18 junio,2022 9:31 am

Su versión de “Pinocho” no es “a favor de las buenas costumbres”, advierte Del Toro

 

Guadalajara, Jalisco, 18 de junio de 2022. La historia original de Pinocho habla sobre cómo el personaje de madera podía convertirse en una persona de carne y hueso si era obediente y si tenía buenas costumbres. A Guillermo del Toro esto no le pareció, y para su versión del personaje, reimaginó las enseñanzas que la historia deja.

En un conversatorio virtual que se transmitió en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), edición 37, el cineasta tapatío adelantó el giro que le dio a su nuevo largometraje de animación stop motion, que se estrenará en diciembre de 2022, en Netflix.

“A mí me interesaba mucho que la obra no fuera a favor de las buenas costumbres y la estructura que en la mayoría de los Pinochos es: si no eres obediente, es malo. En ésta, es bueno ser desobediente, es bueno no seguir órdenes.

“La mayoría de los Pinochos, (la enseñanza es) si te transformas en niño de carne y hueso te haces niño verdadero, y yo no creo en esa transformación, creo que para ser quien eres no tienes que traicionar tu naturaleza”, dijo en la charla con Estrella Araiza, directora del FICG, la cual fue pregrabada.

Como parte de ello, Del Toro se hizo planteamientos diversos en la película, de tópicos como la vida, la muerte y el amor.

“Evidentemente tiene que ver con qué es comportarse como un títere y qué es comportarse como un ser humano, situado durante el periodo de Mussolini en Italia. Es preguntarte, los humanos que actúan como títeres qué son y los títeres que actúan como humanos qué son”, añadió.

El ganador del Oscar por La forma del agua enfatizó que eligió a Pinocho para su siguiente proyecto porque el personaje se encuentra enraizado en el imaginario mundial, y aunque uno no haya leído las historias, conoce la historia, a grosso modo.

“Aunque no hayas leído la novela tienes una idea del universo de Pinocho y se prestan esos personajes para hacerlo en el futuro, con ciencia ficción, en el pasado, los puedes usar en la política, un vampiro puede ser una metáfora del capitalismo, puede tener un elemento erótico, etcétera. Pinocho es uno de esos personajes que admiten nuevas versiones de acuerdo a cada voz que quiere cantar esa canción”.

Pinocho representó el retorno de Guillermo del Toro a la animación; sus primeros trabajos fueron cortometrajes que hizo junto con Rigoberto Mora, tapatío que fue uno de los impulsores de la animación stop motion en México.

El cineasta se hizo idea de regresar a esta disciplina después de haber rodado El laberinto del fauno. Tuvieron que pasar 16 años y diversos proyectos relacionados, pero en los cuales no tomó el timón, para que se marcara su regreso.

“Para mí ha sido un regreso muy largo. Al terminar El laberinto del fauno me planteé una idea que he logrado hacer, que es volver a la animación, pero con una curva muy grande, pasando por equis años produciendo películas en Dreamworks y produciéndole a Jorge Gutiérrez El libro de la vida; si no lo apoyamos en ese momento, no se hace.

“Esa curva termina llevándome a Pinocho y más allá. Yo quiero seguir dirigiendo animación, tuve el aprendizaje muy interesante de codirigir episodios en Trollhunters, que ayudó mucho, y en el caso de Pinocho, es una trayectoria de 15 años más o menos me llevó hacerla”.

Destaca la labor de mexicanos en la cinta

En el rodaje de Pinocho participó equipo mexicano. Una parte del filme fue realizada en el Taller de Chucho, centro de animación en Guadalajara, y Del Toro elogió la labor realizada.

El cineasta indicó que lo mejor de esto fue poder ser una especie de pase de estafeta para los talentos de la animación de la perla tapatía, que, dijo, son de los mejores de Latinoamérica.

“Para mí lo que es más bonito es recoger la estafeta que se dejó hace muchos años, ese vínculo que se hizo de Rigoberto Mora y yo, con los animadores nuevos y que continúa con nuevas generaciones de manera activa. Recuperar ese vínculo era importante para mí.

“El taller es independiente a mí, pero me da mucho gusto que puede ofrecer, para estimular la creación del taller, la producción de varios minutos de Pinocho por animadores tapatíos y fue un proceso largo”, finalizó.

Texto: Agencia Reforma