14 septiembre,2022 9:10 am

Carlos III recibe el ataúd de Isabel II en el Palacio de Buckingham; miles observan el recorrido

Los londinenses tendrán cinco días para presentar sus respetos a la difunta monarca, hasta la madrugada del lunes 19, día en que se celebrará su funeral de Estado en la Abadía de Westminster y será inhumada en Windsor

Madrid / Londres, 14 de septiembre de 2022. El féretro de la reina Isabel II ha llegado ayer por la tarde, en torno a las 20.00 horas al palacio de Buckingham, en Londres, donde ha sido recibido por el monarca Carlos III y la reina consorte Camila.

Los restos mortales de Isabel II han aterrizado en torno a las 19.00 horas en Londres provenientes de Escocia, donde estos días se han celebrado una serie de actos oficiales en recuerdo a la monarca, fallecida el jueves en Balmoral.

El rey Carlos III ha recibido los restos mortales de su madre en la que había sido su residencia principal durante 70 años de reinado. Tras Buckingham, el féretro de la monarca será trasladado el miércoles al palacio de Westminster, donde se instalará la capilla ardiente.

Miles de personas se apostaron al borde de carreteras y calles para ver pasar el féretro durante su poco más de una hora de trayecto desde la base militar de Northolt, donde llegó procedente de Escocia, donde la Reina falleció el jueves pasado a los 96 años.

Cientos de personas se han reunido en las inmediaciones del Palacio de Buckingham para recibir a la comitiva que acompañaba el féretro. Una vez los restos de la monarca han cruzado las puertas exteriores del palacio, los asistentes han roto en aplausos y vítores a Isabel II.

Una aeronave C-17 Globemaster, usada recientemente en misiones de ayuda a Ucrania, aterrizó en la base militar de Northolt a las 18:54 horas, transportando en su interior el féretro cubierto con el estandarte real y una corona de flores.

Horas antes, ocho portadores sacaron el ataúd bajo las miradas de emoción de una multitud reunida a las puertas de la catedral de Saint Giles de Edimburgo, donde permaneció en una capilla ardiente desde el lunes por la tarde.

La única hija mujer de la Reina, la Princesa Ana de 72 años, acompañó el último viaje de Isabel II, cuyos restos mortales reposarán durante la noche en el Palacio de Buckingham rodeados por los miembros de la familia real, encabezados por el nuevo monarca, Carlos III.

Los londinenses tendrán cinco días para presentar sus respetos a la difunta monarca, hasta la madrugada del lunes 19, día en que se celebrará su funeral de Estado en la Abadía de Westminster y será inhumada en Windsor.

El domingo está previsto que el país observe un minuto de silencio a las 20:00 horas como señal de respeto a la única monarca que han conocido la mayoría de británicos.

El lunes se celebrará el funeral de Estado a la reina en la abadía de Westminster, un acto al que asistirán destacan miembros de las casas reales de todo el mundo, entre ellos los Reyes Felipe y Letizia, y también presidentes y jefes de Estado como el estadunidense Joe Biden, el francés Emmanuel Macron o el turco Recep Tayyip Erdogan. Está previsto que asistan unos 500 líderes internacionales.

Las autoridades de Reino Unido no han remitido invitación alguna a Rusia y Bielorrusia para que participen como invitados en el funeral de Estado por la reina Isabel II.

Por su parte, las autoridades rusas han asegurado ayer que, antes de que Reino Unido los vetase del funeral de Estado por la reina, no tenían intención de participar en los actos por el fallecimiento de la monarca.

El rey de Inglaterra subraya su compromiso con Irlanda del Norte

El rey Carlos III ha prometido en Belfast recoger el testigo de su madre, Isabel II, también en lo referente a los compromisos de la corona con Irlanda del Norte, un territorio marcado durante décadas por un conflicto que, aún hoy, sigue reflejándose en las claras divisiones políticas y sociales.

El nuevo monarca ha proseguido por Belfast la gira emprendida tras el fallecimiento de Isabel II, en un gesto protocolario que sirve también como aval hacia la nueva etapa. Así, en un discurso ante diputados, se ha comprometido a seguir el “brillante ejemplo” de su madre y a trabajar en aras “del bienestar de todos los habitantes de Irlanda del Norte”.

“En los años transcurridos desde que comenzó su larga vida de servicio público, mi madre vio a Irlanda del Norte pasar por cambios históricos”, ha dicho el nuevo monarca, quien ha recordado que también su familia sintió como propias las “penas” de este territorio, según BBC News.

El presidente de la Asamblea de Irlanda del Norte, Alex Maskey, un histórico del IRA y del Sinn Féin, ha expresado sus condolencias a Carlos III en nombre de la institución y del pueblo norirlandés, destacando que su madre no había sido “una observadora distante” de la transformación vivida.

La reina, ha añadido, “demostró personalmente cómo las acciones individuales pueden ayudar a derribar barreras y alentar la reconciliación”, ha sostenido.

Irlanda del Norte carece de un gobierno efectivo desde las elecciones de mayo, a pesar de que del acuerdo político depende en gran medida el cumplimiento de los Acuerdos de Viernes Santo que pusieron fin al conflicto en 1998.

En los últimos comicios, alrededor del 42 por ciento de los votantes optaron por opciones de índole unionista, que abogan por que Irlanda del Norte siga formando parte de Reino Unido y tienen, en líneas generales, un sentimiento de mayor afinidad hacia la monarquía que ahora representará Carlos III.

Notifica el nuevo monarca el despido a un centenar de trabajadores de Clarence House

El rey Carlos III ha notificado el despido a casi un centenar de trabajadores de Clarence House, su residencia oficial mientras fue príncipe de Gales, en un momento en el que su oficina y la de la reina consorte Camila se están trasladando al Palacio de Buckingham tras la muerte de Isabel II.

Hasta 100 empleados de la residencia real, incluidos algunos que han trabajado allí durante décadas, recibieron el lunes la notificación de que podrían perder sus trabajos justo cuando estaban realizando la mudanza de los reyes a su nueva residencia, según ha informado el diario británico The Guardian.

Entre los trabajadores apercibidos se encuentran secretarios privados, el equipo de comunicaciones, la oficina de finanzas y el personal doméstico de Clarence House. Recibieron la notificación cuando se estaba celebrando en Edimburgo la primera misa de despedida en presencia de los restos de la difunta reina de Inglaterra.

La gran parte de los miembros del personal habían asumido que se fusionarían en la nueva casa del rey, alegando que no se les dio ninguna indicación de lo que podía pasar hasta que les llegó una carta de mano del principal ayudante del rey, Clive Alderton.

Por otro lado, el rey de Inglaterra no tendrá que pagar ningún impuesto de sucesión por la herencia millonaria que recibirá tras el fallecimiento de su madre, Isabel II, en virtud de una ley aprobada en 1993 ‘ex profeso’ para la corona.

La reforma adoptada en tiempos de John Major exime a las herencias “de soberano a soberano” de pagar la tasa del 40 por ciento que habitualmente se aplica para los patrimonios superiores a las 325 mil libras (unos 375 mil euros).

Texto: Europa Press / Agencia Reforma