23 mayo,2023 1:31 pm

Ven vecinos difícil evacuar rápido en caso de contingencia por Popocatépetl

 

Ciudad de México, 23 de mayo de 2023. “Aquí parece que no tenemos autoridad”, suelta molesto Maximiliano Meléndez mientras barre la ceniza del Popocatépetl que se acumuló durante la noche en frente de su casa en la comunidad de San Nicolás de los Ranchos, a faldas del volcán.

Sobre la Calle 5 de Mayo, a una cuadra del centro del pueblo, el comerciante se queja de que no hay señalización adecuada ni tampoco camionetas para alejar a los pobladores de las faldas del volcán en caso de contingencia.

“Nos dicen: ‘ya están las unidades’ (para evacuar), pero no las vemos, lo más cordial es que el gobierno traiga unas 20 unidades, por precaución, porque realmente aquí no hay nada”, lanza.

“Estarán en Puebla, pero no aquí, en los pueblitos, nada, ¿Se imagina si tenemos que salir rápido? No vamos a poder ¿Dónde están las unidades? No hay nada, ¿Qué nos pasaría?

La autoridad local, sostiene el hombre de 42 años de edad, ha estado ausente: no ha dado recomendaciones a la población, tampoco ha convocado a alguna asamblea informativa y su personal apenas repartió algunos cubrebocas.

“No han avisado nada, no hay hecho una junta general para dar indicaciones, no se sabe nada, a nosotros nos daría gusto que el Presidente Municipal dijera: ‘vamos a hacer una junta para ver lo del Popo’, pero de él no sale nada, hasta ahorita no dice nada”, indica.

“Esperamos que no pase a mayores, yo soy de los que sí se saldría en caso de evacuación, pero mientras tanto, acá nos mantenemos tratando de sacar el trabajo”, agrega afuera de su local de botanas.

Este pueblo, uno de los más cercanos al volcán del lado de Puebla, trata de hacer su vida cotidiana, pero las afectaciones comienzan a ser evidentes. En los últimos días, muchos se fueron a otros pueblos por la caída de ceniza.

Las calles están llenas de polvo volcánico y, a pesar de que los vecinos la recogen hasta tres veces al día, se levantan polvaredas al paso de vehículos y de personas; además, decenas de comercios cerraron desde la semana pasada por la falta de clientes.

“Ayer no vendí nada, hoy no sabemos. Sobrevivimos, la verdad, porque hacemos otras cosas, porque si no, quién sabe, esto está espantoso”, manifiesta Antonia Castillo, Doña Antonia, mientras limpia el mostrador de vidrio de su comercio.

“Este fenómeno trae muchas cosas, la comunidad está paralizada porque no hay comercio, no hay nada, mucha gente se salió y los que seguimos acá estamos abocados a juntar la arena, para que no se nos tapen las alcantarillas, pero sí está un poco complicado para todos, esperemos esto pase pronto y no pase a mayores”.

Al día siguiente de que autoridades estatales y federales visitaron la zona, incluido el gobernador de Puebla, en el pueblo no se observan puntos o brigadas de atención; los letreros de señalización son escasos y poco visibles; y el despliegue policial se limita a los caminos.

“La verdad las autoridades han estado mal, porque en un caso de contingencia para salir, sería complicado, hay calles muy dañadas, no hay señales, cuando ahorita se debería de preocupar el gobierno por arreglar esta situación. Somos muchos habitantes y, si tuviéramos que salir, yo creo que hasta nosotros ocasionaríamos algún accidente”, considera.

“Hay muchas personas que tiene su vehículo, pero muchas no lo tienen, entonces ellos no tendrían cómo salir en el momento. Podrían pasar muchas cosas, entonces es necesario que el gobierno realmente se preocupe de esto, pero yo veo que no”.

Texto: Antonio Baranda / Agencia Reforma