Critica que la nueva legislación se haya elaborado “a escondidas” de los ciudadanos
Nace sin legitimidad social pues el Legislativo y el Ejecutivo hicieran oídos sordos ante el amplio rechazo, señalan defensores de derechos humanos
Texto: Beatriz García
Foto: Archivo El Sur / Luis Daniel Nava
Chilpancingo, Guerrero. El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, dijo que con la promulgación de la Ley de Seguridad Interior se atenta con los derechos humanos, y que le da miedo que el Ejército esté en las calles, sobre todo en la contienda electoral del siguiente año. Teme que si gana un partido que no sea el PRI vaya a haber problemas con las fuerzas federales.
“Un llamado de paz hoy que estamos en estas fiestas navideñas, el año nuevo, exhortación que hagamos una tregua de paz, de amor, de respeto, de cuidado de la vida”, agregó el obispo.
Este jueves el presidente de la República Enrique Peña Nieto publicó la Ley de Seguridad Interior, pero ofreció no emitir declaratoria alguna de protección en los términos de la misma hasta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decida sobre su constitucionalidad.
En consulta telefónica, el obispo declaró respecto a la promulgación de la Ley, y recordó que desde antes de la promulgación ya había manifestado su rechazo.
“Ya decía antes que se promulgara la Ley, yo estaba en contra de que se publicara…yo creo que se atenta con los derechos humanos, y por ejemplo la función del Ejército precisamente defender la patria, ayudar a los ciudadanos, contra los enemigos y entonces al meterse ahorita el Ejército pues se va a ir contra los mismos mexicanos”, sostuvo.
Dijo que en el caso de la policía preventiva que es del ámbito civil, que es quien tiene que investigar, llevarlos con un juez civil, y que por lo tanto todo queda dentro del terreno civil, no militar.
Por lo anterior sostuvo que ese es el problema, que en ese sentido se va a militarizar, algo que no le corresponde hacer al Ejército, sino que es propiamente papel de la policía civil.
Señaló que además son cuestiones que la Organización de las Naciones Unidad (ONU) y los organismos de derechos humanos han manifestado, que la promulgación de la Ley va a perjudicar a la población.
El obispo indicó que aquí es donde el presidente Peña Nieto tuvo que escuchar esas voces y no únicamente “echarle la bolita” a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) .
“Esto se hizo a veces tan a escondidas que la gente no se dio cuenta, y luego aquella prisa que tenían tanto la Cámara de Diputados como de Senadores de aprobar esta ley rápido. Yo para mí, lo digo en palabras muy ordinarias, para mí hay gato encerrado, espero que esto no nos vaya a perjudicar a lo largo ahora que vienen las elecciones, a mí me dan miedo que los soldados estén en la calle ahora en las elecciones…tengo el temor suponiendo que ganara otro partido (que no sea el PRI) pues que vaya a haber problemas con el Ejército, que no dejen tomar posesión al otro partido, para mi hay una intención clara, clara, del partido oficial de que hayan aprobado esta Ley de Seguridad Interior”, expuso.
Recordó que Guerrero es uno de los estados más militarizados, donde está la Policía Federal (PF), la estatal, la Marina y el Ejército, y que 2017 es cuando más asesinatos ha habido, que esto indica que con su presencia no se ha servido para parar “este baño de sangre” que sufre el estado.”
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