31 diciembre,2017 8:05 am

“Una candidatura ilegítima de origen”

“Sí, la candidatura de Anaya es un vil atropello a toda la vida interna orgánica y a la historia del PAN”, acusa el viejo panista guanajuatense Juan Miguel Alcántara Soria, quien afirma que ha quedado claro, “dentro y fuera del PAN, que Anaya no puede tener ninguna legitimidad”

Álvaro Delgado / Agencia Proceso
Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México. Salvo su primer candidato presidencial, Efraín González Luna, en 79 años de historia el PAN nunca había tenido una candidatura única a la Presidencia como la de Ricardo Anaya, quien la impuso con todo el poder de la dirigencia.

Uno a uno, todos los panistas que ambicionaban la candidatura se le fueron rindiendo a Anaya, que será candidato de la coalición Con México al Frente: Luis Ernesto Derbez, Juan Carlos Romero Hicks y Ernesto Ruffo. Margarita Zavala optó por irse del PAN y explorar la vía independiente.

Rafael Moreno Valle, quien hizo campaña interna todo 2017, es el único que aún podría pelear la candidatura antes del 7 de enero, cuando se vence el plazo para inscribirse, pero se da por hecho que negociará con Anaya que su esposa, Martha Érika Alonso, sea la candidata a gobernadora de Puebla.

“Dedazo y autodedazo son de un cinismo y autoritarismo que no tienen cabida en una democracia. Si dentro de un partido no hay debate y sólo cuenta una sola persona, el resultado es una política hecha de obediencia y ambición, no de ideas ni de principios”, censuró Felipe Calderón –esposo de Zavala– a Anaya el martes 19 en su cuenta de Twitter.

“Sí, la candidatura de Anaya es un vil atropello a toda la vida interna orgánica y a la historia del PAN”, acusa el viejo panista guanajuatense Juan Miguel Alcántara Soria, quien afirma que ha quedado claro, “dentro y fuera del PAN, que Anaya no puede tener ninguna legitimidad”.

–¿Es entonces un precandidato presidencial espurio?

–Es un candidato único que diseñó, desde el principio, construir las condiciones para ser único, para no someterse a lo que hasta ahora siempre había sido la norma inviolable de todos los candidatos de Acción Nacional: pasar por procesos democráticos internos. Aquí se impuso y, en consecuencia, es una candidatura ilegítima de origen.

Procurador de Justicia en el primer gobierno panista de Guanajuato, subprocurador general de la República en el sexenio de Felipe Calderón, Alcántara recuerda que si bien Vicente Fox fue también candidato único, en el 2000, sí pasó por un proceso de validación interna de la militancia.

“Y en este caso, además, es la primera vez en la que quien se hace de la candidatura presidencial era presidente del partido, precisamente agotando hasta el último minuto para renunciar a la presidencia, de manera tal de prolongar la condición de ventaja que se diseñó para sí mismo, incluso con una reforma estatutaria que todavía está en tribunales resolviéndose si fue realmente la que aprobó la Asamblea Nacional Extraordinaria o si hubo un acta cachirul para permitirle renunciar hasta un día antes de que se hiciera el registro de precandidatos.”

Nunca había habido una candidatura como la de Anaya: “La primera candidatura del PAN, la de González Luna, fue proclamada en una Asamblea Nacional y desde entonces hasta la elección de Josefina Vázquez Mota, en 2012, todas las candidaturas tuvieron como condición de factibilidad la elección de la militancia, en primer lugar, y piso parejo, condiciones de equidad interna, que hoy no las hubo”.

Sin embargo, para el presidente de la Comisión de Doctrina del PAN, Juan José Rodríguez Prats, Anaya no es responsable de ser el aspirante único a la candidatura presidencial, porque fue decisión de Romero Hicks, a quien él apoyaba, y de Ruffo Appel renunciar a su aspiración.

“Hay un problema de origen: la animadversión a la política. Hay un rechazo al político profesional. Les tengo aprecio y admiración a Romero, a Ruffo y a Derbez, que son preparados e inteligentes, pero debieron haber tomado la decisión hace varios meses. Cuando están viendo que Ricardo está haciendo todo, lo único que dicen es: ‘Vamos a ver’, ‘lo estoy pensando’.”

Eso pasó también, recuerda, con Fox en el año 2000, cuando muchos panistas animaban a Diego Fernández de Cevallos a competir internamente. “Le decíamos que diera la pelea. ‘Déjenme ver, lo estoy pensando’, decía. Y al final dijo que no. Ya cuando te dicen: ‘Lo estoy pensando’, se jodió la cuestión”.

Rodríguez Prats rebate a quienes acusan a Anaya de que se aprovechó de su cargo para apoderarse de la candidatura presidencial: “¡El problema está en que los malos ganan cuando los buenos deciden no hacer nada!”

Amigo de Ruffo, el ex senador y ex diputado del PAN, que antes fue priista, revela que un día le dijo que no le creía que buscara ser candidato, porque no le veía temple: “Le dije: ‘Eres un culero’. Se rió, lo tomó a juego. Pero es el mismo caso de Diego: no tienen la pasión política. Lo digo sobre Ruffo y Juan Carlos: la tragedia de México es que los buenos son timoratos. Esa es la tragedia: El malo va por todo, porque la lucha política es su vida”.

Fracturas y tensiones en Por México al Frente

El presidente del PAN, Damián Zepeda, niega que haya cedido demasiado al PRD y a MC al formar la coalición Por México al Frente. Sin embargo, la postulación de controvertidos políticos y la cantidad de posiciones por entidad y partido está causando muchas tensiones en la alianza que postulará a Ricardo Anaya. En cuanto a las duras críticas de Felipe Calderón y varios senadores de su partido, Zepeda puntualiza que se trata de un “conflicto de interés” porque la esposa del ex presidente “le compite al PAN”.

Con el panista Ricardo Anaya como estandarte de la honradez y la modernidad, la alianza Por México al Frente va tomando forma con personajes de la talla de Ángel Aguirre, quien era gobernador perredista de Guerrero cuando, en septiembre de 2014, fueron desaparecidos los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa y que ahora, pese al repudio, busca una diputación federal con el cobijo de tres partidos.

El elenco preliminar de aspirantes incluye prácticas de nepotismo político como el del expriista Miguel Ángel Yunes Linares, quien ambiciona heredarle el puesto de gobernador de Veracruz a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez –cuyo hermano es alcalde del puerto–, lo mismo que ansía Graco Ramírez en Morelos con su hijastro, Rodrigo Gayosso Cepeda.

También hay aspirantes asociados a conductas criminales: el candidato aliancista a gobernador de Tabasco, Gerardo Gaudiano, está bajo investigación por lavado de dinero para el exgobernador priista de Quintana Roo Roberto Borge. En San Luis Potosí el aspirante a diputado federal Ricardo Gallardo Cardona estuvo en la cárcel y su padre, Ricardo Gallardo Juárez, es alcalde perredista de la capital, detestado por el panismo.

Y pese a que las cúpulas de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) formalizaron la coalición, en los estados proliferan las tensiones entre sus militantes por el reparto de las candidaturas a diputados federales y senadores. La disputa por cada una anticipa más conflictos, incluyendo los que hay en los estados con elecciones concurrentes y donde aún no han cuajado las alianzas.
Son 2 mil 547 cargos que, en su mayoría, deben definirse con el apoyo de los tres partidos coaligados a nivel federal y, en algunos casos, estatal: la Presidencia de la República, reservada para Anaya; nueve gubernaturas; 300 diputaciones federales de mayoría; 64 senadurías; 585 diputaciones locales y mil 597 ayuntamientos.

En Nuevo León, Morelos y Chiapas siguen las negociaciones para concretar la coalición, pero en Jalisco el presidente nacional del PAN, Damián Zepeda Vidales, dio un manotazo para revertir el rechazo de la dirigencia local de ese partido a la alianza, cuyo candidato a gobernador (Enrique Alfaro, de MC) fue el primero en despreciarla. Pero la dirigencia local volvió a decir que no.