15 febrero,2023 9:28 am

Turquía eleva a 35 mil 418 los muertos a causa de los sismos de la semana pasada

La OMS calcula que 9 mil 300 habrían fallecido en Siria, si bien matizó que ahora mismo no hay forma de realizar una proyección ajustada. Unicef cifra en más de 7 millones los niños afectados por los siniestros en los dos países

Madrid, España, 15 de febrero de 2023. Las autoridades de Turquía han elevado ayer a cerca de 35 mil 500 los muertos a causa de los terremotos registrados la semana pasada en la provincia de Kahramanmaras, cerca de la frontera con Siria, que han dejado más de 40 mil fallecidos en ambos países, según los balances oficiales.

En declaraciones desde la sede de la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha confirmado 35 mil 418 muertos y más de 13 mil 200 heridos aún siguen hospitalizados, mientras que cerca de 195 mil personas han sido evacuadas, recoge Anatolia.

Por su parte, la propia ASFD había apuntado previamente que más de 35 mil 200 miembros de los equipos de búsqueda y rescate, así como integrantes de diversos organismos gubernamentales, se encuentran trabajando sobre el terreno, incluidos unos 9 mil 500 llegados desde el extranjero.

A este balance de muertos hay que sumar mil 414 fallecidos en las zonas controladas por el gobierno de Siria y cerca de 2 mil 300 en las zonas en manos de los rebeldes en el noroeste del país, según datos de la Defensa Civil Siria, conocida como ‘cascos blancos’.

Los ‘cascos blancos’ han señalado ayer mismo en su cuenta en la red social Twitter que “tras consolidar los datos de las autoridades médicas, el número de víctimas por el terremoto en el noroeste de Siria es de 2 mil 274 muertos y más de 12 mil 400 heridos”. “Nuestros equipos han respondido a 2 mil 170 de las muertes y han tratado a cerca de 2 mil 950 heridos”, han añadido.

“Las operaciones de búsqueda para recuperar los cuerpos de los fallecidos están en marcha en varias ubicaciones en las provincias de Idlib y Alepo, ocho días después de que el violento terremoto sacudiera la región”, ha zanjado la Defensa Civil Siria.

El director regional de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Rick Brennan, afirmó el domingo desde Damasco que el organismo calcula que al menos 9 mil 300 habrían muerto en Siria –unas 4 mil 800 en zonas controladas por las autoridades y 4 mil 500 en áreas en manos rebeldes–, si bien matizó que ahora mismo no hay forma de realizar una proyección ajustada.

Los equipos de búsqueda y rescate turcos han confirmado ayer que tres personas han sido sacadas con vida de entre los escombros de dos edificios derrumbados en la provincia de Kahramanmaras, cerca de 200 horas después de quedar atrapados tras el derrumbe de estas estructuras a causa de los terremotos registrados el 6 de febrero en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria.

Así también, en Turquía han logrado sacar con vida a una mujer de 70 años cerca de 212 horas después de haber quedado sepultada bajo los escombros de un edificio destruido en la ciudad de Gaziantep, todo ello tras los terremotos registrados la semana pasada en el sur del país, cerca de la frontera con Siria.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha subrayado ayer que más de siete millones de niños se han visto afectados por los terremotos de la semana pasada en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, y ha recalcado que tanto ellos como sus familias necesitan “desesperadamente” más apoyo.

El portavoz del organismo, James Elder, ha indicado que en las diez provincias turcas afectadas por los terremotos residían 4.6 millones de niños, mientras que en las áreas damnificadas en Siria están afectados 2.5 millones de menores de edad. “A medida que las familias se enfrentan a la horrible y desgarradora realidad de que la prioridad en Turquía y Siria está empezando a ser la recuperación más que el rescate, UNICEF teme que miles de niños hayan muerto. Aun sin cifras verificadas, está trágicamente claro que los números van a seguir aumentando”, ha dicho.

El escritor turco Zülfü Livaneli, quien publica en España su novela ‘Serenata para Nadia’ (Galaxia Gutenberg), ha afirmado que en su país hay “mucha rabia” contra el gobierno por “tardar en responder” tras el terremoto en Turquía y Siria que ha causado más de 40 mil muertos.

“El gobierno no ha actuado a tiempo, han tardado dos días pese a que el Ejército estaba preparado. La sociedad civil y los servicios de rescate han cumplido perfectamente, pero las autoridades tendrían que haber actuado lo más pronto posible y no lo han hecho”, ha lamentado en una entrevista el autor de ‘best-sellers’.

En este sentido, el popular músico ha achacado este retraso en la actuación de rescate al hecho de que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, “está en una situación débil” y no quería favorecer la imagen del Ejército. “Creo que estamos ante el final del gobierno de Erdogan, sí”, ha afirmado.

Livaneli es un personaje muy popular en Turquía, donde sus novelas se venden por miles y Netflix rueda un documental en torno a sus recuerdos para trazar una semejanza con la historia del país. Exiliado en varias ocasiones a Suecia, el escritor se ha erigido además como una figura fuerte de oposición tanto a Erdogan –con quien se enfrentó en 1994 a la alcadía de Estambul– como a otros poderes.

Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Eli Cohen, ha anunciado ayer desde Ankara que las aerolíneas nacionales retomarán gradualmente los vuelos directos con Turquía en señal de apoyo tras el terremoto en el país, que se han saldado con más de 40 mil muertos.

Llega a la zona de Siria bajo control rebelde la delegación de la ONU tras los terremotos

Una delegación de Naciones Unidas ha cruzado ayer la frontera entre Turquía y la zona de Siria controlada por los rebeldes por primera vez desde los terremotos de la semana pasada en la provincia turca de Kahramanmaras (sur), situada cerca de la frontera con el país árabe, que han dejado más de 40 mil muertos.

La misión está encabezada por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y partió desde la ciudad turca de Gaziantep, según ha confirmado en declaraciones el jefe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para Siria, Kenn Crossley.

El gobierno sirio abrió el lunes los pasos de Bab al Salam y Al Rai, en la frontera con Turquía, durante un periodo de tres meses para facilitar la entrada de ayuda humanitaria en el país, según confirmó el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.

El anuncio tuvo lugar horas después de que el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, recalcara la necesidad de “trabajar en todas las zonas de Siria” para ayudar a los damnificados por los terremotos y reconociera “desafíos particulares” para dar apoyo a la población en las zonas en el noroeste del país bajo control de grupos rebeldes.

De hecho, el coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, reconoció el domingo que la población del noroeste de Siria ha quedado “abandonada” ante la falta de ayuda internacional para paliar las consecuencias del devastador seísmo.

Por otro lado, el gobierno de Turquía ha afirmado que “no abrirá” los pasos fronterizos con las zonas controladas por las autoridades kurdas en Siria, en medio de los esfuerzos internacionales para dar ayuda a los damnificados por los terremotos de la semana pasada en la provincia turca de Kahramanmaras, situada cerca de la frontera con el país árabe.

“Está fuera de toda posibilidad que Turquía vaya a abrir pasos fronterizos en lugares (de Siria) controlados por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular (YPG)”, ha dicho el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.

Así, ha resaltado que Ankara ha trasladado a Naciones Unidas que “pueden enviar ayuda humanitaria a través de los dos pasos bajo control turco”.

Las autoridades de Turquía han elevado ayer a cerca de 35 mil 500 los muertos a causa de los terremotos, balance al que hay que sumar mil 414 fallecidos en las zonas controladas por el gobierno de Siria y cerca de 2 mil 300 en las zonas en manos de los rebeldes en el noroeste del país, según datos de la Defensa Civil Siria, conocida como ‘cascos blancos’.

El director regional de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Rick Brennan, afirmó el domingo desde Damasco que el organismo calcula que al menos 9 mil 300 habrían muerto en Siria si bien matizó que ahora mismo no hay forma de realizar una proyección ajustada.

La ONU ha lanzado ayer un llamamiento humanitario con el que busca recaudar 397.6 millones de dólares con vistas a paliar “las necesidades más urgentes” de 4.9 millones de personas que se han visto afectadas por los estragos de los temblores registrado la semana pasada en el norte de Siria, derivados de un terremoto con epicentro en el sur de Turquía.

Por otro lado, un grupo armado ha intentado secuestrar hasta en tres ocasiones en menos de 48 horas a Aya, una bebé nacida bajo los escombros de un edificio derruido en la ciudad siria de Jindris tras los terremotos que sacudieron la frontera turco-siria la semana pasada, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

En tanto, un avión saudí cargado de ayuda humanitaria para los damnificados en Siria por los terremotos registrados la semana pasada en el sur de Turquía, cerca de la frontera común, ha llegado ayer al aeropuerto de Alepo (norte) por primera vez desde hace diez años, tras la ruptura de relaciones bilaterales tras el estallido de la guerra en 2011.

Texto: Europa Press