8 octubre,2019 12:51 pm

A 22 años del “Paulina”, familias aún habitan en las zonas donde hubo daños

Este miércoles 9 de octubre se cumplen 22 años del huracán “Paulina”; recuerda Rebeca Castillo con tristeza que ese día “fue horrible”, pues cerca de su casa pasa el arroyo y se llevó a nueve personas, entre niños, jóvenes y adultos.
Acapulco, Guerrero, 8 de octubre de 2019. Este miércoles 9 de octubre se cumplen 22 años del huracán Paulina y aún hay familias que se encuentran en zonas de alto riesgo, según autoridades municipales, que informaron que este año se notificó a cinco mil de ellas.
Señalaron que en zonas donde el huracán causó daños aún habitan personas.
Ayer en Zapotillo, una de las colonias donde familias perdieron la vida por el huracán, y que se ubica en la parte alta de la colonia Palma Sola Fovissste, se observa que algunas viviendas que antes eran de madera y lámina de cartón, ya están construidas de concreto.
La vecina Rebeca Castillo recordó con tristeza que ese día “fue horrible”, pues cerca de su casa pasa el arroyo y se llevó a nueve personas, entre niños, jóvenes y adultos.
El huracán Paulina al tocar tierra alcanzó la categoría 4, con vientos de 215 kilómetros por hora y dejó varias decenas de personas muertas.
Zapotillo fue una de las colonias donde el arroyo que baja al río El Camarón arrasó varias viviendas, además se llevó a familias, muebles y vehículos; se ubica en la parte alta de Palma Sola Fovissste y colinda con el Parque Nacional El Veladero.
Allí antes la calle principal era de terracería y conforme pasaron los años y tras gestiones de delegados, actualmente está pavimentada y se construyeron puentes.
“Eran las 4 de la mañana, ese día estaba con mi muchachilla, nos dormimos temprano, pero empezó la lluvia muy fuerte, mi hija se levantó y dijo: ya se cayó el transformador y le decía acuéstate, duérmete, pero como me duermo si estaba el aire fuerte”, indicó Rebeca.
Agregó que como a las 6 de la madrugada subió un vecino, Pepe, a preguntarle cómo estaba ante la magnitud de la lluvia que no cesó y, por el contrario, era constante y fuerte.
“Nos asomamos al frente de la casa y como si una pala hubiera escarbado todo: tres casas, no había nada, ni una sola familia de esas tres viviendas, momentáneamente pensé que se habían salido pero empezaron a buscar en las piedras y encontraron los cuerpos”, señaló.
Doña Rebeca contó que sus vecinos se refugiaron adentro de un refrigerador, pero que a éste le cayó una piedra encima y eso los mató. “Al muchacho de Doña Toña el arroyo se lo llevó; al cuetero el agua le arrebató a su hija, estuvo horrible, muy feo”.
“Nueve personas murieron ese día, donde hubo más pérdidas humanas fue en la conocida calle Progreso, ahí fueron completas, oíamos el comentario de que se habían refugiado en el carro y en mismo carro se los llevó el agua”, recuerda Doña Rebeca mientras con sus manos se toca la cara.
Aunque indicó que el cauce del arroyo no estaba cerca de donde se ubica su casa, dijo que “vengo de un pueblo, sembrábamos maíz y mis abuelos comentaban que había culebras de agua, entonces brotó allá”, y mostró la calle principal de la colonia, “al brotar viene con un impulso, se vino toda el agua, arrasó piedras”.
Con su mano la vecina señaló una piedra que está a orilla de la vialidad, de varias toneladas, aunque mencionó que le han quemado cuetes para romperla porque estaba más grande; “esas deshicieron las casitas de madera, eso fue lo que nos afectó a nosotros, no hubiera ocurrido ningún desastre horrible más que lo mojado”.
Recordó que la calle antes era de terracería y había muchas piedras, pero ahora está pavimentada; “después de Paulina los delegados han hecho gestiones y todo mundo tiene drenaje, agua potable, ha ido avanzado la colonia ha como estaba hace 22 años, hay casas de material, los que llegamos con sabanitas”.
Dijo que con la tormenta Manuel las afectaciones “fueron menos, no hubo todas esas pérdidas, venían los de Protección Civil y se armó un comité, y entonces cada vez que llueve fuerte algunos bajan al kínder (que se habilitó como refugio temporal)”.
La colonia colinda con el Parque Nacional El Veladero, y aunque ella comentó que no hay nuevos asentamientos, en la ladera del cerro que está del otro lado del río se pueden observar unas viviendas de madera y láminas de cartón que están en zona de riesgo.
“Tenemos un límite, tenemos delimitado y no admitimos porque queremos que las autoridades nos den nuestras escrituras, porque no todos tienen, pero mi casa y de otros vecinos quedaron fuera”, dijo Doña Rebeca Castillo.
Por su parte, la regidora y presidenta de la Comisión de Protección Civil, Ricarda Robles Urioste, dijo que al inicio de la temporada de lluvias el gobierno municipal hizo las notificaciones las familias asentadas en zona de alto riesgo.
“Se hizo una revisión en los márgenes del río El Camarón, donde afectó el huracán Paulina, y nos encontramos que están personas asentados en esos predios, familias que en esa ocasión se les pagó e indemnizó para que se reubicarán en zonas más seguras”, indicó.
Agregó que esas viviendas ya no fueran ocupadas, pero que se percataron que son utilizadas y “se les notificó. Como no se ha iniciado ningún procedimiento legal no se ha desalojado, pero nosotros como Ayuntamiento nos corresponden acciones preventivas y de exhorto a la población”.
La regidora precisó que se detectaron 33 familias que habitan a orillas del río de El Camarón, y “en total se hicieron cinco notificaciones de viviendas en zonas de alto riesgo, determinado por Protección Civil”.
Abundó que “para nosotros es nuevo, el conocer cuántas familias están en esa condición, el dato aproximadamente hace ocho años eran dos mil familias, pero de esa fecha a la actualidad se ha incrementado al 100 por ciento”.
Robles Urioste detalló que creció el número de familias y que en los casos del valle de La Sabana y la zona Diamante están como “inundables˝.
Texto: Aurora Harrison / Foto: Carlos Alberto Carbajal