“Cuando llegué a la presidencia, ISIS estaba sin control en Siria. Desde entonces, se han hecho enormes progresos, especialmente en las últimas cinco semanas, (y) y pronto destruiremos el califato, algo impensable hace dos años”, ha afirmado Trump en su cuenta de Twitter, en referencia a Estado Islámico.
Trump también ha presumido de los contactos entablados con los talibán en Afganistán, donde “las negociaciones van bien” tras 18 años de combates. Ha apuntado que “el pueblo de Afganistán quiere la paz en esta guerra interminable”, por lo que espera que “pronto” se sepa si el diálogo permite avanzar en este sentido.
En esta sucesión de supuestos éxitos, el inquilino de la Casa Blanca también ha aludido a sus relaciones con Corea del Norte, que son “mejores que nunca”. Trump ha destacado que gracias a sus políticas el régimen de Kim Jong Un no realiza ensayos nucleares, ha devuelto los restos de militares muertos en conflicto y ha liberado “rehenes”.
A su juicio, hay una “buena oportunidad” para lograr la desnuclearización de la península de Corea después de que, bajo la Presidencia de Barack Obama, estuviesen “a punto de ocurrir cosas malas”. “Ahora es una historia diferente”, ha apostillado Trump en uno de sus mensajes.
Trump y Kim mantuvieron en junio de 2018 una histórica reunión y, como han reconocido sus respectivos gobiernos, trabajan ya en una segunda cita que podría tener lugar en febrero en un lugar aún por concretar. El presidente de Estados Unidos se ha limitado a reiterar su deseo de verse con Kim “pronto”, sin entrar en más detalle.
El optimismo de Trump en materia de política exterior contrasta con la cautela con la que se han expresado en los últimos días el director de Inteligencia Nacional y los principales responsables de la CIA, el FBI y la Agencia de Seguridad Nacional, en una serie de comparecencias ante el Senado de Estados Unidos.