1 febrero,2018 5:04 am

Ven ONG indiferencia ante la violencia y critican actitud oficial ante los feminicidios

Califican de misóginas y revictimizadoras declaraciones del fiscal Javier Olea

Se vive una grave crisis de inseguridad y de violencia de género, señalan en la presentación del libro sobre el caso de la doctora Adela Rivas

Texto: Alina Fernández Navarrete
Foto: El Sur

Chilpancingo, Guerrero.- El Centro de Derechos Humanos Tlachinollan y el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio condenaron la persistencia de los feminicidios en Guerrero y las declaraciones sobre este grave problema que ha hecho el fiscal general del estado, Javier Olea Peláez.

Mediante un boletín de prensa ambas organizaciones señalaron que a pesar de contar con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMLV), de protocolos de investigación y de que el feminicidio se tipificó en el país, “la violencia feminicida se agudiza e incrementa” pues tan sólo en el primer mes del año, los registros hemerográficos documentaron 25 casos de asesinatos de mujeres en Guerrero.

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en relación a los feminicidios en México, difundidos en la Información delictiva y de emergencias con perspectiva de género, Acapulco está en el noveno lugar de los cien municipios con mayor incidencia.

“La negligencia, omisión y falta de voluntad política ante los feminicidios en Guerrero forma parte de la ruta de impunidad y se ve reflejada en la postura pública emitida por Javier Olea Peláez, titular de la Fiscalía General del Estado, en la que asegura que los feminicidios en la entidad, muchas veces ocurren porque ‘lamentablemente las mujeres, de alguna u otra manera son partícipes dentro del crimen organizado, llámese con la pareja, llámese con el esposo, llámese con el novio’”, dice el boletín.

La aseveración de Olea Peláez preocupa sobremanera al Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y al Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, así como otras organizaciones, pues “además de ser una postura misógina y revictimizante, evidencia la falta de perspectiva de género y de derechos humanos en las investigaciones, y lejos de actuar de manera diligente, fomenta la falta de acceso a la justicia”.

Por otra parte, “la postura pública no es la forma que los familiares de las víctimas esperan en relación a las investigaciones sobre los feminicidios de sus hijas, madres, etc., contrario a ello, es un escarnio irresponsable, sin un compromiso frente a las víctimas y con juicios que denigran a las mujeres, lo que a todas luces es intolerable”.

Las organizaciones señalaron que es alarmante que en los casos de muertes violentas de mujeres, a pesar de que (desde el primer momento) “las víctimas indirectas que presenciaron los hechos, hacen el señalamiento directo del o los perpetradores del crimen”, las carpetas de investigación son iniciadas como homicidios y no como feminicidios, y tampoco se aplican los protocolos de investigación.

“Es necesario destacar que en casos de feminicidio que se encuentran en proceso judicial actualmente, muchas de las víctimas denunciaron previamente violencia doméstica, y las instituciones encargadas, no garantizaron la seguridad de las mujeres, dejándolas en total indefensión que derivó en daños irreparables”.

También manifestaron que no hay personal suficiente y adecuado para la atención de estos casos, por ejemplo en Tlapa, sólo se cuenta con una abogada que da atención a los 19 municipios de la Montaña, quien no cuenta con los recursos humanos ni de infraestructura necesarios para realizar de manera efectiva su trabajo, a pesar de que en ese municipio se declaró la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) y de que el gobierno está obligado a implementar medidas de seguridad por considerarse zona de riesgo.

En ese sentido, “las acciones y omisiones de las autoridades de los tres niveles de gobierno para garantizar la vida de las mujeres a una vida libre de violencia, y la falta de su atención pronta y efectiva, deriva en que muchas de las agresiones puedan concluir en feminicidios”.

Ante las circunstancias, ambas organizaciones exigieron la aplicación inmediata y efectiva de políticas públicas para prevenir, investigar, sancionar y erradicar los feminicidios y la violencia contra las mujeres en el estado; que la FGE dote de recursos humanos e infraestructura a la Unidad Especializada en Feminicidios y en la Agencia Especializada en Delitos Sexuales y Violencia Familiar, con sede en Tlapa, para dar seguimiento a las carpetas de investigación por feminicidio y violencia familiar.

Que el personal adscrito a las unidades de atención a mujeres cuente con perspectiva de género, interculturalidad y de derechos humanos; que la FGE, mediante la Agencia del Ministerio Público Especializado en Delitos Sexuales y Violencia familiar, cuente con personal suficiente e infraestructura para asegurar medidas de prevención a mujeres que denuncian violencia familiar cuando son amenazadas con privarlas de la vida.

“Como organizaciones defensoras de los derechos humanos estaremos atentas de las acciones que el gobierno de Guerrero realice para erradicar la violencia contra las mujeres, que en lo que va del año, continúa siendo letal”, concluyeron.

(En la imagen: El maestros Wilibaldo Rojas Arellano presentó el libro “Adela Rivas Obé, heroína de la honestidad”. Asistieron el fundador del Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados, Rogelio Ortega; Rosa María Gómez y Margarita Jiménez, profesora del instituto, así como el hijo de la doctora asesinada, Bolívar Darío Rojas Rivas) 

Exhiben la ineficacia de las autoridades en
libro sobre Adela Rivas, dice ex gobernador

En la presentación de la obra Adela Rivas Obé, heroína de la honestidad, Rogelio Ortega Martínez expone que ahí se narra la travesía de la familia de la doctora del IMSS para buscar justicia por su asesinato. Como comentaristas estuvieron también la investigadora Margarita Jiménez Badillo y la feminista Rosa María Gómez Saavedra quienes coincidieron en que Guerrero está atravesando una grave crisis de inseguridad y de violencia de género.

Texto: Karla Galarce Sosa

Acapulco, Guerrero. En el libro Adela Rivas Obé, heroína de la honestidad, de Wilivaldo Rojas Arellano se exhibe la ineficacia de las autoridades, el periplo de una familia por la búsqueda de justicia y el dolor que desencadena un ser querido desaparecido, señaló el ex gobernador, Rogelio Ortega Martínez durante la presentación de la obra en el Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados Ignacio Manuel Altamirano (IIEPA-IMA) de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).

En la ponencia estuvo la investigadora de esa institución, Margarita Jiménez Badillo, la feminista y académica de la UAG, Rosa María Gómez Saavedra y Rogelio Ortega Martínez, el evento fue en la sala Nicolás Maquiavelo y asistieron unas 20 personas, la mayoría alumnos de la institución y profesores de la misma.

Antes, el hijo de la doctora Adela Rivas, Darío Rojas recordó que van 26 homicidios de mujeres en el 2018, lo que calificó como una “grave crisis” de violencia en el estado a pesar de que hay ocho municipios con la alerta de género, “casi una mujer cada día (es asesinada) en el estado, más los (casos) que no han sido documentados”.

Mencionó que el año pasado el periódico digital El Debate publicó que hubo 149 homicidios de mujeres y la Fiscalía General de Guerrero (FGE) sólo reconoció 13 casos como feminicidios.

Durante su participación recordó los asesinatos de Diana Paulina, una niña de 13 años que fue asesinada en Chilapa y de quien su familia no buscó justicia por la desconfianza hacia las autoridades, siguió con el caso de una joven conocida suya de nombre Karina quien fue asesinada en Atoyac, y el caso que más ha conmocionado a la sociedad, el de la nutrióloga Magdalena en Taxco quien fue brutalmente asesinada presuntamente por su ex esposo.

Cuestionó que “en ninguno de estos casos la Fiscalía ha dado los resultados pertinentes, sólo se han criminalizado a las víctimas o a decir que fueron víctimas de la delincuencia organizada. Lo que quiere decir que se está deslindando porque el gobierno estatal no tiene injerencia en la delincuencia organizada, eso es de índole federal y es como lavarse las manos”.

Contó cómo se desarrolló el caso de su madre de cuyo asesinato hay un detenido quien era el encargado de la farmacia de la clínica del IMSS de Petacalco donde la doctora investigaba un robo de medicamentos.

También declaró que “nosotros queremos al criminal en la cárcel, porque si lo que dice la Fiscalía de que sólo es un asesino, lo queremos en la cárcel, que pague y que a partir de allí haya un parte aguas y que cualquier criminal que quiera asesinar a una mujer lo piense dos veces. Sólo buscamos y queremos el orden y paz que se nos ha prometido”. Además recalcó que la familia no está interesada en investigar el robo de medicamentos.

También recriminó que ahora a los criminales se les hace “fácil” asesinar a una mujer porque las autoridades no actúan.

Se solidarizó con las familias que se manifiestan para buscar a sus desaparecidos, que hacen búsquedas en fosas y entendió que el tiempo pasa muy lento para quienes sufren la pérdida de sus familiares por desaparición y mencionó el caso de los 43 normalistas de la normal de Ayotzinapa.

Posteriormente, la investigadora Margarita Jiménez Badillo dijo que la obra de Wilivaldo Rojas es “reivindicar quién fue Adela Rivas Obé”.

Dijo que el libro está “dedicado a las mujeres del mundo que han caído para abrir brecha a los derechos de la mujer y que tuvieron la osadía de rebelarse contra la ley más antigua, la obediencia”.

En su reflexión, la académica dijo que el homicidio de la doctora Rivas fue resultado de que no quiso involucrarse en una mafia dedicada al robo de medicamentos, de ahí que mantuvo su rebeldía y honestidad.

Destacó que la obra de Rojas Arellano ayuda a conocer el entorno social en el que desenvuelve toda la vida de la doctora y la lucha social que encabezó desde su juventud.

“Hay una fuerte crítica acerca de la falta de seguridad y los índices de inseguridad que hay en Guerrero y en otras partes del país. Debemos pensarlo más allá de que se trate de un libro de familia, porque no lo es, sino que involucra a todos el tema de las mujeres, la violencia, la inseguridad y qué pasa con la autoridad que no hace nada”, expresó.

En su oportunidad, Rosa María Gómez Saavedra dijo que la elaboración del libro está enmarcada en la profunda crisis de inseguridad y en particular en el tema de la violencia de género que se manifiesta en el país.

Dijo que la violencia organiza a las familias para exigir justicia y manteniendo una lucha por ello.

“La presentación de este libro retoma un testimonio de vida, pero también permite hacer la denuncia de este artero crimen, de este asesinato y la exigencia de justicia”, expresó Gómez Saavedra.

Por su parte, una hermana de la doctora Adela Rivas, María Angelina Rivas agradeció la asistencia de los presentes y el apoyo que les han brindado hacia su familia.

El autor del libro habló al final de las participaciones y agradeció la asistencia al acto y también exigió justicia completa para el caso de la doctora Adela Rivas.

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Páginas 2, 10 y 12