12 junio,2024 1:52 pm

Tocar es entrar a un mundo mágico: Yamandu Costa

 

Ciudad de México, 12 de junio de 2024. La guitarra de siete cuerdas nació con la aristocracia rusa, después se convirtió en instrumento de los gitanos rusos y llegó a Brasil a principios del siglo 20, donde se desarrolló dentro de la samba y el choro, las músicas tradicionales más conocidas.

Si Raphael Rabello provocó una revolución al elevarla a la categoría de solista, Yamandu Costa (Passo Fundo, 1980) dio un paso adelante al llevarla al lenguaje de la música tradicional latinoamericana como el tango y la milonga.

“Es una cuerda más solamente, pero esa cuerda más te da una amplitud de muchas guitarras, entonces te aproxima la guitarra a la gran familia de las cuerdas de una manera más compleja. La gente también tiene una sensación distinta, de que tengo una orquesta en las manos”, expresa en entrevista el compositor y guitarrista.

En los primeros cinco meses del año ya se presentó en China, Rusia, Francia, España y la Patagonia, cuando concedió esta entrevista estaba de gira en los Estados Unidos.

“Todo vale la pena cuando empieza la música, cuando empiezo a tocar es como si dibujara y entrara en un mundo mágico. Agradezco viajar por el mundo y de acercar a la gente a un mundo encantado que me parece mucho más interesante que el real en el que vivimos con la guerra, la economía y la brutalidad de las palabras”, expresa.

En la música privilegia la búsqueda de la belleza y reniega de la pretensión de impresionar.

“La música para mí es una forma de vida, medicina, la conexión con lo más bello, es mucho mejor que las palabras”, define el genio de la guitarra de siete cuerdas.

Al ser un músico independiente gestiona él mismo su carrera, lo que le obliga a trabajar en muchos frentes, sostener reuniones y resolver la parte burocrática, a cambio puede elegir lo que desea hacer y aun así, consiguió que la industria lo premiara con un Grammy Latino al Mejor Álbum 2021.

“Para mí la composición viene cuando tengo tiempo libre que pueda dejar el canal libre para la creación”, remarca.

Con una treintena de discos producidos, no es raro que alguna mañana despierte con una nueva melodía en la cabeza. “Compuse antier una pieza interesante, una samba, que quizá puedo tocar en México, no sé si estará lista”, anticipa el músico que cada semana comparte algún lanzamiento en su canal de YouTube.

Las próximas actuaciones del gaucho brasileño en el Centro Nacional de las Artes y en la Sala Nezahualcóyotl constituyen su primera gira formal en la Ciudad de México.

Para su concierto del jueves 13 en el Auditorio Blas Galindo del Cenart, contempla composiciones propias como Thayna / La reunión, Herança Russa, Samba pro Rapha, Sarará, Força y Cuñatai, pero también Porro de Gentil Montaña.

Con Dantor, proyecto del guitarrista mexicano Daniel Torres, compartirá al inicio del concierto las piezas Amigo del Sur / Homenaje a Yamandu Costa y Chorinho Paraty.

Con la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata (OJUEM), el domingo 16 a las 18:00 horas interpretará Islas concertantes, concierto que escribió con otro gran guitarrista brasileño, Sergio Assad.

El primer movimiento, Itaparica, es un bailao, ritmo característico del noreste de Brasil, escrito pensando en esa isla de Recife. El segundo movimiento alude a La Graciosa, una pequeña isla de las Canarias, concebido como una valsa brasileira, y el tercer movimiento, La Invernada, una milonga alusiva a la isla de agua dulce del Río Paraná, en Argentina.

Esta obra tuvo su estreno mundial en la pasada edición del Festival Paax GNP 2023, en la Riviera Maya, dirigido por Alondra de la Parra.

El músico brasileño se presentó en el Festival Internacional Cervantino en 2018.

 

Texto: Agencia Reforma / Imagen de Cenart