El equipo español repite triunfo ante los italianos, al imponerse 3-1 en el juego de vuelta de octavos y regresan a cuartos de final de la Liga de Campeones tres años después. El Manchester City sella su pase al imponerse fácil 2-0 al Borussia Moenchengladbach
Madrid, 17 de marzo de 2021. El Real Madrid se clasificó para los cuartos de final de la Liga de Campeones tras eliminar al Atalanta (3-1 y 4-1 en el global) después de rubricar un partido muy completo, de menos a más, y que llena de moral al 13 veces campeón de Europa, que gana credenciales en su competición fetiche.
El equipo de Zidane no cayó en la trampa de su atrevido rival pese a que la puesta en escena fue decepcionante. Los blancos salieron agazapados en una línea de tres centrales, pero resolvieron -primero- con un regalo de su rival y -después- con un arreón magnífico al comienzo del segundo tiempo. La noche fue más plácida de lo imaginado, incluso con el gol tardío de los bergamascos.
Gosens, a los dos minutos, fue el primero en avisar y meter el miedo en el cuerpo al Real Madrid. El dominio del balón fue de los italianos hasta que se alcanzó la media hora de partido, cuando Modric y Kroos tomaron los mandos. El croata, más retrasado por la baja de Casemiro, fue creciendo con el paso de los minutos y dio más orden a los de Zidane, más aliviado con la verticalidad de Vinicius y su conexión con Benzema.
Fue la primera del Madrid, que comenzaba a tomar la medida a su oponente, menos fulgurante que al arranque. Mendy y Lucas Vázquez se sumaron para dar profundidad y, a diez minutos del descanso, llegó un premio inesperado y más de media eliminatoria. Un regalo del portero Sportiello que fue aprovechado por Modric.
El “Balón de Oro” se la regaló a Benzema y éste no falló a puerta vacía. El gol fue un tesoro para los de Zidane, que salieron en la segunda parte sin perder la cabeza, conscientes de su ventaja -sumada al gol de la ida-, pero con la intención de cerrar la eliminatoria para evitar sobresaltos de última hora.
Vinicius la tuvo a los 52 minutos tras una carrera de 40 metros. El brasileño lo hizo todo bien menos culminar. Se quedó delante del meta italiano pero su remate se fue desviado. Poco después, rondando la hora de partido, ‘Vini’ volvió a coger la moto, superó dos líneas rivales y terminó siendo derribado por Tóloi sobre el área de castigo.
El de Río de Janeiro fue el más destacado aunque sigue suspendiendo en la asignatura del gol. Su acción terminó en pena máxima y Sergio Ramos, que no marcaba desde el 3 de noviembre, selló el 2-0 y echó el candado a la eliminatoria. El pase estaba más que asegurado y Zidane decidió mover el banquillo. El primer cambio fue, precisamente, el capitán Ramos.
El Real Madrid no bajó el pistón y -con poco- siguió generando ocasiones para ampliar su renta en el marcador. Benzema fue quien tuvo la más clara con un doble remate. El primero lo paró a bocajarro el cancerbero de la ‘Dea’ y el segundo acabó en la madera. Entre medias, los de Gian Piero Gasperini se volcaron en el campo contrario fruto de la desesperación.
Zapata pudo haber recortado distancias, pero Courtois también estuvo a la altura con dos paradas de mucho mérito. El gran valor del Real Madrid este martes fue éste: primero portería a cero y después buscar el área contraria sin volverse loco. El plan le salió a la perfección a Zidane, que vuelve a meter a los suyos entre los ocho mejores del Viejo Continente, una deuda de las dos últimas temporadas.
Y eso que hubo picante en la recta final con una falta de Zapata a falta de siete minutos. Hubiese sido un milagro del Atalanta, sobre todo porque no tuvieron ni un minuto para ilusionarse. Una nueva internada de Lucas Vázquez la llevó Marco Asensio a buen puerto. El balear, recién entrado el verde, fue quien puso a la guinda a un pase a cuartos que abre las puertas de la esperanza en la Casa Blanca en este año tan irregular.
Mantiene el City su monólogo en Budapest
Por su parte, el Manchester City inglés no tuvo ningún apuro para sellar su pase a los cuartos de final después de volver a mostrar su superioridad este martes en el Puskás Arena de Budapest ante el Borussia Moenchengladbach alemán, al que batió de nuevo por 2-0.
El global de 4-0 en esta eliminatoria dejó patente la actual superioridad entre los dos equipos, más parejos quizá en el momento del sorteo, pero no en la actualidad donde la maquinaria de los de Pep Guardiola está perfectamente engrasada, todo lo contrario que la de los de Marco Rose, que encajaron su séptima derrota consecutiva y que para nada han ofrecido el alegre fútbol que mostraron en la fase de grupos.
El líder de la Premier League había realizado un monólogo en la ida disputada en el mismo escenario de la capital húngara y lo continuó semanas después, aunque en esta ocasión, el Gladbach dio algo más de trabajo a Ederson que en el primer capítulo donde la presión citizen apenas le dio un respiro.
En la vuelta, en cambio, a los nueve minutos ya había probado al guardameta brasileño, justo poco antes de que el City se desatase y acabase con cualquier atisbo de emoción en la eliminatoria con dos tantos en el espacio de siete minutos.
Primero, un enorme zurdazo de Kevin de Bruyne, situado como “falso 9” por Guardiola, que renunció a sus tres delanteros, con especial mención para un Sterling que sólo salió en la segunda mitad. Y cuando trataba de recuperarse del golpe, una gran cabalgada de Foden, terminó con una gran asistencia de este a Gündogan para que el centrocampista batiese a Sommer.
A partir de ahí, paulatinamente, el conjunto inglés fue optando por tener más el control del partido y no ser tan vertical, como si quisiera reservar energías. Embolo y Thuram lo intentaron en el tramo final de los primeros 45 minutos, pero no pudieron poner algo de “picante” al choque para la segunda parte.
Tras el descanso, el Manchester City continuó manejando el partido a su antojo y con Ryad Mahrez como el futbolista más empeñado en ampliar más el resultado, pero el argelino no pudo con Sommer. Guardiola metió para el final a Sterling y Agüero, pero las mejores ocasiones fueron para los de Marco Rose, aunque Ederson alargó a 600 minutos su racha sin encajar en la máxima competición continental.
Texto: Europa Press
