16 enero,2024 4:23 am

¿Usted es de los que sigue engañado o su corazón se ha envilecido?

Federico Vite 

(Primera de dos partes)

 

“No me vengan con cuentos de que la ley es a ley”, no olvidemos esta frase y póngala junto a esta otra: “Esto viene desde arriba”. Ahora detallaremos otro aspecto, la Guardia Nacional (GN) tiene desplegados 9 mil 860 elementos en el puerto, una cantidad considerable, pero infructuosa porque la fuerza disuasiva de esta corporación “civil” no tiene una labor clara, ni resultados, los mismo acarrea láminas que lleva gente cuando los delincuentes calientan los motores de la tormenta perfecta para Acapulco. Se les ve gastando combustible por la Costera en los vehículos militares. Tal vez sea el desfile promocional del turismo militar. Así inflan el ego del líder máximo de esta patraña llamada 4T. Lo curioso es que las órdenes del líder máximo revelan un conservadurismo apocalíptico; es decir, nunca antes visto. Recientemente se anunció en la misa, para otros sutilmente intitulada “La Mañanera”, una inmoralidad: la GN construirá un cuartel en el Centro Cultural Acapulco. El líder máximo minimiza la violencia en Guerrero y le da una carta de naturalización al Ejército para que se inmiscuya en la vida pública, tanto así que han desmantelado un sitio para usos culturales, porque no sólo será un cuartel, sino que las intenciones son de apropiarse del inmueble.

El lunes pasado por la tarde fui a buscar medicamentos a la farmacia ubicada junto al triste edificio Oceanic 2000. Di un recorrido por el ahora militarizado Centro Cultural Acapulco. La GN se porta como si dentro del medrado recinto artístico resguardaran documentos de seguridad nacional, ven con resquemor a todo aquel que se acerca y pregunta cuándo abrirán las galerías y la librería y la biblioteca. La respuesta de los que cuidan las rejas es simple: Se informará después. La mudanza de la GN al Centro Cultural Acapulco se apresuró con el arribo del huracán Otis, porque desde hace tiempo ya estaba en la mente del líder máximo ese movimiento a todas luces PRImitivo.

La única virtud que posee Evelyn Salgado para gobernar un estado como el nuestro es el nepotismo. Con ese perfil es fácil equivocarse. A menos, claro, que la única función sea obedecer. Y parece que esa es la manera de gobernar, imitada, por supuesto, por la secretaria de Cultura, Aída Melina Martínez Rebolledo, cuya mayor talento es repetir lo que pregona Salgado: loas al líder máximo de la 4T. No hay un ápice de autocrítica, aunque en el caso de Martínez debe decirse que no hay momento de reflexión entre halago y porra para descubrir que su trabajo es procurar espacios culturales, no cerrarlos ni cederlos a la GN. Martínez no hace más que aplaudir lo que le digan desde arriba. No organiza ni diseña programas a la altura de los creadores de Guerrero. Ni los valora, ni le interesan porque no los conocen. Dudo que entienda lo que está haciendo, por eso debe señalarse que mucho de lo que declara es risible. Su veta para la comedia es un portento mal aprovechado. Ella cree que su trabajo es hacer festivalitos, sentir orgullo por el folclor estatal y arengar en nombre del pueblo a los cultureros que la siguen. Este hecho avergüenza a un gremio tozudo y contestatario. Y ante el escándalo de que Acapulco –siempre un experimento, una vasija que contiene asuntos aborrecibles– sea la primera ciudad del país que le quita un espacio a los artistas para que la GN tenga un sitio amable donde pueda pernoctar, entrenar y organizar recorridos disuasivos. Ante tal decisión regresiva y bochornosa, a todas luces la secretaria de Cultura responde algo infantil, una aseveración que nos haría pensar que su único acierto es revelar la veta del turismo militar, pues la secretaria señaló que se donará un predio del Centro Cultural Acapulco, de 1200 metros cuadrados. Y agrega: “El área que se va donar es para la instalación de un módulo de la GN con enfoque turístico-cultural, y que se hará un un convenio de colaboración para que el personal de la GN apoye en los talleres de música y programación de conciertos. Sabemos que los elementos de la Guardia, que los elementos militarizados, también tienen otras virtudes además de estar patrullando calles o estar salvaguardando la seguridad, también son gente que tiene bandas de música, como la Naval o de la Región Militar, y entonces vamos a aprovechar toda esa parte social y cultural”.

Es de una ignorancia supina este procedimiento y la muestra es el párrafo que reproduje. Si necesita apoyos, firme convenios con artistas, secretaria, no con militares. Su trabajo no es avalar ideas que van en detrimento de la escasa propuesta cultural del puerto. Acapulco tiene más creadores de los que imagina, pero ese talento está desperdigado y lejos de la patria chica, entre otras cosas, por funcionarios displicentes, patéticos y serviles como Martínez Rebolledo. Si el Ejército va entrar a los recintos culturales, ¿qué patraña es ésta de la 4T?

Cuestión aparte es la supina ignorancia de la alcaldesa Abelina López en materia cultural y la escasa participación en temas decisivos para los creadores locales. A ella se le exige respeto por el trabajo ya hecho, se le pide que no destruya, junto a Martínez Rebolledo y la gobernadora Salgado, lo que generaciones atrás legaron, que aunque poco, es lo que hay. No estamos para donar espacios a la GN en una ciudad que palidece frente a la inoperancia gubernamental de los tres niveles: federal, estatal y municipal. Porque lo interesante acá es que tanto la secretaría de Cultura federal, Alejandra Frausto, como la gobernadora Salgado, la secretaria Martínez Rebolledo, la tristemente célebre alcaldesa de Acapulco, Abelina López, y el minimizado director de Cultura de Acapulco, Christopher Brito Salgado, todos ellos están mirando hacia otra parte, no se involucran en una decisión inmoral que nos regresa cincuenta años atrás, cuando no existía el Centro Cultural Acapulco, ni la biblioteca, ni las galerías, ni el salón de danza, ni el teatro al aire libre, ni los jardines, ni el patio central. Todo en conjunto es invaluable. El Centro Cultural Acapulco necesita apoyo, pero no cambiar de rubro, tampoco debemos dejarlo en manos de la GN ni mucho menos en manos de una secretaria de Cultura tan deficiente e inoperante. Su trabajo lo demuestra, no mis adjetivos.

El asunto grave es que la única respuesta del Estado es amontonar a la GN. Ahora van por los recintos culturales, sitios que nunca han sido muchos, alcanzan los dedos de una mano para contarlos y con eso podríamos ilustrar la miseria en este rubro, miseria que este gobierno pretende maquillar con loas y vítores a favor de una fusión amable y única: militarización de la cultura.

Piense usted en los chistes de mal gusto de la secretaria Martínez Rebolledo, ¿un módulo turístico-cultural manejado por la GN? Yo no veo al secretario de turismo estatal, Santos Ramírez Cuevas, hablar al respecto. Si la GN necesita un espacio para turismo, que se lo pida a Turismo, no a Cultura. A menos, claro, que la ineptitud de una funcionaria confunda la cultura con el turismo. No será la primera vez, ni la última.

Ya tomaron el Centro de Convenciones, supuestamente en beneficio de los acapulqueños, así que la siguiente pieza de ese tablero militar es el Centro Cultural Acapulco. No se trata de algo simple sino de un hecho que oculta una estrategia mayor: dejarnos sin espacios artísticos, porque a los funcionarios mencionados en este texto les basta con usar un templete para llamarle a eso pomposamente programa de cultura sexenal.

¿A quién beneficia todo esto? Llevo meses diciéndolo. ¿Usted sabe a quién beneficia que nuestra ignorancia sea mayor, casi del mismo tamaño que nuestra pobreza? La respuesta, dijera el viejo Bob Dylan, está en el viento.