El triplete de Antuna, el doblete de Jiménez y los tantos de Vega y Reyes dan cuenta de la débil escuadra cubana y de la seriedad con la que la Selección Mexicana de Futbol toma el encuentro.
Pasadena, California, 16 de junio de 2019. La vida hizo todo lo posible porque Uriel Antuna viviera una noche gloriosa en el 7-0 de México sobre Cuba.
El delantero marcó un hat-trick en el debut del Tricolor en la Copa Oro, sus primeros tantos como seleccionado mexicano.
El futbolista no habría librado el primer corte, el de la lista preliminar, pero sobrevivió gracias a las ausencias y a las lesiones o enfermedades. Después, no estaba entre los 23 convocados, pero se quedó por si Edson Álvarez no se recuperaba.
Antes de que se regresara al Galaxy se quedó en la lista final gracias a que de último momento se cayó de la convocatoria Jorge Sánchez. Después no iba a ser titular, pero entró en el once inicial gracias a la lesión de Rodolfo Pizarro.
Y ahí, en la cancha del Rose Bowl, encontró el espacio en el área para marcar tres goles.
Las otras anotaciones del Tricolor cayeron por conducto de Raúl Jiménez, en un par de ocasiones, así como de Diego Reyes y Alexis Vega.
México tomó con seriedad el partido ante un rival muy débil, que aun así hizo sudar a Memo Ochoa en una ocasión con el disparo de Aricheell que se estrelló en el travesaño.
El marcador no fue más holgado porque Raúl Jiménez falló al menos otras cuatro jugadas claras de gol, y otros jugadores estuvieron con la mira desviada. El miércoles México se mide a Canadá, que le pegó 4-0 a Martinica.
Texto: Agencia Reforma
Foto: Twitter @miseleccionmx