23 marzo,2018 7:57 am

También les robaron la tranquilidad, reclaman adolescentes agredidas en la telesecundaria

Les da miedo salir de sus casas o quedarse solas y no quieren regresar al a la escuela donde el martes hombres armados las amenazaron, arrodillaron y despojaron de sus cabelleras. Reprocharon padres la falta de respuesta de las autoridades e incluso piensan organizarse, para evitar que ocurra otro acto similar en esa zona.

Texto: Mariana Labastida / Foto: Jesús Trigo
Acapulco, Guerrero. En el asalto a la telesecundaria Vicente Suárez, en la colonia Frontera, no sólo les robaron el cabello a las alumnas y maestras, sino la tranquilidad de las adolescentes y sus familias. Ahora, les da miedo salir de sus casas o quedarse solas y no quieren regresar al plantel donde el martes hombres armados las amenazaron, arrodillaron y despojaron de sus cabelleras.
Lo sucedido despertó la indignación en los padres, reprocharon la falta de respuesta de las autoridades e incluso piensan en la posibilidad de organizarse, para evitar que ocurra otro acto similar en esa zona.
Tan sólo tres taxis colectivos dan el servicio a esa zona, pues han dejado de circular las camionetas de pasajeros, así que para ingresar a esa colonia, que creció en el límite entre Ciudad Renacimiento y La Sabana, es necesario un vehículo particular, taxi blanco con rojo, bicicleta o caminando.
La mayoría de las calles de la Frontera y colonias con las que limita son de tierra, pocas están pavimentadas, ya tiene red de agua potable, pues fueron beneficiados con los proyectos que se hicieron con el dinero que aportó el gobierno español para atención de zonas marginadas.
El martes, hombres armados doblaron los tubos que sostienen la malla que delimita el terreno de la telesecundaria Vicente Suárez para entrar al plantel, amenazaron a maestros, padres de familia y alumnos para cortar el cabello a 20 alumnas y dos maestras.
Unos dicen que iban en un auto azul, otros que rojo, donde llegaron entre seis y siete hombres que cortaron las trenzas de las estudiantes con tijeras y cuchillos.
“Se han metido en la paz, en la tranquilidad de la familia de uno, esa es la desconfianza”, dijo un padre de familia a tres días de lo que ocurrió en la telesecundaria.
Los padres tienen miedo de que las personas que entraron a la escuela tengan ubicados a los estudiantes, a sus hijos, que salgan a la calle a la tienda que está a una, dos o tres cuadras de su vivienda, pues les genera temor que algo les pase.
“Las humillaron, no sé que resentimiento o que traerían contra los niños. Uno de adulto, no hay bronca cuando lo vive, pero a los niños y donde lo fueron hacer, en la escuela”, manifestó otro de los padres.
El reclamó a las autoridades que saben que llevan años pidiendo vigilancia en el plantel, como hay en otras escuelas; sin embargo, no han tenido respuesta, ya después de lo que ocurrió entonces han entrado camionetas de la Policía Municipal y estatal a patrullar.
“Si en todas las escuelas dieron una patrulla o dieron un resguardo, porque aquí nunca hicieron eso de mandarlo y siempre estuvieron en eso los padres, abogando que nos mandaran resguardo y nunca lo hicieron”, reprochó otro.
La indignación de los padres de familia es que las autoridades no hayan hecho nada, que sigan sin hacer nada, mientras ellos viven con el miedo. “Si no hacen nada, nos vamos a organizar nosotros, porque no sabemos qué vayan hacer para la otra, porque los niños están dando testimonio, pasaron las cosas y vienen hasta los dos días”.
El miedo a salir
“Tengo miedo encontrármelos, tengo miedo quedarme sola”, dijo una de las víctimas del martes, que evita salir de su casa y aunque sabe que tiene que regresar a la escuela, volver al plantel de la telesecundaria no es una opción que quiera elegir.
“Pensé que nos iban a llevar, que nos iban a violar”, recordó una de las estudiantes. “Una de mis compañeras pensó que nos iban a descuartizar”, rememoró otra. “No sabíamos qué iban hacer cuando nos pidieron que nos trenzáramos”, expresó otra.
Las estudiantes, con la voz tenue, relataron lo que vivieron la mañana del martes, cuando entraron a sus salones con el cabello llegándoles a la cintura y salieron con el pelo más arriba de los hombros. “Bonito corte”, dijo uno de los hombres armados cuando abandonó el aula, riéndose de cómo se veían las adolescentes.
“Entró uno de los hombres que estaba amenazando a uno de los profesores, nos dijo: ‘todas las mujeres se hacen una trenza y se me hincan’”. Hincadas, viendo al suelo, fue como esperaron las estudiantes la nueva indicación de los hombres armados que llegaron a sus salones.
Una de las estudiantes recordó que una de sus compañeras empezó a llorar, que uno de los hombres se le acercó y le dijo que era “el pelo de usted o nuestra familia” y “empezaron a cortarnos el pelo con un cuchillo, con el que despedazan a los pollos”.
Los hombres no cortaron el cabello a las niñas que lo tenían maltratado, disparejo, mojado y no cumplían con el largo que ellos esperaban. “Iban midiendo con algo, no sé con qué”.
En el salón se apoyaron unas a otras, aunque cuando salieron del salón se dieron cuenta de que a las que no les cortaron el cabello se burlaban de las que habían sido trasquiladas.
A los estudiantes varones, para evitar que hicieran algo para impedir la agresión a sus compañeras, los pusieron contra la pared y les apuntaron con las armas para que no se movieran.
Las estudiantes no saben cuándo regresarán a clases, lo último que escucharon antes de salir del plantel fue un “se suspenden las clases hasta nuevo aviso” del director. Aunque algunos ya planean inscribirse en otro plantel después de las vacaciones.
(En la imagen: Vecinos de la colonia La Frontera caminan en el puente que divide con la colonia Renacimiento en Acapulco. Foto: Jesús Trigo)
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