La líder indígena pide la intervención de la gobernadora Evelyn Salgado. En los sistemas normativos propios falta atender la equidad de género, dice la consejera del IEPC Azucena Cayetano
Chilpancingo, Guerrero, 5 de enero de 2022. La líder social na’savi, Hermelinda Tiburcio Cayetano confirmó que las mujeres en la zona mixteca de la Montaña tampoco participan en elecciones de comisarios, como ocurre en la comunidad nahua de Ocotequila, Copanatoyac, según la denuncia de cinco ciudadanas a quienes la asamblea les negó el derecho de votar por su autoridad comunitaria.
En consulta telefónica, señaló que la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda, debería intervenir impulsado el empoderamiento político y económico de las mujeres. Si en los pueblos originarios estos derechos no van a la par, no habrá avances en la participación política, advirtió.
La consejera del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), Azucena Cayetano Solano, subrayó que la Constitución política de la República establece que las instituciones deben garantizar la igualdad y promover la equidad de género, por lo tanto, las cinco ciudadanas de Ocotequila podrían promover un juicio para hacer valer sus derechos.
El subsecretario para el Fomento Social para el desarrollo de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes, Pánfilo Sánchez Almazán, recordó que hay una estrategia con presupuesto para atender de manera integral todas las violencias de género, además de acciones intersecretariales.
Sin embargo, reconoció que apenas se aprobó el presupuesto del primer año de gobierno y aún se está detallando la asignación de montos para sus acciones.
La dependencia tiene el segundo presupuesto más bajo de las secretarías de estado: 53 millones, de los 39 mil millones de pesos que dispondrá el Poder Ejecutivo. Sólo está por arriba de la Secretaría de la Juventud y la Niñez, que obtuvo 34.3 millones.
Mayor discriminación en comunidades apartadas: Hermelinda
Consultada vía telefónica, Hermelinda Tiburcio Cayetano recordó que cuando comenzó su activismo, los hombres de su comunidad, Yoloxóchitl, municipio de Tlacoachistlahuaca, la discriminaban enviándola a preparar el atole. Ahora la saludan y la llaman para conocer su opinión, por el liderazgo que ha construido durante años.
Sin embargo, señaló que en su comunidad nunca ha habido una mujer comisaria, y hace algunos años, en localidades de Metlatónoc y Cochoapa el Grande no había sillas para mujeres na savi en las comisarías, eran sólo para hombres.
A la fecha, aseguró que las mujeres na savi de las comunidades más apartadas no tienen lugar en la comisaría, salvo cuando son llamadas por la autoridad. “Por eso no hay justicia para las mujeres, no están todavía en ese nivel de toma de decisiones”.
Aclaró que en San Cristóbal, del municipio de Tlacoachistlahuaca, hay una comisaria mujer, y así en otras localidades amuzgas de la región Costa Chica, distinto a las zona indígena na’savi.
Reconoció que no han impulsado la participación política de las mujeres, sino el fortalecimiento de liderazgos económicos para las mujeres, “porque si no tenemos dinero, el hombre seguirá decidiendo todo”, también acompaña a víctimas de violencia.
Aclaró que si las mujeres han ganado espacios en alcaldías, regidurías, sindicaturas es por la obligación de paridad que señala la ley, pero lo reconoce como un avance.
E insistió en que “mientras las mujeres na savi, no tengamos una fuente de financiamiento, empleo y de generar empleos, los derechos políticos y la toma de decisiones seguirán en manos de los hombres”.
Consideró que en la administración actual ha habido muchos discursos sin planeación ni presupuestos sobre la intervención en las comunidades indígenas por las denuncias de matrimonios forzados. Este año, espera acciones concretas, medibles y con recursos.
Destacó que las ciudadanas de Ocotequila hayan visibilizado este problema, sobre todo la consejera local del INE, Antonia Ramírez Marcelino, “porque quienes salimos de la comunidad, debemos denunciar o seremos cómplices del abuso”.
Reconoce consejera a las mujeres indígenas que hicieron la denuncia
La consejera y presidenta de la Comisión de Sistemas Normativos propios del IEPC, Azucena Cayetano, señaló que la asamblea Ocotequila, en Conapatoyac, que negó a cinco ciudadanas votar para elegir al comisario, debe por el contrario fortalecer la participación de las mujeres.
Coincidió en que falta atender en los sistemas normativos la equidad de género, porque principalmente los hombres opinan y deciden en la vida política de la comunidad, mientras las mujeres no han tenido participación activa.
Reconoció a las cinco ciudadanas de Copanatoyac que por primera vez denunciaron públicamente este tipo de violación a un derecho constitucional, porque un sistema normativo propio como la asamblea, “no debe lacerar derechos humanos, tendría que haber igualdad de condiciones para hombres y mujeres”.
De cuando se aprobaron los lineamientos del Concejo Municipal de Ayutla de los Libres, recordó que el sistema normativo aún no incorporaba la participación igualitaria de las mujeres y se tuvo que ajustar a los principios constitucionales.
Reconoció la importancia de que haya entre las denunciantes de Ocotequila una mujer con presencia estatal, la consejera local del INE, Antonia Ramírez, que conoce sus derechos, porque si en las comunidades apartadas no los conocen, no tienen forma de ejercerlos.
No se confrontarán con los pueblos, dice Pánfilo Sánchez
En los usos y costumbres han encontrado resistencias a los cambios, porque los hombres siempre han tomado las decisiones, “una por ignorancia sobre los derechos políticos electorales en general, y otra por esas prácticas que son difíciles de erradicar”, señaló el subsecretario Pánfilo Sánchez.
Consultado sobre el caso de Ocotequila, informó que en la Secretaría tienen una estrategia integral para no confrontarse con las comunidades, por sus costumbres.
En dicha estrategia, destacó la importancia de los alcaldes, cabildos, comisarías y comisariados ejidales y comunales, también van a involucrar a los Consejos de Ancianos que llevan las riendas de los pueblos.
Texto: Lourdes Chávez
