6 julio,2020 5:01 am

A dos años del cambio verdadero

Silvestre Pacheco León

 

No todas las mexicanas y los mexicanos han festejado el segundo aniversario de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México, pero es seguro que han sido más de los 30 millones que le dieron su voto aquel histórico domingo de 2018 porque desde el primer día de su gobierno no ha descansado cumpliendo cada una de sus promesas de campaña donde los pobres han sido su principal preocupación.

Escuchando las cifras del informe que presentó el presidente el miércoles primero de julio en Palacio Nacional parece fácil lo que se ha hecho, pero ha sido una proeza no solo destinar la mayor parte del presupuesto para beneficio del 70 por ciento de la población más pobre, sino el mismo hecho de hacerles llegar el apoyo de manera directa y sin intermediarios.

Terminar con gobierno rico y pueblo pobre  fueron las primeras acciones que realizó. Lo hizo de manera tajante e inmediata con las medidas de austeridad que dictó para reducir el gasto de la burocracia dorada, cancelando de una vez por todas el subsidio vitalicio que recibían los ex presidentes.

Con su política de austeridad el gobierno de la República ahorró 270 mil millones de pesos en compras y contratos de servicios que antes gastaba para funcionar, reconociendo las dificultades para echar a caminar el pesado y dispendioso aparato reumático del Estado.

En la construcción del nuevo aeropuerto de Santa Lucía que tanto encono causó entre sus opositores ahorrará 220 mil millones de pesos, comparado con lo que el gobierno anterior había planeado gastar en Texcoco.

Con este ahorro se recuperará ecológicamente el lago que se pensaba destruir, lo cual incrementará notablemente los lugares de recreación y esparcimiento que tendrá la población como ya se hace con la residencia oficial de Los Pinos y su zona aledaña, abierta como el espacio cultural  más grande que cualquier otro que se conozca en el mundo.

Ha iniciado la construcción del Tren Maya en beneficio de cinco estados del sureste, los cuales son también los principales beneficiarios del millón de hectáreas de bosque que se está plantando para recuperar la flora y la fauna diversas, con lo cual crecerá la comunicación de regiones marginadas generando miles de empleos temporales y permanentes para beneficio de sus pobladores.

La recuperación de Pemex y la CFE como parte de la estrategia para mantener controlado el precio de la energía está dando excelentes resultados, pues no solo se detuvo a los responsables de la sangría a la red distribuidora de gasolina provocada por el huachicol, sino que se están rehabilitando las seis refinerías que se habían abandonado para refinar nuestro propio combustible.

Cada semana conocemos los avances que tiene la construcción de la refinería de Dos Bocas en Tabasco y el nivel de la producción petrolera que casi alcanza los 2 millones de barriles diarios gracias a lo cual estaremos en posibilidad no solo de que no aumente el precio de la gasolina, sino que tienda a la baja.

Eso mismo sucederá con la CFE que aparte de llevar el fluido eléctrico será el gran vehículo que transportará la señal de internet a todo el territorio nacional.

Así como el gobierno de López Obrador cumplió con la cancelación de los gasolinazos, ha puesto orden también en la Comisión Federal de Electricidad, otro bastión estratégico para el desarrollo del país que el neoliberalismo había entregado como trofeo de conquista a las empresas extranjeras generadoras de energías limpias, las que ahora reclaman airadas el respeto a  sus tarifas y entregas preferenciales en detrimento de la empresa nacional, lo que aparte de ser una afrenta para los mexicanos significaba dejar en sus manos el control del precio de la energía que los usuarios terminamos pagando en nuestros recibos de luz.

Ahora el gobierno federal dará la batalla legal para que dichas empresas marrulleras se ajusten al interés nacional para mantener controlado el precio de la energía.

Han sido dos años de aprendizaje para todos, hasta para quienes se inscriben en el bando opuesto porque la transparencia en el quehacer político actual nos permite conocer a fondo el funcionamiento del gobierno y el papel de cada uno de los poderes del Estado a fin de que la crítica cumpla con su rol democrático de exponer las mejores ideas para el avance de la sociedad.

La pandemia y el nuevo método contra la crisis

Ahora hasta los enemigos de la 4T reconocen lo acertado que ha sido dejar en manos de los profesionales de la salud la estrategia nacional para controlar al coronavirus porque gracias a las medidas de confinamiento, higiene y Susana Distancia se evitó que el servicio en los hospitales se colapsara.

Frente al fallecimiento de poco más de 30 mil infectados del coronavirus, que constituyen una gran pérdida para sus familiares y el país, se han salvado casi 200 mil mexicanos.

Para hacer frente a la pandemia el gobierno fortaleció el sistema de salud, recibido en las peores condiciones de vulnerabilidad y aprovechó para enfrentarlo con el método que dicta la concepción humanista y solidaria de la 4T, distinta a la del modelo neoliberal que en situaciones de crisis primero se ocupaba de salvar a los dueños del capital bajo el pretexto de proteger los empleos que los pobres necesitan.

Se recurría a los préstamos de la banca internacional para ir en auxilio de los dueños de las empresas que de esa manera evitaban sus pérdidas y hasta tenían ganancias y reconocimiento social, mientras los pobres debían conformarse con no perder sus empleos, aunque no percibieran ingresos durante el tiempo que durara la crisis, sin poderse morir siquiera  por el compromiso que adquirían de pagar los empréstitos que el gobierno pedía a su nombre, como ahora sucede con el Fobaproa.

Ahora el gobierno cambió los términos y dictó a los empresarios la recomendación de que debían pagar a sus trabajadores el tiempo de recogimiento provocado por la crisis, mientras tomaba decisiones de mayor austeridad en el presupuesto para liberar recursos destinados al auxilio de quienes quedaron desempleados.

Estamos saliendo de la crisis de la pandemia sin que se hayan paralizado las tareas del gobierno, y tampoco se ha recurrido a los préstamos que endeudan al país, como equivocadamente lo advertían los críticos, y se está demostrando que en la nueva normalidad es una ventaja para todos que se atienda primero a los pobres.

De manera que frente al insignificante número de quienes hacen las caravanas de repudio al gobierno de la 4T pidiendo la renuncia del presidente, las últimas encuestas publicadas por El Financiero reportan que tiene el 68 por ciento de las preferencias en el país, mientras que en Guerrero el gobierno reconoce que casi llegan al 70 por ciento.

Así que desde aquí le deseamos a Andrés Manuel éxito en su entrevista con el extraviado Donald Trump.