Monterrey, 1 de octubre de 2017. Preocupado porque algunos amigos han sufrido al protagonizar imágenes que los denigran y que se han vuelto virales en redes sociales, Carlos Emiliano Arias Guadiana decidió alzar la voz y buscar protección contra el ciberbullying, problema que es más común de lo que parece entre jóvenes.
Durante el verano pasado, el adolescente de 15 años buscó información y asesoría; quería protección legal para las víctimas que sufren de esta especie de escarnio digital y un castigo para quienes lo cometen.
Fue así como, apoyado por su papá, abogado, elaboró una iniciativa que este mes entregó al Congreso de Nuevo León, en la que pide que sean modificados los dos artículos del Código Penal del Estado que definen y castigan las “injurias”.
“Lo que estoy proponiendo es que en el artículo 342 se incluya el ciberbullying como una injuria”, explica Carlos Emiliano entrevistado en el American Institute of Monterrey, donde estudia el tercer grado de secundaria.
“Y en el artículo 343, (propongo) que si lo haces contra un menor de edad es el doble de tiempo. Antes era de tres días a un año, si cometes una injuria, si lo haces contra un mejor de edad, sería de seis días a dos años”.
El Código Penal del Estado de Nuevo León define injuria como “toda expresión proferida a toda acción ejecutada para manifestar desprecio a otro, o con el fin de hacerle una ofensa”.
El diccionario de la Real Academia Española lo señala como agravio, daño o incomodidad que causa algo.
Para Carlos Emiliano es precisamente eso lo que el ciberbullying causa a los jóvenes, ya sea con la alteración digital de alguna foto, creando perfiles falsos en redes sociales o difundiendo imágenes que provocan burlas entre ellos.
En esta realidad, asegura el chico, los jóvenes con acceso a redes sociales son vulnerables.
“Antes llegabas a tu casa, te sentías seguro porque estabas en tu casa y no te podían molestar ahí. (Ahora) llegas a tu casa y ves en el Facebook que hay una cuenta a tu nombre, y empiezan a subir puros memes tuyos, fotos fotoshopeadas, fotos que te avergüenzan. Llegas a tu casa y empiezas a ver los mensajes en WhatsApp. Las fotos que están circulando tuyas en redes sociales, en Instagram. No creo que ninguna persona quiera pasar por esto”.
En Nuevo León, el Reglamento de Disciplina Escolar, publicado en el Periódico Oficial hace un año, indica una serie de medidas cuando en una comunidad educativa se presente acoso físico o cibernético.
Las medidas van desde asignación de actividades académicas adicionales para quien comete la falta hasta el cambio de plantel educativo.
Para Carlos Emiliano el castigo debe ser de tipo penal, pues las consecuencias pueden ser fatales.
“Hay muchos casos de ciberbullying en todos los colegios y hay que combatir eso. Muchas personas se cambian de colegio, no tienen amigos, incluso pueden pensar en suicidarse”, señala.
“Muchas veces a lo mejor los jóvenes lo ven divertido y se ríen, pero no es divertido para la persona (víctima)”.
Por eso, indica el chico, el artículo 343 del Código Penal que habla de sanciones a injurias también debe ser cambiado, aumentando los castigos.
Actualmente, este artículo señala: “El delito de injurias se sancionará con tres días a un año de prisión, o multa de una a 10 cuotas, o ambas, a juicio del juez. Si las injurias fueren recíprocas, el juez podrá declararlas exentas de sanción”.
“Para que los jóvenes nos sintamos seguros, que las víctimas que están sufriendo sepan que pueden acudir a la policía, que no están solos”.
Carlos Emiliano busca que los legisladores locales aprueben su propuesta.
“Quiero que los diputados no sólo la aprueban así tal cual, sino que la mejoren. A fin de cuentas ése es el trabajo de los diputados. Que los diputados puedan pensar en los jóvenes, que dejen sus peleas a un lado y aprueben esta ley”.
Texto: Daniel Santiago- Agencia Reforma/ Foto: #nodacompartir (Campaña Inadi y UNICEF)
