13 agosto,2023 10:32 am

Tres años en vela

 

Ciudad de México, 13 de agosto de 2023. La noche abre su boca y exhala un vapor por demás caliente en Monterrey, Nuevo León. Son cerca de las 20:00 horas del jueves pasado y, frente a la fachada del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, CIESAS, sobre la angosta Calle Morelos, en el Barrio Antiguo, un grupo de personas y algunas cámaras se instalan al frente de esta institución educativa.

En tanto, empleados de la misma colocan una mesa sobre la que ponen veladoras y cuelgan una manta con la pregunta que familiares y amigos han formulado sin respuesta en estos tres años: “¿Dónde está Mayela Álvarez?”.

Mientras la economista y antropóloga Séverine Durin comienza a presentar a los asistentes, los muchachos que llegan a divertirse en los antros de la zona cruzan a pie o en coche despacio y en silencio. Alguno, quizá solidario, repetirá el grito “¡¿Dónde está Mayela Álvarez?!” y los asistentes al evento sonreirán, no sin tristeza.

Séverine, profesora-investigadora del CIESAS y miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 2, da la palabra a Maya Hernández Álvarez, hija de Griselda Mayela Álvarez Rodríguez, regiomontana de 42 años desaparecida el 11 de agosto del 2020 tras salir de su casa en San Nicolás de los Garza.

El comunicado al que la joven de 20 años da lectura se llama “La negligencia en la investigación mantiene a mi madre desaparecida. A tres años de tu desaparición”.

La chica, quien estudia Psicología clínica en la UDEM, afirma: “Con coraje y harto sentimiento, estoy aquí para denunciar que impera la negligencia en el actuar de las autoridades y la falta de diligencia. ¿Cómo entender que la Fiscalía se haya tardado casi tres años para entrevistar a personas que estuvieron con mi madre el martes 11 de agosto del 2020? No hay nada que justifique que así sea”.

Y expresa una frase contundente: “(Las autoridades) Son responsables de mantener a mi madre desaparecida”.

*

Un día después, Maya aprovecha una pausa entre clase y clase para conectarse al zoom. Ahí la esperan los que la conocen desde que tenía 9 años, pues su mamá la llevaba con ella al trabajo.

Ellos son Séverine, Shinji Hirai, profesor investigador del CIESAS y jefe de Mayela cuando era coordinador del posgrado; Claudia Muñiz, encargada de la recepción y difusión del CIESAS; José Juan Olvera, actual director de la institución y director de tesis de maestría, y Raúl Pelayo, ex alumno de Mayela.

Todos describen con afecto y admiración a Mayela, segunda de dos hijas de un matrimonio donde la mujer, María Antonia Rodríguez, se dedicó a la venta de cosméticos.

De su relación con Octavio Hernández García, creador de material audiovisual y maestro de la UDEM, Mayela tendría a Maya y a Marco Antonio, hoy de 15 años, quien cursa prepa y quiere estudiar cinematografía.

Mayela nació un 3 de marzo y, desde chica, destacó por disciplinada. A la par de sus estudios -cursó Contaduría, Pedagogía y una maestría en Administración en CIESAS-, sobresalió en torneos de nado a nivel nacional e internacional.

Pronto se hizo de amigos entrañables en el centro de estudios al ingresar en 2014 y, como se especializó en filosofía Kaizen, una metodología basada en el mejoramiento continuo, aportó mucho a la institución.

“Siendo japonés me di cuenta que Mayela era mucho más eficiente en Kaizen”, comenta Shinji, ex director de la institución, y afirma: “A veces volteo a ver dónde está su escritorio y tengo sentimientos encontrados”.

Mayela se hizo querer pronto por aquella comunidad académica que lo mismo reconocía su capacidad profesional y su don de gentes que su perfil solidario: no pocas veces dedicó tiempo a enseñar nado a personas u organizar algún evento de música metalera, su favorita, para alguna causa.

“Le gustaban muchos grupos, sabía bastante de metal regio, iba a conciertos: era muy conocida en el ambiente”, comenta Raúl, su ex alumno.

Maya llama a su mamá su mejor amiga: de hecho, ella y su hermano fueron a vacacionar con ella al Puerto de Veracruz: acudieron a la playa, a monumentos históricos y a restaurantes.

El día que llegaron, Mayela dejó a los chicos en casa y, en el mismo Uber, dijo que se dirigiría a su trabajo. Maya habló con ella más tarde y le dijo que ya habían comido en compañía de su abuelita.

“Ya voy hacia el trabajo”, le dijo su madre, en tanto se oían sus pasos, señal de que iba a pie.

Con el paso de las horas, a la joven le extrañó que su mamá no se comunicara ni respondiera mensajes, lo que atribuyó a que se habría quedado sin pila en el celular, por lo que se fue a dormir.

A la mañana siguiente, descubrió que su madre no había llegado.

Entonces empezó todo esto que han vivido a lo largo de tres años.

 

De todas las veladas y ruedas de prensa que se han hecho desde CIESAS para hablar del nulo avance en el caso de Mayela, esta noche del jueves es la primera vez que hay representantes de casi todas las agrupaciones de familiares de personas desaparecidas en el Estado y de la Asamblea Feminista.

Ahí hablaron Lourdes Huerta, de Buscadoras de Nuevo León, quien espera desde el 12 de agosto del 2010 a su hijo Kristian Karim Flores Huerta; Fernando Castañeda, de Renacer, padre de Leonardo Daniel Castañeda, desaparecido el 27 de junio de 2011, y Claudia Muñiz, colaboradora de CIESAS y miembro de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León.

Claudia dijo en su turno: “En estos ya casi tres años, el caso de Mayela, desgraciadamente, se ha sumado a una larga lista de casos donde el común de todos ellos queda manifestado en la inoperancia y desdén que tanto las autoridades federales, así como las locales, han tenido para los mismos.

“Desde FUNDENL, hemos sido testigas y testigos de cómo en lo más 11 años que llevamos en la búsqueda de nuestros seres queridos, las autoridades, así como las Comisiones Locales y Nacionales, que argumentan han sido creadas para encontrar a quienes nos faltan, no han hecho nada y, al contrario, en la mayoría de los casos entorpecen los procesos y no cumplen con el mandato para el que fueron creados, a pesar de los millones de pesos que se destinan para su supuesto funcionamiento.

“Desde hace más de una década, vivimos en un país en Emergencia Humanitaria, la cual no ha sido reconocida como tal”.

Fernando dijo algo similar: “Durante estos 12 años he luchado junto a mi familia por tener respuestas sobre la desaparición de mi hijo. Ha sido una caminata larga y repleta de barreras institucionales”.

En México, citó, se tiene registro de más de 110 mil personas desaparecidas, de las cuales al menos 22 mil 310 son mujeres, mientras que en Nuevo León se tiene un listado de 6 mil 229 personas desaparecidas, de las cuales mil 670 son mujeres.

La cifra negra, lo han dicho los colectivos, es varias veces mayor. Lourdes, de Buscadoras de Nuevo León, afirma que diariamente reciben vía correo electrónico entre ocho y 10 solicitudes de apoyo o petición para sumarse al grupo.

“Te da tristeza, porque son puros casos recientes, de gente que ya se dio cuenta que, ante la autoridad, necesitas apoyo, saber cómo debes andar este camino”.

En CIESAS, los amigos y compañeros de Mayela han hecho todo lo posible: a cuatro meses de la desaparición, la Secretaria de Gobernación de entonces, Olga Sánchez Cordero, recibió una carta de 800 representantes del Sindicato Único de Trabajadores del Centro y del sector de ciencia y tecnología, pidiendo acelerar la búsqueda. Nada.

El año pasado, y dado que el Gobernador Samuel García no contestó a la solicitud de reunión, Maya le pidió por escrito a Mariana Rodríguez, titular de Amar a Nuevo León, su apoyo.

“¿Qué nos han brindado las autoridades? “, cuestionó entonces. “Hemos encontrado su cartera (en el Río Pesquería), sabemos que una persona estuvo con ella el día que desapareció, aún no se le ha investigado”.

Tampoco la autoridad había pedido la sábana de llamas de su celular, algo que la gente de CIESAS consiguió y entregó a la autoridad.

Pese a lo adverso de la situación, la joven dice tener esperanza.

“Sí, la esperanza es muy importante para todos los que estamos en esta lucha”, lo que de alguna manera es la filosofía que tenía su madre, quien precisamente en las vacaciones en Veracruz le dijo: “Nunca te quedes con ganas de hacer lo que quieres”.

Séverin dice que es duro confirmar una y otra vez que, lo que les pasa a Maya y a los amigos de Mayela, es lo mismo que pasan miles de familias de personas desaparecidas.

“La autoridad tienen todo para haber resuelto este caso”, dice. “La incógnita es porque todo esto tarda tanto, por qué es tan difícil hacer ciertas cosas y por qué hay cosas que no se han hecho”.

Maya terminó con un mensaje similar la velada del jueves en CIESAS: “Porque cuando no se investiga una desaparición, cuando se es negligente, también se es responsable de mantener desaparecidas a las personas. Y veo como es necesario que se pronuncie la Comisión Estatal de Derechos Humanos al respecto. Hoy, en esta velada por mi madre, Mayela, y por las personas desaparecidas, hago un llamado a que cese y se castigue la negligencia en investigar las desapariciones.

“¡Viva te llevaron, Mamá! ¡Viva te queremos!

“¡Vivos se los llevaron! ;Vivos los queremos!”.

 

Texto y fotos: Agencia Reforma