Acuden 150 personas al poblado de La Providencia a conocer el nacimiento del río La Sabana y un punto conocido como “piedra grande”, como parte de un proyecto de turismo ecológico
Acapulco, Guerrero, 27 de marzo de 2023. Hace 12 años turistas extranjeros visitaban la comunidad de La Providencia, para conocer la ex hacienda de Juan Alvarez, la “piedra grande” y la fuente de origen del río de La Sabana, pero un día ya no llegaron.
Este domingo por segunda ocasión la comunidad recibió a un grupo de senderistas, quienes junto a los pobladores coincidieron en que los gobiernos del municipio de Acapulco y de Guerrero deben de dar mayor difusión y promover las comunidades de la zona rural con potencial turístico.
El grupo de 150 personas que acudió a la comunidad ubicada a unos 40 minutos de Acapulco, y con una población aproximada de poco más de mil habitantes forman parte del proyecto Acasenderimos que impulsa la Secretaría de Turismo municipal.
Este domingo el grupo partió a las 6 de la mañana de los sitios de taxis de Las Cruces, para luego transbordar en las camionetas de pasajeros del crucero del poblado del Kilómetro 42 hasta la comunidad. El costo total de ida fue de 50 pesos por persona.
Una vez ahí, un grupo de mujeres ya los esperaba con café, atole y tamales para desayunar. El grupo caminó por casi 2 kilómetros hasta el primer punto, la “piedra grande”, una roca redonda y de más de 20 metros de altura.
Al regresar al pueblo los senderistas volvieron a tomarse un descanso, algunos compraron aguas, refrescos, helados, y aguas de frutas que la gente vendía en sus casas, y en donde colocaron letreros con cartulinas.
La travesía continuó hacia la fuente donde nace el río de La Sabana, ubicado a un kilómetro del pueblo. El lugar rodeado de grandes rocas permitió a niños y adultos descansar, y jugar, además de echarse un chapuzón en el agua que por el intenso sol los refrescó.
El comisario municipal, Juan Vega Guerrero, comentó que estas actividades deportivas ayudan a fomentar la economía local y a incentivar a los pobladores para el cuidado del medio ambiente, además de subrayar que la comunidad es segura y que no hay problema para visitarla.
Comentó que luego de la primera visita en octubre del año pasado, esta segunda ocasión estuvo mejor organizada y preparada la comunidad, donde hace 12 años llegaban camiones con turistas extranjeros.
Indicó que en esta ocasión se organizó a dos grupos de personas para ofrecer los alimentos y las bebidas, pero también los visitantes acudieron a las pequeñas tiendas, y los tres restaurantes del pueblo.
La señora Loriela Lobato dijo que el paseo es excelente para salir de la ciudad y romper con la cotidianidad en el que se vive, y algo totalmente distinto a lo que se ofrece como diversión en la ciudad, como las playas o su vida nocturna.
Compartió que es el tercer pueblo y recorrido que hace en la zona rural del municipio en compañía de su familia y expresó que se ha sentido muy segura.
Eli de la Paz comentó que esta actividad apoya a los pobladores de las comunidades, y no solo se conoce la naturaleza sino que también hay historia como en La Providencia y la hacienda de Juan Álvarez que no se pudo visitar debido a que continúa en mantenimiento.
Paola Morales pidió a las autoridades del estado y municipio una mayor difusión de estos lugares, y no sólo Acapulco y sus playas, “que se ofreciera otra alternativa al turismo que viene a nuestro puerto, y que crearan pueblos mágicos que Acapulco tiene y que no son conocidos”.
La señora Natalia Cayetano Sánchez fue una de las mujeres que participó en la elaboración de los tamales, y atoles, que tuvieron un precio de 15 y 10 pesos.
La mujer dijo que con el dinero recaudado el grupo de baile folclórico de la comunidad Las Golondrinas de Oro va a financiar los trajes y otros accesorios que se necesitan para seguir aprendiendo a bailar y enseñar a los menores y adultos mayores.
Comentó que la llegada de las familias a la comunidad fue de gran ayuda para ella y el grupo de baile, porque de lo contrario hubieran hecho un esfuerzo mayor para poder recaudar los fondos con kermés y rifas, para comprar los materiales que necesitan.
La señora comentó que ella le tocó atender hace varios años a los turistas que llegaban a la comunidad y que a pesar de que no les entendía porque hablaban otra lengua, con señas se comunicaba con ellos.
La mujer pidió también que las autoridades fomenten la visita de los turistas a la comunidad, porque se ven beneficiados al vender comida y otros productos de la zona.
Texto y foto: Jacob Morales Antonio