Marcial Rodríguez Saldaña
El periódico, la prensa escrita, siempre ha jugado un rol muy significativo en los procesos revolucionarios y de transformación social. Así ocurrió en la época de la Revolución Francesa, en donde los periódicos L´Ami du pueple, Le Moniteur Universel, Le Père Duchesne, Le Vieux Cor-delier, transmitieron al pueblo las ideas de libertad, igualdad y fraternidad.
En Estados Unidos, el periódico El Federalista albergó los artículos de Hamilton, Madison y Jay, en donde expusieron sus ideas acerca de la Constitución norteramericana durante la Convención de Filadelfia en 1797.
En el csaso de la lucha por la Independencia de México –primera gran transformación del país– destacaron lo periódicos El Des-pertador Americano, el Correo Americano del Sur, El Ilustrador Americano, El Ilustrador Nacio-nal, La Avispa de Chilpancingo. Hay que resaltar la gran aportacion fundamentalmente por convicción a la causa independentista de doña Leona Vicario, quien aportó recursos económicos –sus joyas– para comprar la primera imprenta a favor de la lucha.
Ya en la época postindependentista, en la lucha ideológica entre conservadores y liberales, fueron relevantes los periódicos El Ahuizote; El Padre Cobos, El Renacimiento, La Ilustración potosina, El Socialista, El Siglo XIX y El Monitor Republicano, El Federalista, La Tribuna y La Patria en donde destacaron las plumas de Ignacio Ramírez El Nigromante, Francisco Zarco e Ignacio Manuel Altamirano.
En el periodo previo a la Revolucion Mexicana destaacó el periódico Regeneración fundado por Antonio Hoscasitas, Ricardo y Jesús Flores Magón, que difundió las ideas a a favor de la lucha de la clase obrera.
El periódico El Sur que en su edición impresa ha circulado en el estado de Guerrero, aparece en mayo de 1993, en un periodo inmediato posterior al gran movimiento social popular electoral de 1988, cuando entró en crisis el sistema político mexicano, que se extendió a las entidades de la República, entre ellas Guerrero. Era una época en que los medios de comunicación, prensa, radio y televisión estaban al servicio del régimen autoritario, cerrados a la oposición y al pueblo.
El Sur aparece como un medio de comunicación impreso, abierto a las diversas posiciones ideológicas y políticas, pero fundamentalmente se constituyó en un espacio para darle voz a quienes nunca la habían tenido.
A lo largo de tres décadas El Sur ha reflejado en sus páginas los movimientos sociales, políticos y electorales más relevantes de Guerrero. Ahí se ha dado cuenta de los actos más cruentos de represión, de violaciones graves a los derechos humanos como la masacre de Aguas Blancas el 28 de junio de 1995; la de El Charco, del 7 de junio de 1998; los asesinatos de estudiantes normalistas del 12 de diciembre de 2011; los crímenes y la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa cometidos el 26 y 27 de septiembre de 2014 y todas las luchas para exigir su presentación con vida y el castigo a todos los responsables.
En las luchas por la democratización del estado, El Sur ha dado cuenta de los fraudes electorales y de las intensas jornadas por la democracia. Sin ninguna duda, su apertura informativa y de sus páginas editoriales, ha sido una gran contribución a la Cuarta Transfor-mación que hoy vivimos en Guerrero. No se podría entender el proceso democratico de nuestra entidad, sin las aportaciones del periódico El Sur.
Así como otros periodicos ya referidos han jugado roles destacados en los grandes procesos de transformación social y política –guardando las proporciones y cada época–, así El Sur ha tenido un papel muy destacado en la transformación social y política de Guerrero.
Una cordial felicitación y reconocimiento a Juan Angulo Osorio, director general de El Sur, a todas y todos los que colaboran en cada una de las areas del periódico, por cumplir tres décadas al servicio del derecho a la información del pueblo y de la democracia. Larga vida.
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