La difusión ilegal de sus ediciones impresas ocasiona un severo impacto a sus ingresos y agudiza la crisis de la industria editorial, señalan directivos en un comunicado
Ciudad de México, 19 de junio de 2023. El editor en jefe digital de la revista Proceso, Santiago Igartúa Scherer, anunció que a partir de julio se dejará de publicar la revista en su edición semanal, cambiando su periodicidad para convertirse en una publicación mensual, que se enfocará en su oferta de contenidos por internet.
“A partir del 1 de julio, migramos el legado de nuestros fundadores a la era digital: la revista más influyente del país fortalecerá la oferta digital diaria –en todas sus plataformas– y transformará el semanario en ediciones mensuales de colección con los mejores reportajes de investigación. Larga vida a Proceso”, mencionó Igartúa Scherer en un comunicado en redes sociales.
En el texto que compartió el editor en jefe de la edición digital de Proceso, se informa que “la transformación de la industria periodística y la reproducción ilegal marcaron el camino” para que el medio migre “de la distribución impresa de sus contenidos”, ya que “la era digital postpandemia aceleró los cambios en los hábitos de consumo y en el modelo de negocios de los medios de información”.
“La reproducción ilegal de nuestro trabajo ha ocasionado graves perjuicios para esta empresa y sus trabajadores: con apoyo forense, hemos cuantificado la reproducción ilícita de más de 400 millones de contenidos de nuestro semanario en la última década. En esa distribución ilegal han participado oficinas gubernamentales y empresas privadas; incluso, el sector académico y particulares”, aseguró Proceso.
La revista notificó que recurrió a las autoridades para establecer responsabilidades por la distribución ilegal de la misma, sin embargo, tras dos años de lucha, el Ministerio Público Federal se declaró incompetente a pesar de que se presentaron pruebas; sin embargo, aseguró que “las investigaciones de sus reporteros nutrirán de manera cotidiana las distintas plataformas de Proceso –en formatos diversos–”, manteniendo “la originalidad periodística en la edición mensual impresa”.
En abril, Proceso advirtió que la difusión ilegal de sus ediciones impresas en formato PDF que circulaban en diversas aplicaciones de mensajería y plataformas electrónicas, le ocasionó un severo impacto a sus ingresos, práctica que ha incrementado la crisis de la industria editorial.
“Cada vez que alguien envía nuestro contenido impreso por WhatsApp, correo electrónico o a través de las redes sociales, pone en riesgo los empleos de nuestros reporteros, redactores, fotógrafos, editores, diseñadores, programadores y trabajadores del área administrativa… pone en riesgo la subsistencia de un medio de comunicación fundamental para la República”, reprochó Proceso.
“A los suscriptores y a las y los lectores que nos han acompañado durante décadas les estamos agradecidos siempre. Hoy elevamos el compromiso de evolucionar para llegar a nuevas audiencias y para encontrar en la modernidad el punto de equilibrio económico que nos permita seguir financiando lo importante: un periodismo sin concesiones. A todos los que desde 1976 han formado parte de la familia Proceso, gracias por la pasión y por su esfuerzo. Larga vida a Proceso”, finaliza la revista en el reciente comunicado.
Proceso fue fundado en 1976 por los periodistas Julio Scherer García, Miguel Ángel Granados Chapa y Vicente Le-ñero, después de que fueron expulsados de Excélsior por un golpe promovido por el presidente Luis Echeverría.
Desde sus orígenes se distinguió por su línea contraria al presidencialismo y por publicar reportajes que descubrieron grandes casos de corrupción de los gobernantes del país
Así siguió con esa línea hasta la actualidad, lo que le ha costado la animadversión del presidente Andrés Manuel López Obrador que con frecuencia critica en sus conferencias los contenidos de la revista.
Texto: Redacción / Foto: Tomada de Internet
