24 octubre,2017 6:24 am

Exigen paz y aluden a los 43 y a Antonio Vivar en la procesión del Señor del Nicho en Tlapa

Tlapa, Gro., 24 de octubre de 2017. En los tapetes de aserrín que se hacen para la procesión católica anual del cristo El Señor del Nicho se pidió la paz, se mencionó a los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, al activista asesinados por policías federales Antonio Vivar, y que libre a la población de la delincuencia y del mal gobierno.

Los tapetes multicolores alusivos a los 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron los de la calle Mina, donde está el Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan.

Para hacer estos tapetes los vecinos iniciaron trabajos desde muy temprano para que estuvieran listos a las 3 de la tarde, cuando sacan la imagen del Cristo Crucificado para iniciar el recorrido.

Durante la procesión que dura más de 3 horas por el primer cuadro de la ciudad se hacen siete estaciones y plegarias, la primera fue a cargo de Monseñor Dagoberto Sosa Arriaga que en “oración por la paz” pidió por la patria dañada debido a la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad.

Pidió que se les dé acierto en las decisiones a quienes gobiernan, que tocara el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte, y que proteja a las familias, a los jóvenes y a los pueblos.

En la segunda en Adoración Nocturna se pidió la paz que se necesita en el estado y en especial en Tlapa. La tercera estación le tocó al Grupo Emaus que dijo que los jóvenes viven en un mundo complicado y son absorbidos por la tecnología, las redes sociales y la televisión. y le pidieron al Cristo que mire al estado marcado por la ola de violencia y de inseguridad por la falta de amor.

En la cuarta estación estuvieron los Grupos Conyugales que pidieron respeto por la familia, y que la sociedad tome conciencia de vivir en armonía y devuelva la tranquilidad que tanta falta hace.

En la Quinta estación de las Carreras Guadalupanas se mencionó que el dolor en Tlapa es desgarrante, en los periódicos se lee la muerte, y los vecinos están cansados de secuestros, de pintar paredes con nombres de desaparecidos que sólo quedan en el olvido.

Además están cansados de decir nos faltan 43, cuántas fosas clandestinas de cuerpos sin reclamar, personas que se perdieron en el narcotráfico, prostitución, drogadicción y se tiene miedo de vivir y de soñar “porque no sabemos si regresaremos a casa en medio de esta ola de violencia”.

En la Sexta estación de las Pandillas Cristianas pidieron la libertad y en la Séptima la Legión de María agradeció al Señor del Nicho estar como cada año.

Dijeron que se acordaban de él hasta que se movía la tierra, alcanza un huracán o toca la violencia “sin darnos cuenta que nosotros provocamos nuestros propios males por no cuidar nuestro planeta, nuestros recursos naturales”.

Cada año los tapetes de aserrín son mejor diseñados y perfeccionados y las calles se empiezan a cubrir por completo como a las dos de la tarde, cuando se van ultimando los detalles.

Aunque en algunos vecinos causa molestia el paso de los feligreses entre los tapetes es difícil contener a la multitud que acude a venerar al Cristo cada año, con miles de visitantes.

Nota y foto: Carmen González Benicio