17 julio,2024 7:33 am

Sólo se certifica del 3 al 5% del mezcal y en beneficio del intermediario, dice investigador

 

Chilpancingo, Guerrero, 17 de julio de 2024. El investigador Eduardo Sánchez Jiménez refutó las declaraciones de la titular de la Secretaría de Desarrollo y Fomento Económico, Teodora Vega Ramírez.

Afirmó que no es el 10 por ciento del mezcal que se produce en la entidad el que se certifica sino del 3 al 5 por ciento, pero que la mayoría de esas marcas certificadas sólo están ayudando al comercializador o intermediario, pero no a los productores como en el caso de Petlacala, en la sierra de San Miguel Totolapan, uno de los lugares remotos donde se elabora mezcal de calidad.

“La certificación sólo ayuda al comercializador, el productor no está relacionado a la cadena de distribución”, declaró en consulta telefónica.

Dijo que si en realidad el gobierno de Guerrero tiene ganas de apoyar al sector mezcalero debería de empezar por integrar a los productores o maestros mezcaleros a la cadena de valor.

Consideró que los 3.5 millones que aporta al año son nada para el impulso que necesita el producto desde la reforestación, destilación y la venta pero de los verdaderos productores.

En Acapulco, la secretaria de Desarrollo y Fomento Económico, Teodora Vega Ramírez declaró a El Sur que este año se están ejerciendo 3.5 millones de pesos para certificar el mezcal, pero criticó que hay desinterés de productores debido a que “la demanda supera la oferta”.

“Conforme producen la bebida la venden porque ya hay compradores”, dijo el lunes al término del encuentro con el Consejo Coordinador Empresarial en un salón de la Expo Mundo Imperial.

Recordó que en Guerrero se produce 1 millón 200 mil de litros de mezcal al año y que de esa producción menos del 10 por ciento está certificado.

“Sólo hay un padrón de 120 empresas certificadas, pero en Guerrero hay más de 500 familias que se dedican a esta actividad”, afirmó la funcionaria.

Consultado, el investigador Eduardo Sánchez Jiménez afirmó que en Guerrero no se ha certificado el 10 por ciento del producto, sino entre el 3 y el 5 por ciento.

Eduardo Sánchez ha investigado desde 2017 la producción de mezcal en la región Centro.

En ese año desarrolló el trabajo para la Universidad Autónoma de Guerrero: “Propuesta de organización y aprovechamiento de Agave cupreata para productores de mezcal en el ejido de Mochitlán, Guerrero, para la Certificación Agroecológica Participativa”.

En 2024, junto a otros investigadores, publicó El sistema de producción agave-mezcal en la región Tierra Caliente de México. Un estudio desde los sistemas complejos. AGAVE Y MEZCAL ENTRE LA TRADICIÓN Y LA DENOMINACIÓN DE ORIGEN.

De la declaración de la titular de la Secretaría de Desarrollo y Fomento Económico en el sentido de que la demanda supera la oferta, el investigador comentó que esa es una justificación mediática.

Argumentó que el mezcal se certifica en el proceso de elaboración y no al final.

“El productor manda un formato, una georreferenciación, videos y fotos. Informa de manera detallada el seguimiento desde el peso en verde, la cantidad promedio del producto, lo que se ha cocido, el emparejamiento y la destilación, por ello se utilizan las bitácoras”.

“Realmente la señora (Teodora Vega Ramírez, secretaria de Desarrollo y Fomento Económico) no sabe, no tiene argumentos”, enfatizó el académico.

Afirmó que, del padrón de 120 empresas certificadas de mezcal en Guerrero, 80 pertenecen a comercializadores o empresas intermediarias que se dedican a comprar el mezcal y etiquetarlo, pero que no lo producen.

Es decir, el 66 por ciento de las marcas certificadas revenden el mezcal. “La certificación ayuda al comercializador, pero no al productor”, reiteró.

Sánchez Jiménez citó el caso de los maestros mezcaleros de Petlacala, en la sierra de San Miguel Totolapan, “en Petlacala los productores no están relacionados con las cadenas de comercialización. En el caso de Guerrero no funciona como lo dice la funcionaria. Acá los productores están en una situación difícil y alejada de que sus productos, que los pongan ellos mismos en los anaqueles de grandes tiendas”.

Propuso que una de las medidas que el gobierno puede impulsar para mitigar la violencia en las zonas mezcaleras es que incentive los eslabones de la cadena maguey-mezcal.

“Que los productores puedan ser dueños de la marca y comercializarla. Hay plantas, unidades de transformación, a eso le debe de pegar, a la integración de los maestros a las cadenas de valor y no la certificación: 3.5 millones de pesos no es nada”.

Texto: Luis Daniel Nava

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