19 octubre,2018 7:33 am

Trump amenaza a México con cerrar la frontera con el Ejército por la caravana migrante

Más tarde agradece por el envío de la PF a los límites con Guatemala. Hoy su secretario de Estado Mike Pompeo se reúne con Peña y el equipo de López Obrador. Cientos esperan ya en el Suchiate al resto de los que salieron de Honduras, unos 3 mil.
Washington / Ciudad de México, 19 de octubre de 2018. La caravana de migrantes hondureños que avanza hacia Estados Unidos le ha venido a Donald Trump como anillo al dedo para movilizar a sus bases a falta de menos de tres semanas para las elecciones legislativas de medio mandato, en las que los demócratas tienen opciones de recuperar el Congreso.
Fiel a su retórica agresiva, el presidente amenazó ayer a México con desplegar al Ejército en la frontera y cerrarla si no frena a los entre mil 500 y más de 3 mil hondureños que, según diversas estimaciones, iniciaron el sábado el camino hacia Estados Unidos desde San Pedro Sula, una de las ciudades más violentas del mundo.
“Debo, en los más fuertes términos, pedir a México que frene esta embestida y si es incapaz de hacerlo, ¡llamaré al Ejército y CERRARÉ NUESTRA FRONTERA SUR!”, tuiteó.
“El asalto a nuestro país en nuestra frontera sur, incluidos elementos criminales y drogas, es de lejos mucho más importante para mí como presidente que el comercio o el USMCA”, prosiguió, amenazando el tratado que sustituirá al Nafta y que Estados Unidos acaba de acordar con México y Canadá tras más de un año de negociación marcada por las presiones de Trump. El nuevo tratado está aún pendiente de firma y ratificación parlamentaria.
Sin embargo, más tarde Trump agradeció a México por el envío de elementos de la Policía Federal a la frontera con Guatemala para detener el avance de la caravana migrante.
“Gracias México, estamos ansiosos de trabajar con ustedes”, escribió Trump a través de su cuenta de Twitter, donde destacó un video de la llegada de dos aviones de la corporación de seguridad a las cercanías de la frontera con Guatemala.
La respuesta mexicana llegó del secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida. “Rechazamos cualquier intento de presión a cambiar nuestro marco legislativo, porque no lo vamos a hacer”, dijo.
La caravana pretende llegar a Estados Unidos para pedir asilo. Tras atravesar Guatemala, los primeros hondureños llegaron el miércoles a la frontera de ese país con México, que ha reforzado allí la presencia de la policía. Su máximo reponsable aseguró hoy que no hay intención de reprimir a los migrantes. Los agentes federales están desarmados y solo tienen órdenes de “contención”, dijo.
Los hondureños, que superaban en número a la Policía, levantaron el lunes una barrera metálica y entraron masivamente en Guatemala. México quiere evitar una escena similar.
“Yo quiero quedarme en México y si es posible traer a mi familia”, dijo a DPA Christopher, uno de los migrantes que ya están en Tecún Umán, limítrofe con el estado de Chiapas.
México ha advertido que no habrá paso libre ni permisos especiales para llegar a la frontera estadunidense. Solo podrán entrar quienes tengan visa, que no se calcula que sean muchos. Los demás tendrán que pedir asilo si quieren permanecer en el país, un trámite de más de tres meses en los que quedarían detenidos en instalaciones migratorias. Serán recibidos por una única garita migratoria, la de Ciudad Hidalgo, y de forma ordenada.
El gobierno de Enrique Peña Nieto pedirá apoyo a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para atender las solicitudes de asilo.
La caravana avanza subdividida en grupos y cientos de migrantes salieron ayer de Ciudad de Guatemala rumbo hacia el suroeste, en busca de la frontera mexicana.
En abril, otra caravana desató ya la ira de Trump, que amenazó entonces con volar el Nafta, aún en renegociación, si México no la paraba. Ordenó además desplegarse en la frontera a la Guardia Nacional, un cuerpo de voluntarios que es fuerza de reserva del Ejército. Fue sobre todo un movimiento cosmético para sus bases, ya que esos efectivos no pueden participar en detenciones.
La amenza de Trump a México de ayer llegó cuando la convulsa relación que construyó desde la campaña electoral con el vecino del sur había mejorado, sobre todo tras el acuerdo para el tratado sucesor de TLC. Pero para Trump todo vale para lograr sus fines y, decidido a hacer de la seguridad fronteriza un tema de campaña y también de presión sobre un Congreso que todavía se resiste a financiar su famoso muro, su vehemente exigencia a México y su criminalización de los migrantes son un elemento para asegurar que sus bases acuden a las urnas el 6 de noviembre.
Y es que perder el Congreso a manos de los demócratas o al menos una de sus dos cámaras lo pondría en apuros para pasar iniciativas hasta que se presente a la reelección en dos años.
Trump responsabilizó ayer a los demócratas de lo que calificó como “asalto” a Estados Unidos y los acusó de querer tener “fronteras abiertas”, una retórica agresiva que encanta a su base.
Hoy su secretario de Estado, Mike Pompeo, estará en México y se reunirá con Peña Nieto y el equipo de Andrés Manuel López Obrador, quien el 1 de diciembre toma el relevo. El político izquierdista, a quien Trump ha alabado reiteradamente desde su victoria electoral, dijo el miércoles que ofrecerá visas de trabajo a los centroamericanos cuando asuma la presidencia.
Su futuro secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, acusó ayer al mandatario republicano de “cálculo político” con su amenaza.
“La posición del presidente Trump es la que siempre ha planteado, no le veo de eso nada sorpresivo”, dijo Ebrard en entrevista con el programa Aristegui Noticias. “Era previsible y además está muy cerca el proceso electoral, está haciendo un cálculo político”, consideró.
El principal objetivo de la invectiva de ayer de Trump era México, pero volvió a amenazar al Triángulo Norte con cortar las ayudas si sus ciudadanos siguen llegando a su país. Washington ha comprometido en Honduras, Guatemala y El Salvador más de 2 mil 600 millones de dólares en asistencia desde 2015 hasta 2018.
México responde a Trump que rechaza “cualquier intento de presión”
México rechazó ayer “cualquier intento de presión” en materia migratoria después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le exigiera frenar una caravana de migrantes que salió el sábado de Honduras.
“Frente al gobierno norteamericano, seguir expresando con toda claridad, desde esta tribuna, que rechazamos cualquier intento de presión a cambiar nuestro marco legislativo, porque no lo vamos a hacer”, dijo el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, en una comparecencia en la Cámara de Diputados.
México anunció que solicitará formalmente a la oficina de las Naciones Unidas para los refugiados, Acnur, su acompañamiento para atender el flujo de migrantes hondureños, algunos de los cuales podrían solicitar asilo en el país.
No obstante, Navarrete Prida señaló que no todos cumplirían con la condición de refugiados que exigen las leyes mexicanas, para lo cual deben demostrar que enfrentan una amenaza concreta en lo personal.
Con el acompañamiento de la ONU, “vamos a solicitar que estudiemos la población para dar el mayor número de protección humanitaria y de derechos humanos posible”, dijo.
Texto: DPA / Foto: Agencia Reforma
“Vamos a esperar a todos para cruzar”  
Tecún Umán / Ciudad de México, 19 de octubre de 2018. Los migrantes que aguardan en la frontera con México dicen que no cruzarán hasta que lleguen todos los integrantes de la Caminata Migrante.
La jornada de ayer fue larga para los centroamericanos, no sólo sintieron la tensión por la presencia de más de 200 elementos de la Policía Federal (PF) en la frontera mexicana, sino que padecieron las inclemencias del tiempo.
Una mañana soleada y de mucho calor, y una tarde con lluvia torrencial.
Pero las condiciones no los desalienta. En su estancia han recibido ayuda de la iglesia, ciudadanos y organizaciones sociales.
“La idea es esperar hasta al último compañero desde que salimos de San Pedro Sula (Honduras) y de aquí no nos movemos hasta que llegue el último compañero (para cruzar)”, dijo Denise Omar Contreras, miembro de la caravana.
Los hondureños acordaron seguir esperando al resto de la caminata para romper el cerco de seguridad implementado por México, tal y como lo hicieron en la frontera entre Honduras y Guatemala.
Debido a la presencia de cientos de hondureños en la frontera, el propio embajador de México en Guatemala, Luis Manuel López Moreno, acudió a la plaza de esta localidad para ofrecer ingreso documentado y ordenado, e incluso asilo.
Sin embargo, la propuesta fue rechazada por los migrantes con el argumento de que se trate de una medida para ficharlos, detenerlos y deportarlos, ya sea por el propio Instituto Nacional de Migración (INM) o por el gobierno de Estados Unidos en caso de que lleguen a ese país.
Por la tarde los hondureños marcharon hacia el río Suchiate para protestar, mientras que del lado mexicano otra movilización de solidaridad se acercó para apoyarlos.
La presencia de cientos de hondureños en la frontera motivó a que las autoridades mexicanas movilizaran vehículos del INM a la orilla del río.
“¡No tenemos miedo!”, gritaron los hondureños desde el lado guatemalteco al tiempo que ondearon la bandera de su país.
Sin embargo, los integrantes de la caravana retornaron al parque central de la localidad debido a la fuerte lluvia que azotó la zona.
En tanto, en el río Suchiate, los balseros, que mueven mercancías entre ambos países sin ninguna revisión policial ni aduanal, siguieron trabajando.
Texto: Agencia Reforma
El gobierno de México ofrece entrada documentada al país; buscan “ficharnos”, dicen migrantes
Guatemala, 19 de octubre de 2018. El gobierno de México ofreció a los integrantes de la caravana de hondureños ingresar al país de manera documentada y ordenada.
“Estamos ofreciendo, conforme a la ley de migración, que es una entrada documentada con pasaporte, con visa, y si no es así es una entrada documentada con la petición de refugio o de ayuda humanitaria, cada caso sería atendido y a partir de hoy pueden ir al Puente Internacional a realizar el trámite”, explicó Luis Manuel López Moreno, Embajador de México en Guatemala.
El diplomático dijo a los migrantes en el parque central de esta localidad, donde los hondureños aguardan la llegada de más connacionales, que deberán acudir en grupos de 50 para evitar congestión en las oficinas del Instituto Nacional de Migración.
“Si nos aguantan y nos dan los tiempos, claro que sí (México tiene capacidad de dar refugio a los integrantes de la caravana)”, apuntó López Moreno.
Tras el anuncio, algunos migrantes rechazaron el ofrecimiento al considerar que es una medida para “ficharlos” y deportarlos ya sea por el gobierno de México o por Estados Unidos en el caso de llegar a este último país.
“Lo que quieren es tener sus datos, sus nombres, recurrir al gobierno de sus países para investigarlos hasta por debajo de la lengua y pasarle esa información a los Estados Unidos para que, si es que alguno llega pasar a la frontera norte, ya van estar mas fichados que nada”, dijo un activista.
Los hondureños acordaron seguir esperando al resto de la caminata para romper el cerco de seguridad implementado por México, tal y como lo hicieron en la frontera de Honduras y Guatemala.
Texto: Édgar Hernández, Agencia Reforma