Ante una supuesta amenaza de extorsión por el cobro de la segunda parte del aguinaldo, en la escuela primaria Rafael Ramírez, ubicada en la colonia San Rafael norte, maestros y directivos suspendieron clases este jueves y viernes, denunciaron padres de familia.
Chilpancingo, Guerrero, 11 de enero de 2019. Ante una supuesta amenaza de extorsión por el cobro de la segunda parte del aguinaldo, en la escuela primaria Rafael Ramírez, ubicada en la colonia San Rafael norte, maestros y directivos suspendieron clases este jueves y viernes, denunciaron padres de familia.
Los padres informaron que sin ninguna justificación, los directivos les informaron que este jueves y hoy suspenderían labores, por lo que exigieron que las autoridades de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) los obligue a laborar, porque suspenden clases en reiteradas ocasiones.
Uno de los padres, quien pidió omitir su nombre, informó que los maestros y directivos suspendieron labores debido a que recientemente recibieron mensajes de extorsión, en los que les indicaban que irían por la segunda parte del aguinaldo.
Manifestó que de acuerdo con los maestros, la suspensión es una medida de precaución, tanto para el personal docente como para los alumnos.
El padre de familia recriminó que las clases fueran suspendidas, porque consideró que la extorsión podría ser mentira, pues los maestros no han denunciado tal amenaza.
Indicó que a la escuela acuden más de 350 alumnos, que serán afectados por la suspensión.
El pasado 22 de noviembre, en la primaria Lázaro Cárdenas, de la colonia Electricistas, ubicada cerca del mercado central Baltazar R. Leyva Mancilla, hombres armados irrumpieron para sacar al director Martín Tejeda Guerrero, después lo liberaron porque según lo confundieron.
Además, el 2 de diciembre, en el jardín de niños Anna Freud, ubicado en la colonia Xocomulco y la Secundaria Industrial 150, Rafael Ramírez Castañeda, suspendieron labores tras recibir supuestas amenazas del crimen organizado, lo que generó psicosis entre los padres, quienes optaron por llevarse a sus hijos.
Texto: María Avilez Rodríguez
