26 junio,2020 4:44 am

A 69 meses sin los 43, familiares resienten el encierro de la pandemia y la falta de resultados

“Ya no hay ánimo, más bien hay desesperación… con la desfachatez de Tomás Zerón de solicitar un amparo, nos desespera aún más la situación”, dice el vocero de los padres de los normalistas Felipe de la Cruz

Ciudad de México, 26 de junio de 2020. Han pasado 69 meses de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa y, a causa de la pandemia de Covid-19, madres y padres han tenido que replegarse, a pesar de que las investigaciones sobre el caso quedaron en pausa y no han recibido notificación de avances sobre el paradero de sus hijos, lo que hace más doloroso quedarse en casa.

“Está complicado para nosotros ahora, y la desesperación se hace más grande. Antes, el 26 de cada mes estábamos en la Ciudad de México y el 27 en Iguala, en donde pasaron los hechos. Pero ahora todos estamos en nuestras comunidades”, comentó a El Sur Cristina Bautista Salvador, madre de Benjamín Ascencio Bautista.

El confinamiento impuesto para evitar la expansión del contagio del nuevo coronavirus –para el cual no hay tratamiento específico ni vacuna– se ha vuelto más pesado también por el estancamiento del caso Ayotzinapa. Desde febrero pasado quedaron pendientes los resultados de los análisis de los restos óseos que fueron enviados a los laboratorios de la Universidad de Innsbruck, en Austria, por ejemplo.

De acuerdo con Felipe de la Cruz, vocero de los familiares de los 43, en estos meses los padres no han tenido comunicación con las autoridades, mientras que los abogados de Tlachinollan, Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y Serapaz sí han mantenido el contacto.

“Ahora ya no hay ánimo, más bien hay desesperación de ver que el tiempo pasa y las investigaciones van muy lentas. Los procesos de ejecución de justicia, en el caso de la orden de aprehensión, también van lentos. Hoy, con la desfachatez de Tomás Zerón de solicitar un amparo, nos desespera aún más la situación de la pandemia porque no podemos movilizarnos como quisiéramos”, relató De la Cruz en entrevista.

El pasado 22 de junio, el juez octavo de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México admitió a trámite la solicitud de amparo que presentó el exdirector de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), por medio del cual busca no ser detenido.

Zerón de Lucio tiene en su contra una orden de aprehensión federal por diversos delitos vinculados con los 43 normalistas, como desaparición forzada, tortura y contra la administración de la justicia, entre otros.

La demanda de amparo es contra actos del Juzgado Primero de Distrito en el estado de Guerrero, con residencia en Chilpancingo y otras autoridades.

Con este recurso legal, el exfuncionario acusado por la FGR pretende conocer la cronología del desarrollo de las audiencias en las que se otorgó la orden de aprehensión y las pruebas en su contra.

“Recibimos la noticia del amparo con coraje porque creemos que es injusto que todavía haya esta impunidad y que se le otorgue un amparo a un personaje que tiene mucha responsabilidad en el caso”, insistió el portavoz.

Aparte, el abogado de madres y padres de los 43, Vidulfo Rosales Sierra, observó que, en sí, la admisión del amparo no significa una victoria del exdirector de la AIC.

“Lo que veo es que los medios de comunicación están sobredimensionando la admisión del amparo. Pero simplemente se presentó una demanda de amparo y el juez tiene la obligación de aceptarla siempre y cuando cumpla con los requisitos formales que la misma Ley de Amparo establece”, explicó Rosales a El Sur.

La ausencia de justicia en circunstancias extraordinarias

Ante a la pandemia de Covid-19, también la lucha de los familiares de los 43 ha sido llevada hacia lo digital y hoy, por tercera ocasión, la Acción Global por Ayotzinapa y México se realizará de manera virtual. A partir de las 16:00 horas, la actividad será transmitida en los perfiles de Facebook de Padres y Madres de Ayotzinapa y Prensa Ayotzi.

“En marzo pasado fue la primera vez que no hicimos ninguna actividad; desde la desaparición de nuestros hijos no hemos dejado nunca de marchar. Si nosotros como padres nos hubiéramos quedado callados, pues creo que la verdad se hubiera quedado ahí en el basurero de Cocula con la versión que dio el gobierno”, dijo Hilda Legideño, madre de Jorge Antonio Tizapa Legideño, entrevistada por El Sur.

También explicó que en las actividades virtuales –que comenzaron a hacer con el apoyo de los estudiantes de la normal de Ayotzinapa– pueden participar los familiares que están cerca de la escuela y los que puedan conectarse por internet. No todos cuentan con esta posibilidad: hay quienes viven en otros estados o en comunidades alejadas en donde no llega la señal de teléfono móvil.

“Es doloroso estar siempre en lo mismo. Sobre todo en esta situación en que nos vemos obligados a quedarnos en casa, pues siento que me encierro, el dolor me orilla y no me permite salir.

“A veces –continuó Hilda Legideño– hasta tengo miedo de dar una entrevista, de ir a la radio, tengo miedo de muchas cosas. A veces siente uno que no tiene esa fuerza para seguir. Y pienso: ¿ahora qué voy a decir? Lo mismo: que no tenemos noticias, que no sabemos el paradero de nuestros hijos. Pero entiendo que hay que seguir difundiendo porque, si no se hace, eso se acaba y lo que menos queremos nosotros es que esto se quede en el olvido”.

Texto: Caterina Morbiato / Foto: Cuartoscuro

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