“Otra vez nos va a ir mal”, lamenta el escritor Ricardo del Carmen. Reducir las políticas al folclor “va a condenar a Guerrero a seguir en el cabús del desarrollo del país”, señala el teatrista Manuel Maciel. La actual administración ve a la cultura como un mero entretenimiento y “no como un aspecto que tenga que ver con el desarrollo social, con la salud, con el bienestar”, deplora el doctor en Bienestar Social y Políticas y Derechos Culturales por el Boston College, Javier Reyes Martínez
Acapulco, Guerrero, 12 de julio de 2022. Miembros de la comunidad cultural criticaron que esta administración morenista no tenga claro el papel de la cultura dentro del Plan Estatal de Desarrollo (PED) Guerrero 2022-2027, que recién en mayo aprobó el Congreso del estado.
Además y en charlas por separado, criticaron que no sea reconocida como un derecho para los guerrerenses y cuestionaron que el apoyo sea mayoritariamente para la cultura popular.
Y es que en dicho PED la cultura se menciona en apenas unas cinco de hojas de presentación y diagnóstico y una más con recomendaciones generales dentro de un plan de poco más de 400 páginas y no está mencionada en sus tres ejes temáticos y tres transversales ni tampoco en sus 12 áreas prioritarias de política pública. (El Sur, edición del 11 de julio, 2022).
Para el escritor y maestro en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) Ricardo del Carmen Gallardo “otra vez nos va a ir mal pues más allá de que estos diagnósticos, estos planes de gobierno, vengan de foros de la sociedad civil también es importante la visión que el gobierno quiere impulsar; una de las grandes debilidades de las administraciones públicas es la falta de una verdadera plataforma de gobierno”.
Agregó que “pareciera que se quiere impulsar principalmente el folclor tal y como lo hizo la administración priista anterior”.
“Si no hay una visión clara desde el gobierno, desde la secretaría (de Cultura), de lo que quiere hacer en cultura para el estado como creadores, artistas, promotores, estamos perdidos, porque no sabemos qué hacer o de qué manera podríamos contribuir al estado porque nosotros no tenemos los presupuestos, los recursos, y sólo nos queda cuestionar y resistir”.
Además, aseguró que “el gobierno no ve a la cultura como un derecho, por eso no se siente en la obligación de tener que hacerla efectiva”.
Por su parte, el actor y director teatral Manuel Maciel Campos señaló la visión de quienes están al frente del estado de Guerrero pues dijo, del PED aprobado se desprende un concepto cultural reducido sobre el arte y la cultura que se remite principalmente a lo popular.
“Creo que es muy importante la revaloración del folclor, de lo popular, yo hago teatro popular, pero no todo se reduce a eso, no es lo único y esta visión va a condenar al estado de Guerrero a seguir en el cabús del desarrollo del país”.
Quien es además maestro en Creación Artística por el Centro Morelense de las Artes cuestionó las recomendaciones generales para el sector cultural vertidas en el PED por su falta de especificidad y aseguró que “si no tiene claro el para qué no van a tener claro el qué y el cómo”.
Así, dijo, el trabajo vendrá desde las propias comunidades culturales, como ha venido pasando, aunque éstas actualmente “estén calladas, desarticuladas; la resistencia, la acción, va a estar por fuera”.
Mientras tanto, para el doctor en Bienestar Social y Políticas y Derechos Culturales por el Boston College, Javier Reyes Martínez, resultó una sorpresa negativa que la cultura no fuera un eje de acción de este nuevo gobierno; “me llama mucho la atención la ausencia del tema y esto en efecto manda a todo el sector cultural a un lugar secundario, sin total relevancia para esta administración”.
Asimismo, dijo que se percibe a una mirada de lo cultural como un mero entretenimiento y “desde una perspectiva folclorizada y no como un aspecto que tenga que ver con el desarrollo social, con la salud, con el bienestar en general; (la cultura) es vista como una cosa exótica que hay que mantener”.
Así, es que se justifican las acciones de trabajo presentadas en el PED, que calificó como pobres, destacando que si bien hay cosas buenas como el desarrollo de infraestructura o el apoyo a los artesanos, de los indígenas, de la comunidad afromexicana –aunque acotó que no hay nada respecto a minorías, grupos vulnerables o temas de género– el trabajo de los artistas y los gestores culturales fue minimizado a una sola línea de acción que no atiende temas como su seguridad social.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano
