10 julio,2020 4:46 am

Abren el Zócalo de Chilpancingo 30%; vecinos invaden la explanada sin medidas sanitarias

Oficinas del Tribunal Superior de Justicia y el Palacio Municipal, para “reactivar la economía”, dice el Ayuntamiento

Chilpancingo, Guerrero, 10 de julio de 2020. Desde la medianoche del miércoles el Ayuntamiento reabrió al 30 por ciento la explanada de Zócalo de la ciudad, como parte del cambio del semáforo epidemiológico de rojo a naranja por la pandemia de Covid-19.

A las 12 de la noche agentes de la Dirección de Gobernación, inspectores de la Secretaría de Salud municipal y policías municipales colocaron vallas para cerrar el paso alrededor del kiosco, el jardín y una parte de la explanada Primer Congreso de Anáhuac.

El paso fue reabierto frente al Museo Regional, la catedral Asunción de María, el acceso del Palacio de la Cultura, la sucursal de BBVA, las oficinas del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y el Palacio Municipal.

Inspectores de la Secretaría de Salud municipal desinfectaron el kiosko, el jardín y la explanada Primer Congreso de Anáhuac.

En una transmisión en vivo en la página del Ayuntamiento de Chilpancingo, el coordinador del gabinete, Fernando Calixto Cuevas explicó que la decisión de abrir algunos espacios públicos es con la finalidad de dar movimiento a la economía de la ciudad, pero los transeúntes deben aplicar las medidas de sanidad para no contagiarse del virus.

Calixto Cuevas informó que retiraron las vallas metálicas de los principales accesos, permitiendo el libre tránsito a la población.

“Después de que Guerrero pasara a semáforo naranja, la capital del estado se tiene que adaptar a la nueva normalidad, exigimos el movimiento social con responsabilidad para que no aumenten los casos de Covid-19”, declaró.

Mayor movilidad sin las medidas de sanidad

Al mediodía de ayer se observó mayor movilidad en los accesos abiertos en el centro de la ciudad, sin guardar la sana distancia, algunos no portaban cubrebocas.

Además, había personas sentadas en las jardineras y los pasillos del Ayuntamiento de Chilpancingo, el Tribunal Superior de Justicia y el Palacio de la Cultura.

El Zócalo capitalino estuvo cerrado con vallas desde la noche del 3 de abril para evitar que las personas siguieran concentrándose en este espacio público durante la emergencia sanitaria.

Jóvenes y adultos mayores hombres siguen saliendo a las calles del centro de la capital sin usar cubrebocas, mientras vendedores ambulantes de aguas de frutas, comida y frutas hacen lo mismo.

Al mediodía en las calles aledañas al Zócalo de Chilpancingo se observó una disminución de la movilidad de personas, pero esto se debió a que el zócalo fue reabierto y las personas cruzan de un lado a otro, utilizando parte de la explanada.

A un costado del Ayuntamiento un restaurante y una tienda de fueron desmontados ayer, ambos negocios no resistieron las crisis generadas por la Covid-19, trabajadores que se encontraban en los locales indicaron que las estaban remodelando para volver a ser rentadas.

Las calles fueron prácticamente invadidas por los vendedores ambulantes que regresaron a las calles aledañas al Zócalo, en los puestos se observó que las mujeres y jóvenes hombres que se encontraban atendiendo no usaban los tapabocas, y no se observó a ninguna autoridad sanitaria en las calles.

En el andador Zapata había jóvenes hombres y mujeres sin cubrebocas, las edades rondaban entre los 17 y 24 años.

Además los adultos mayores hombres continúan sin usar el cubrebocas y caminan sin ninguna preocupación en las calles de la capital.

A pesar de que los negocios de ropa, zapatos y otras prendas para vestir mantienen medidas como el uso de cubrebocas en los locales, el gel antibacterial y respetar la sana distancia, descuidan la limpieza de las prenda una vez que algún cliente o comprador las toca o se las prueba, las vuelven a colocar junto al resto.

Mercerías, jugueterías, dulcería, centros fotográficos, de limpieza facial, y podólogos que permanecían cerrados abrieron y comenzaron a atender clientes.

A pesar de la gran cantidad de personas que caminaba en las calles no se observaron filas para esperar ser atendidos en las tiendas.

En los bancos continuaron las filas de casi 60 personas que esperaron ser atendidos en las sucursales de Santander y CitiBanamex, los otros bancos lucieron casi vacíos.

Hay miedo de ir a las pozolerías

En un recorrido de 1 a 2 de la tarde en las pozolerías del centro de Chilpancingo se observó que comenzaron a ofrecer el servicio a los comensales en los inmuebles, pero no había gente comiendo, la mayoría iba a comprar la comida para comer en casa.

En el restaurante Charito ubicado en la calle Teófilo Olea y Leyva, desde el lunes comenzó a ofrecer el servicio en el local que tiene ya 40 años de existencia.

Sin embargo, la encargada indicó que a pesar de que han abierto y la cantidad de gente en la calles hay temor de acudir a los restaurantes donde se acatan y respetan todas las medidas sanitarias.

Dijo que de las siete trabajadoras que había ahora se turnan y este jueves a un grupo de cuatro les tocó ir a servir el pozole y preparar todos los antojitos mexicanos, el otro grupo trabajará la próxima semana.

En el lugar continúan todas las mesas puestas como antes de la pandemia, pero se han colocado anuncios a las que están fuera de servicio para atender la sana distancia entre los comensales.

En las pozolerías Vero y el Buen Sazón también se observó a gente comprando pozole pero no había nadie sentado en las mesas.

Cubrebocas, gel y sana distancia

Comerciantes de telas, ropa y calzado invirtieron entre mil y 15 mil pesos para la compra de material de limpieza, para evitar los contagios de Covid-19 en la nueva normalidad.

En el andador Zapata, las avenidas Miguel Alemán, Vicente Guerrero, Benito Juárez e Ignacio Ramírez, en los negocios se colocaron letreros en los que se solicita el uso obligatorio de cubrebocas, guardar la sana distancia y aplicación de gel antibacterial.

Algunos comercios tenían carpetas sanitizantes para que las personas desinfecten su calzado al entrar, otros tomaban la temperatura y algunos locales dejaban pasar a máximo 10 personas para evitar la aglomeración.

El gerente de la tienda Parisina, José Rivera Calvo informó que en la reapertura del negocio los dueños enviaron tapetes sanitizantes, cloro, líquido sanitizante, pistola para tomar la temperatura, cubrebocas, carteras y las calcomanías que piden la sana distancia.

Texto: Jacob Morales Antonio y Luis Blancas / Foto: Jessica Torres Barrera