5 mayo,2018 8:25 am

¡Viva México cabrones!, grita Katy Perry en su concierto en la Arena Ciudad de México

Texto: Rodolfo G. Zubieta / Agencia Reforma/ Foto: Twitter
Ciudad de México, 5 de mayo de 2018. Contarlo puede resultar insuficiente, e imaginarlo, ligeramente difícil… El nuevo show de Katy Perry hay que atestiguarlo en vivo.
Ese es el cometido del Witness: The Tour, que desde que inicia exige a los presentes mantener la mirada muy atenta, al igual que el enorme ojo de pantallas LED que enmarca el escenario y que parece vigilar todo el tiempo que la gente tenga la energía a tope.
Niñas con pelucas azules y tutús rosas; adolescentes con colitas y orejas de gatita; padres con cara de sueño mientras sus hijos se divierten; hombres disfrutando de los encantos de Perry… así fue el contraste entre las 22 mil personas que llegaron anoche a la Arena Ciudad de México.
El común denominador entre la masa fue el ánimo de fiesta y los gestos de asombro ante el despliegue visual que la californiana presumió de principio a fin, arrancando a las 22:08 horas con el iris gigante de la cantante al centro de la pantalla ocular y el cual se transformó en un viaje por el espacio.
La primera parada fue un planeta rojo, del que emergió una estrella plateada flotante de la que salió Perry entre cortinas de humo.
Witness sonaba de fondo, mientras ella exudaba sensualidad enfundada en un traje dorado y futurista entallado.
“¡Me ha costado 67 shows llegar hasta ustedes México!”, gritó antes de regalar Dark Horse, que puso a vibrar al coliseo y a bailar hasta a los adultos más serios.
Para Chained to the rhythm, ahora acompañada de dos marionetas gigantes y ocho bailarinas (todos con televisores en lugar de cabezas), Katy repitió su desfile por la pasarela; los fans intentaron tocarla, las niñas lloraban de emoción y todos filmaban el momento con sus teléfonos.
Toda canción en el set fue colocada meticulosamente para jugar con las emociones de la gente, como pasó en el acto más nostálgico y prendido de la noche, con rolas como Teenage Dream, Last Friday Night (T.G.I.F) y California Gurls.
“¡Hay, Dios mío! ¡Silencio! Hola, ¿cómo estás? I speak un poquito de español. Sé ‘papichulo’ y ‘¡Viva México cabrones!’ ¿Está bien así”, expresó. Su examen de español lo pasó con 10.
Puppets de flamingos y secuencias de video ochenteras vistieron la presencia del icónico Left Shark del Super Bowl XLIX_, quien tocó un piano de piso y recreó la escena de la película Quisiera ser grande junto a Perry. Acto seguido, unos labios aparecieron sobrevolando el escenario, hasta que lograron devorar a la cantante en I kissed a girl.
El siguiente acto, mucho más romántico, mostró a Katy en un body negro que presumía sus piernas mientras jugueteaba entre los tallos de rosas gigantes y hacía pole dance junto a un bailarín.
Las expectativas de todos fueron rebasadas una vez más cuando su ídolo se trepó a un pequeño planeta con guitarra en mano y empezó a flotar por todo el inmueble.
https://twitter.com/crybabyxlml/status/992472238279548929
Polémica foto
Katy Perry aprovechó su visita a Ciudad de México para acudir a un santuario de vida silvestre, donde se tomó fotos con los animales… pero con ello se ganó el repudio de los defensores de la fauna.
La cantante cargó cachorros de león en su visita al centro Black Jaguar-White Tiger.
Cassandra Koenen, directora global de mascotas exóticas en la organización World Animal Protection, afirmó que ese lugar en el sur de la Ciudad de México no es lo que parece, según dijo al portal The Blast.
“Centros farsantes de vida silvestre como Black Jaguar-White Tiger apuntalan esta sórdida industria de entretenimiento”, dijo Koenen.