante regional que fue el responsable de invitar a beber alcohol a la joven recibió la sanción de 10 años de reeducación.

Rosales Sierra lamentó que quienes “filtraron” la información hayan revictimizado a la menor que estaba bajo reeducación de la CRAC, al haber dado a conocer su nombre, y dijo que con ello se quiso desprestigiar a la institución comunicaría, que, aseguró, atendió el caso con rapidez, de manera contundente “y sin escatimar nada”.

Primero, las fuentes informaron a El Sur que la menor fue violada por dos comandantes regionales de la Casa de Justicia de Espino Blanco, quienes la sacaron de la reclusión para ir a tomar alcohol con otros coordinadores.

Después que fue un taxista de nombre Marino y otro hombre llamado Damián mismos que fueron sometidos a 20 años de reeducación, además de un comandante regional a 10 años.

Entrevistado ayer en Chilpancingo, el coordinador Rosales Sierra reconoció que “en lo general la información es verdad, ocurrió un incidente en el que un comandante regional de la casa de Espino Blanco de nombre Timoteo, cometió el error” de invitar a beber a la menor de edad que estaba detenida, y que después fue violada.

Narró que el 25 de mayo Timoteo aceptó una invitación del Comisario municipal de Espino Blanco para tomarse unas cervezas, en agradecimiento de que los reos estuvieron en ese pueblo haciendo labor social aproximadamente 15 días.

Contó que ese día trasladaron a los reos a Colombia de Guadalupe y de regreso el comisario de Espino Blanco le ofreció al comandante y a sus policías un cartón de cervezas, después, el comandante Timoteo continuó bebiendo por su cuenta y se llevó cervezas a la Casa de Justicia.

Rosales Sierra explicó que ahí invitó a la menor que hacía labores en la cocina, quien empezó a tomar con el comandante regional, el comandante de grupo y un policía.

Cuando se terminaron las cervezas los cuatro se fueron al crucero de Iliatenco a seguir bebiendo, dijo.

Añadió que los testigos dicen que estaban con música a alto volumen en la patrulla y que la menor de edad “al calor del alcohol” comenzó a abrazarse y a besarse con Marino, el comandante de grupo de Espino Blanco.

Después, el comandante de grupo rentó un cuarto en la misma tienda donde estaban, al que entró con la joven y cuando salió entró Damián, el policía, “y fue cuando la menor ya no quiso estar con él, se inconformó, pero fue forzada”, indicó el coordinador Rosales.

Añadió que cuando salió la joven del cuarto fue al sanitario, y en su declaración refiere que alguien la persiguió pero como estaba “exageradamente tomada” no recuerda quien, entonces, al tratar de escapar perdió el equilibrio, cayó y rodó a una barranca de unos 30 metros.

Rosales Sierra informó que el comandante regional, “quien también estaba perdido de borracho bajó al barranco para ayudarla pero no pudo, y el comandante de grupo y el policía fueron a la Casa de Justicia a pedir ayuda a Víctor, el otro comandante regional que se quedó resguardando la casa”.

Este llegó en otra la patrulla con otros de sus compañeros pero cuando bajó a colocarle una reata a la menor para sacarla, Timoteo se enojó y comenzaron a pelear.

Debido a ello, Víctor, quien estaba sobrio, fue a pedir auxilio a la Policía Comunitaria de Colombia de Guadalupe, y cuando fueron a sacar a la joven y al comandante Timoteo al barranco, al percatarse que estaban tomados se llevaron detenidos a Colombia de Guadalupe a los tres, a Timoteo, a Víctor y a la menor.

Al siguiente día, el 26 de mayo, fueron los coordinadores de Espino Blanco a atender el asunto a Colombia de Guadalupe en una asamblea, “de ninguna manera fuimos omisos ni irresponsables ante la situación”,  aseguró Rosales Sierra.

Dijo que cuando obtuvieron la declaración de la víctima ordenaron la aprehensión de los presuntos violadores, es decir, el comandante de grupo y al policía y los llevaron a la casa de justicia como detenidos.

Agregó que el domingo pasado, en otra asamblea, se resolvió el asunto, “el caso ya está juzgado y resuelto, se determinó 20 años de reeducación al comandante de grupo Marino y al policía Damián, que son los presuntos responsables de la violación”.

Agregó que a Timoteo, el comandante regional, le impusieron 10 años de reeducación por el “error” de invitar a la joven a tomar, y resolvieron liberar a Víctor el otro comandante regional, que nada tuvo que ver en el asunto y solo había ido a ayudar.

Reconoció que el comandante Timoteo incurrió en abuso de su cargo, pues “no tenía por qué estar invitándole de beber a la detenida, ni estar tomando en la Casa de Justicia, el reglamento prohíbe estrictamente que un comandante de ese nivel esté ingiriendo bebidas alcohólicas, además de que abusó de su poder al invitar a la muchacha”.

La víctima recibe atención médica y sicológica con apoyo de Tlachinollan

Informó que la menor fue liberada inmediatamente y que con apoyo del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, está recibiendo atención médica y sicológica.

Aseguró que en la caída no sufrió ninguna lesión y que de ello hay un certificado médico, pero en el examen que le aplicó el legista dio positivo a la violación, declaró el coordinador.

Indicó que no habían tenido un caso similar, pero que los coordinadores procedieron como debían, “se aplicó una medida de castigo y de reeducación fuerte, eso no hubiera ocurrido en el sistema de justicia occidental, y no se le hubiera dado la rapidez en la atención como se le dio en el Sistema de Seguridad Justicia de la CRAC, a través de una asamblea y de manera contundente, sin escatimar nada; se está atendiendo a la víctima y ya se sancionó a los responsables”, insistió.

Cuestionó por ello a las personas que “filtraron” la información para desprestigiar y dañar la imagen de la CRAC.

“Este es un asunto serio, se revictimiza a la víctima y hay en juego la seguridad de muchas personas, yo no digo que no se conozca el asunto, pero lo necesario, pero seguir revictimizando a la persona no nos parece correcto, revelar incluso su nombre no nos parece correcto”.

Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Jéssica Torres Barrera

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