10 junio,2018 7:20 am

Habla la acapulqueña Brenda Ríos del peso de vivir en la Cdmx en su libro “Cubo de Rubik”

Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano/ Foto: Cortesía
Acapulco, Guerrero, 10 de junio de 2018. La escritora guerrerense Brenda Ríos destacó que su nuevo libro Cubo de Rubik (Ediciones Camelot América, 2018), “paso del ensayo a la crónica, además de hablar del peso de una ciudad como la ciudad de México y otros temas de la vida diaria y también, de las relaciones interpersonales un tema que a mí me interesa sobremanera”.
En charla telefónica a la Ciudad de México, la escritora originaria de Acapulco relató que el libro que presentó el pasado miércoles en la sede de la Escuela de Escritores de México, en la Ciudad de México, de la mano de la escritora Magali Tercero y la propia Brenda Ríos, contiene crónicas que aparecieron en su columna República Frambuesa, de la revista electrónica Metrópoli Ficción, y que originalmente eran parte de un libro que debía llamarse Mala leche.
“Eran como 100 páginas de puras crónicas, pero el libro entró a dictamen a una editorial comercial donde me dijeron que tenía que engordarlo, porque aceptaban sólo libros mayores de 200 páginas, así que lo engordé, agregué textos que son muy cercanos al cuento, al relato, y también algunos aforismos y viñetas”.
Así, este libro se llamaría Mala leche conteniendo dichas crónicas y otros textos bajo el nombre de  Piezas sueltas, a las que se sumarían las viñetas y los aforismos.
No obstante, la escritora añadió que una vez que el dictamen fue distinto al que esperaba, decidió dejar el libro como estaba, sólo dándole un nuevo nombre: Cubo de Rubik y consiguiendo que fuera editado por Ediciones Camelot, del asturiano Pablo Solares Acebal.
“Son textos muy breves; las crónicas, por ejemplo, son de tres páginas y de los relatos el más largo es de unas seis páginas”, y añadió que también la idea es que la gente pueda leer los textos en cualquier orden.
Cuestionada sobre los temas tratados en el libro, Brenda Ríos comentó que “trata a la Ciudad de México, son crónicas urbanas principalmente, y habló de la vida cotidiana, de cómo ir de vacaciones, tomar una pesera, la vida en el encierro, etcétera”.
La primera parte del libro, Mala leche, reúne textos que pueden valer incluso pérdida de amistades, aceptó la escritora, pues se trata de escritos hechos en un estado de mal humor, donde sobresale la denuncia personal sobre situaciones propias del día a día en la Ciudad de México “y cómo te hartas de todo”.
En el caso de los cuentos, la otra parte del libro, “hay incluso cuentos hechos por encargo, todo un reto para mí, que no escribo cuento”, expresó la ganadora del Premio Nacional de Poesía Ignacio Manuel Altamirano.
“Hay textos que son prosa, otros que son un alucine y otros que son como textos de vigilia”.
Finalmente, los aforismos, “donde hay cosas muy simpáticas que van de algo como Los hotcakes son las hermanas gordas de las crepas, con la idea de mostrar pequeños estados de estupidez”, destacando el hecho de que no todo puede ser seriedad en la vida “porque para empezar nadie lo resiste y también, nadie te resiste”.
“Los aforismos son como pequeñas historias contadas de apoco y que además incluyen algo sobre Ayotzinapa”.
En ese sentido, y cuestionada sobre el porqué aún escritores guerrerenses no tocan desde la literatura la desaparición de normalistas de Ayotzinapa en el 2014, Brenda Ríos especuló con la idea de que “aún no entendemos lo que pasó en realidad”.
Luego de revelar que su padre incluso estudió en la normal de Ayotzinapa, aseguró que habrá textos, principalmente hechos ex profeso y por escritores de otras latitudes, que no soportarán el paso del tiempo, “pues no hay un trabajo estético”.
Finalmente, sobre Cubo de Rubik, aseguró que estará disponible próximamente en las librerías Educal y Porrúa del país y que habrá más presentaciones en otros sitios, incluido Guerrero.