Todo empezó en el Super Bowl LIV, cuando los Jefes de Kansas City celebraban la conquista del trofeo Vince Lombardi, al mismo tiempo en que un grupo de médicos en California se reunía de emergencia para tratar los que serían los primeros casos de coronavirus en la región
Ciudad de México, 30 de enero de 2021. A escasos ocho días del juego cumbre del futbol americano: el Súper Tazón, la alegría se dibuja en los rostros de la NFL.
Y es que no fue para menos, el azote de la pandemia no cesa en el mundo, y en Estados Unidos están cerca de librar todas las batallas que les impuso el destino en la temporada regular y los Playoffs para llegar a buen puerto el día 7 de febrero.
Y es que todo empezó en el Super Bowl anterior celebrado, cuando los Jefes de Kansas City celebraban la conquista del trofeo Vince Lombardi, al mismo tiempo en que un grupo de médicos en California se reunía de emergencia para tratar lo que, presumiblemente, era los primeros casos de Covid-19 en la región.
Y empezó el suplicio de la NFL de cara a su siguiente temporada, que requería de una planeación sin precedentes para poder desarrollarse sin contratiempos.
No sólo la NFL se vio afectada en su planeación, del mismo mal sufrieron los otros principales deportes profesionales y colegiales de la Unión Americana.
La MLS, la NHL, la NBA y la MLB replantearon sus estrategias y se mostraron flexibles en términos de la duración de sus temporadas y las sedes que utilizarían para disputar sus partidos.
Las cuatro optaron por espacios confinados, que después se volverían parte del vocabulario popular como “burbujas”, ambientes controlados en los que el riesgo de contagio se disminuía sustancialmente.
Pero la NFL esperó, esperó y esperó a que el ritmo de la pandemia decrecería, algo que nunca sucedió.
Con el inicio de la pretemporada a la vuelta de la esquina, eligieron un protocolo y optaron por descartar una burbuja como opción viable para jugar.
El código para prevenir el Covid-19 se presentó como una solución para mitigar los contagios, que a juicio de Allen Sills, jefe médico de la NFL, serían inevitables.
“Demostramos que se puede jugar un deporte en equipo minimizando el riesgo de los participantes. Requiere el esfuerzo de todos y cambios en el comportamiento, pero se puede”, aseguró Sills al finalizar la temporada regular.
En total, la NFL aplicó casi un millón de pruebas de Covid-19 y reportó cerca de 800 contagios entre jugadores y miembros del staff.
Además, tuvo que modificar de fecha y horarios múltiples partidos, y usó las semanas de descanso como herramientas para parchar el calendario, pero finalmente realizó 256 partidos de temporada regular en tiempo y forma.
Ahora, la difícil temporada cierra con el “Super Bowl de la Pandemia” ante 22 mil aficionados en Tampa Bay, un escenario que hace meses parecía imposible.
Esfuerzo de todos
John Mara, copropietario de los Giants de Nueva York, expresó su felicidad pues la temporada 2020-21 está llegando a su término de la mejor manera y gracias a la unión de muchos involucrados en la organización de la campaña.
“No lo damos por hecho, pero el esfuerzo que requirió de decenas de miles de personas, de familiares, para lograrlo, los sacrificios que fueron necesarios, el sindicato de jugadores sumándose a la liga, ese es un logro increíble de realizar sin burbujas”.
Texto: Pablo Tiburcio / Agencia Reforma
