13 abril,2019 3:12 pm

Sorprende Ai Weiwei a seguidores en inauguración de su exposición

La exposición “Restablecer memorias” presenta una propuesta que articula un diálogo entre el homenaje a los estudiantes desaparecidos y el Salón ancestral de la familia Wang, un “ready-made” monumental, parte de las obras más icónicas de Ai.
Ciudad de México, 13 de abril de 2019. En el día de su apertura, la exposición Restablecer memorias, del artista y disidente chino Ai Weiwei, no logró atraer multitudes, pero sí un nutrido grupo de admiradores de su trayectoria, quienes fueron recompensados con una visita del ícono del arte contemporáneo.
A las 10:00 horas de este sábado, cuando el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) abrió sus puertas, un grupo de 40 visitantes fue el primero en ingresar a la sala 9 del recinto, donde se encuentra la muestra.
“Espero muchas cosas y ojalá que no me decepcione, sobre todo me interesa mucho ver la pieza de Legos”, dijo Dulce Belén Peña, productora audiovisual, quien llegó a las 9:30 horas y consiguió uno de los primeros lugares.
Peña se refería a la pieza que el propio Ai (China, 1957) había dado a conocer en su cuenta de Instagram: un mural -o retablo- hecho con un millón de piezas de Lego en homenaje a los 43 normalistas de Ayotzinapa, y a las otras tres víctimas conocidas de la tragedia de Iguala.
Al entrar a la sala, la mayoría de los asistentes van directamente hacia la pieza, ya hecha famosa por el artista, y que va acompañada de una cronología detallada del caso Ayotzinapa, hasta el mes pasado.
“Yo esperaría ver una retrospectiva”, planteó Karen Bravo, docente de arte para niños, también entre el grupo de los primeros 40 en entrar.
La muestra, no obstante, presenta una propuesta curatorial inédita, realizada por Cuauhtémoc Medina, que articula un diálogo entre el homenaje a los estudiantes desaparecidos y el Salón ancestral de la familia Wang, un ready-made monumental, parte de las obras más icónicas de Ai.
Se trata de una estructura de 400 años de antigüedad, de la Dinastía Ming, que el artista rescató, pieza por pieza, al encontrarla desmantelada por la ofensiva maoísta a los terratenientes chinos.
El templo, que cuenta con algunas piezas intervenidas por el artista, fue ensamblado por un grupo de 12 carpinteros especializados traídos de China, quienes unieron las mil 300 partes sin usar un solo clavo.
Con ambas piezas, Ai busca reflexionar sobre las prácticas con las que México y China mutilan tanto su memoria histórica como su futuro.
“Esta sala de la familia Wang es realmente una pieza muy importante y qué bueno que está aquí, porque tiene toda una historia. Y lo de Ayotzinapa creo que toca fibras”, dijo Elizabeth Ross, curadora y artista, primera en entrar a la exposición.
“Aunque yo la verdad sí esperaba ver más obra, más obra de él”.
Al mediodía, para quienes acudieron a esta primera jornada de la exhibición, Ai Weiwei se apareció en la Sala 9 y fue recibido con un aplauso multitudinario de los presentes, además de las ya habituales selfies que regularmente se toma con sus admiradores.
Después, se sentó a firmar catálogos, fundas de celulares y ropa.
Hasta las 13:00 horas, 950 personas han entrado aproximadamente a la exposición.

Texto: Francisco Morales / Agencia Reforma / Foto: Héctor García / Agencia Reforma