Al multipremiado artista mexicano, reconocido a nivel mundial, le gustaría que se hiciera una película de su vida para que las nuevas generaciones lo conozcan mejor.
Hollywood, EU, 10 de enero de 2019. Ya quiere volver a México para electrizar con su guitarra, pero también para comer pitayas, mole y pipián, porque a Carlos Santana le gusta lo picante.
Su vida no es una tragedia. Al multipremiado artista mexicano, reconocido a nivel mundial, le gustaría que se hiciera una película de su vida para que las nuevas generaciones lo conozcan mejor.
“Si hacen mi película o mi historia, tiene que ser victoria, triunfo… Mi vida no es tragedia”, declara, en entrevista telefónica.
“Hollywood y mucha gente del show business siempre quieren una tragedia y una persona que sea miserable. Yo no tengo nada de eso. Trato de que todos los días haya victorias de la luz contra la ignorancia y la oscuridad”.
De 71 años, el músico afirma que su vida siempre ha sido un triunfo y alegría pese a que es sabido que fue víctima de abuso sexual de niño, y que antes de ser famoso y reconocido en Estados Unidos tuvo que lavar platos para obtener dinero.
“Dos cosas pido: que mi vida no sea tragedia ni sea de miserable, y que yo sea el dueño de mi historia”, indica.
Cuestionado sobre si en su pasado no hay sufrimiento, como muchos latinos o mexicanos en Estados Unidos, lo niega.
“Lo mío es puro, es limpio, es alegría, es un triunfo. Y si la gente que invierte piensa que esto no puede ser éxito, que se queden con ellos. Yo prefiero ser quien soy y que no me presenten en la pantalla como pendejo”, dice, tajante.
Santana es coestelar del Festival Pa’l Norte, el sábado 23 de marzo; también encabeza el Vive Latino, en Ciudad de México, y en Guadalajara tocará el jueves 21 de marzo, en el Auditorio Telmex.
“Para mí es un regalo de Dios regresar a México y tener salud, mucha luz, amor y muchas ganas. Siempre, para triunfar y tener victoria, la única cosa que tenemos en común todos los humanos es ganar la guerra al miedo, porque hay mucho miedo en este mundo. Yo no le tengo miedo a nada ni a nadie”.
El jalisciense conmemora en 2019 varios aniversarios: en enero de 1969 entró a grabar su primer álbum, Santana, con CBS Records; también van a cumplirse 50 años de su histórica actuación en el festival de Woodstock, y hace 20 publicó Supernatural, álbum que ganó ocho premios Grammy.
Se le pregunta en torno al boom musical latino encabezado por los cantantes urbanos.
“La música siempre para mí es agua. ¿Cómo la venden? No es importante para mí, porque venden el agua en botella, bote o tina. El agua es el agua. Y si el agua está pura y limpia y da salud, todo es bueno”.
–México es un país que, pese a cambios de gobernantes, sigue sufriendo por la violencia, la corrupción y la miseria. ¿Le duele a Santana?
–Me duele lo que pasa en el mundo, porque el mundo es mi familia. Claro, tengo desde 1947 en este planeta y veo lo mismo, pero lo positivo es que veo que hay más mujeres teniendo más posiciones de poder en África, Latinoamérica y aquí, en Estados Unidos. Para mí el mundo no cambia hasta que las mujeres estén en el centro de la arena, que haya una mujer que sea Papa, una mujer presidenta, y que esté rodeada de mujeres que puedan darle consejos, como las indígenas”.
Texto: Lorena Corpus / Agencia Reforma / Foto: Twitter
