19 enero,2018 6:51 am

La boleta está en el aire

Jorge Camacho Peñaloza

  

Hay tres clases de mentiras: las mentiras, las malditas mentiras y las estadísticas:

Mark Twain

Los candidatos de las tres coaliciones ya se frotan las manos pronosticando millones de votos con los que sueñan obtener el triunfo en la elección del próximo primero de julio, según sus cálculos el PAN, PRI y Morena, con sus partidos aliados obtendrán 23, 20 y 17.5 millones de votos cada uno, respectivamente, sin embargo sus estrategas no ven en sus escenarios que en esta elección se va a manifestar el mayor voto de castigo hacia los partidos debido a que la ciudadanía tiene más claro que nunca que por culpa de ellos tenemos un sistema de gobierno y poderes públicos decadente e infectado por la corrupción.

De igual forma las encuestadoras continúan con sus encuestas cuchareadas poniendo al candidato que le solicitó la encuesta arriba de sus contendientes así que igual vemos a José Antonio Meade Kuribreña, que a Andrés Manuel López Obrador o a Ricardo Anaya como encabezando las preferencias electorales. Sin embargo en el actual proceso electoral ya empieza a observarse una conducta más independiente por parte de la ciudadanía sobre todo en los jóvenes quienes integran al rededor del 35 por ciento del padrón electoral y entre ellos un número importante que votará por primera vez, asimismo un alto porcentaje de ciudadanos ha manifestado que definirá su preferencia unas horas antes de emitir su voto, todo lo cual se está dando en un contexto del más alto rechazo a los partidos por parte de la ciudadanía, entonces ¿de dónde sacan los partidos, sus dirigentes, candidatos y encuestadoras que van a obtener millones de votos?

No obstante, la percepción que flota en el proceso electoral, las coaliciones y encuestadoras, y en una buena parte de la ciudadanía, es que la contienda será entre los candidatos de los partidos y coaliciones, aún no está bien a bien asimilado entre el electorado que en esta ocasión habrá en la boleta electoral de candidatos ciudadanos independientes a la Presidencia de la República, como todo apunta hasta este momento, estarán Margarita Zavala y Jaime Rodríguez, quienes han reportado al Instituto Nacional Electoral más de un millón de firmas de apoyo para que éste órgano electoral los incluya en la boleta como candidatos a la Presidencia de la República.

¿Qué va a pasar cuando sean aprobadas las candidaturas ciudadanas, por ejemplo, la de Margarita Zavala e inicie su campaña como tal con la seguridad de que va a ser una opción en la boleta electoral? Se plantea que las preferencias electorales a su favor crecerán exponencialmente ya que hoy por hoy, no obstante haber militado en un partido político, ya es vista como la candidata de la sociedad, es entonces cuando las mediciones habrán de dar un giro y los pronósticos del triunfo. Basta que el INE dé a conocer el registro como candidatas o candidatos de los independientes, para que la ciudadanía, la tradicionalmente abstencionista, la que rechaza a los partidos y espera esta elección para darles un voto de castigo, los jóvenes que no se alinean a los partidos, para que empiece a darse la empatía entre la sociedad y sus candidatos independientes, en este ejemplo, Margarita Zavala.

De lo anterior no parece que estén conscientes los partidos y sus candidatos, quienes se mueven como si el contexto político del país fuera el de hace apenas 6 años o más, cuando todavía sus estructuras conservaban cierta cohesión y unidad y la sociedad les mantenía aún alguna simpatía, cuando la verdad que está asomando es que las campañas de los tres candidatos de las tres coaliciones no están levantando, por el contrario asoma ya su desesperación y en los próximos meses seguramente veremos cómo se empiezan a caer en las preferencias del electorado. 

La verdad que está asomando es que las campañas de los tres candidatos de las tres coaliciones no están levantando, por el contrario, asoma ya su desesperación y en los próximos meses seguramente veremos cómo se empiezan a caer en las preferencias del electorado.

Andrés Manuel López Obrador con sus ocurrencias deja ver el cansancio de la ambición que lleva a cuestas durante años con las que empieza a desacreditarse a sí mismo. Por el lado del PRI, la estrategia de llevar un candidato no militante como que no está resultando en la persona de José Antonio Meade Kuribreña, se exhibe como un híbrido que no convence de ser militante ni de ser ciudadano. De ahí que su equipo de campaña lo han subido al ring ocupándose de descalificar directamente a sus contendientes para llamar la atención. Y el joven Ricardo Anaya, exhibiendo cada vez más que lo que lo impulsa y dirige es la incongruencia y la ambición personal; eso de pretender hacer creer que por ponerse el chaleco amarillo con el sol azteca en el pecho piensa y siente como perredista y es de izquierda es pretender tomar el pelo no sólo a los perredistas sino a los panistas y a los electores, así como se quitó el chaleco azul y pasó sobre él, así se quitará el amarillo y también pasará sobre él.

Vuela vuela palomita y ve y dile: A toda la paisanada que no deje de dar seguimiento a las acciones desesperadas de los candidatos de los partidos, desde sus cantadas y tocadas, hasta sus idas al mandado, que ya pronto empezará la campaña que pedirá al ciudadano su voto razonado.