16 mayo,2020 3:35 pm

Transcurre la vida casi normalmente en la Colosio, a pesar de estar considerada de alto contagio

Acapulco, Guerrero, 16 de mayo de 2020. Si bien decenas de familias se encuentran a buen resguardo en sus casas, en la colonia Luis Donaldo Colosio, de la zona Diamante del puerto, la vida continúa apenas limitada por la pandemia del Covid-19.

Ello, a pesar de que a la entrada de la colonia, sobre el paso a desnivel se colocó una manta que indica que el lugar es zona de alto contagio.

Desde muy temprano y hasta entrada la noche, decenas de negocios permanecen abiertos ante la oleada de gente que acude a ellos; ya sea comida, aseo personal, diversión u otros enseres conforman la oferta.

No obstante, la cantidad de gente que aún sale es inferior a la que esta zona comúnmente recibe.

“Pues sí, sí nos ha bajado la clientela, pero si cerramos no tendremos dinero para aguantar lo que sigue”, afirmó la joven Ana, quien es empleada en una de las lavanderías que están sobre la avenida principal que da acceso a la colonia y que conecta hacia Llano Largo.

Así, ya desde las 8 de la mañana negocios de comida y venta de verduras y frutas despachan a quienes deciden acudir a ellos desde muy temprano y evitar aglomeraciones.

Para la señora Adela, quien vende fruta picada y jugo en bolsa, la pandemia la dejó sin clientes, pero la necesidad es mucha, por lo que no puede permanecer en su casa sin trabajar; “menos si usted ve que no pasa nada porque hay muchos carros”.

De hecho, para el mediodía la fila de carros estacionados era visible al igual que las decenas de personas que decidieron ayer viernes comer en alguna de las fondas y taquerías que ahí se encuentran.

A decir de uno de los taxistas de la ruta alimentadora que da servicio en el interior de la colonia, “la gente se aburre y luego se sale a pasear, no entienden”, señalando hacia la manta colocada en el paso a desnivel y que indica que la colonia es de alto contagio del Covid-19.

En el caso en las dos plazas comerciales de la zona la situación es parecida.

Decenas de autos estacionados dan fe de que la tienda Wal-Mart atiende lo mismo a turistas que residentes, quienes hacen sus compras sin ningún problema.

Eso sí, en medio de las medidas de seguridad y sanitarias impuestas por la propia tienda y que de vez en vez relajan como el hecho de dejar pasar a más de una persona por familia.

Al mismo tiempo y del otro lado de la calle, la tienda Soriana, con un poco menos de clientes, también ofrece de manera normal su servicio junto con los dos o tres negocios de comida que hay.

Será más tarde, quizás pasadas las 5, reveló el señor Joaquín Benítez, vecino de la zona, “que abren algunos negocios con licencia de restaurant-bar (no quiso mencionarlos directamente) pero que en realidad sólo venden cerveza (…) Ya han venido las autoridades a checarlos pero no pasa nada, siguen funcionando”.

Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: Jesús Trigo-Archivo, tomada el 26 de abril