31 julio,2024 9:11 am

Ya di lo que podía dar, pero podría ayudar al nuevo gobierno, dice el director del INAH

 

Ciudad de México, 31 de julio de 2024. El director general del INAH, Diego Prieto, consideró que una renovación en la dirección del organismo que dirige desde 2016 sería benéfica. “Yo ya di lo que podía dar”, dijo incluso, aunque a la vez manifestó su interés en continuar con la “transformación” de México.

Consultado por Reforma sobre si ha sido llamado por el próximo gobierno para permanecer al frente de la dependencia, respondió que ha platicado con las autoridades entrantes, pero no sobre su persona, sino acerca del Instituto.

“Me interesa participar en este proceso que vive México desde lo que yo sé hacer. Mi experiencia son los movimientos sociales, es la etnografía de las comunidades indígenas de México… Por ejemplo, trabajar en esta vertiente que signifique la visibilización y el empoderamiento de las culturas y comunidades indígenas de nuestro país, me parece también muy importante”, dijo ayer tras participar en el anuncio de la 35 Feria Internacional del Libro de Antropología Historia.

“¿Ya no quiere ser la cabeza del INAH?”, se le cuestionó.

“Estaré donde me indiquen”, respondió. “Yo sé que en estos procesos uno debe ser entrón y comprometido, pero yo pienso que, de alguna manera, ya di lo que podía dar, (aunque) por supuesto que yo creo que podría seguir haciendo un buen papel. (Pero) ya llevo dos años y una pizcachita del Gobierno anterior y los seis años de este Gobierno. Ya habría que buscar la renovación. Yo creo que la renovación es buena”.

Agregó: “Ahora bien, puede ocurrir que me requieran, sobre todo porque hay algunos temas que requieren continuidad y que, evidentemente, yo domino, y así lo ha reconocido el Presidente (Andrés Manuel) López Obrador. Entonces, probablemente –esto será algo que definirán la Presidenta electa Claudia Sheinbaum y la próxima Secretaria de Cultura Claudia Curiel–, podría darse el tránsito unos meses después, y que yo les ayude en todo lo que es la parte de concluir, por ejemplo, las tareas del Tren Maya, puede ser”.

Tras estas palabras, dejó en claro: “Yo soy soldado obediente”.

Con respecto al Tren Maya, precisamente, diversas voces de la comunidad cultural le han recriminado su actuar, por considerar que no ha velado por el patrimonio cultural y natural ante el trazo de la ruta, ni mucho menos protestado ante posibles daños.

 

Texto y foto: Agencia Reforma