9 agosto,2024 5:46 am

“Acapulco Brilla”

LA POLÍTICA ES ASÍ

 

 

Ángel Aguirre Rivero

 

Vi con atención un video que circula donde el empresario Rodrigo Alonso Herrera explica el proyecto “Acapulco Brilla”. Ahí reflexiona sobre la conveniencia de planear el desarrollo urbano del puerto a 50 años.

El esfuerzo de Alonso Herrera (a quien conocí a través de la serie televisiva Shark Tank) y de los acapulqueños que participan en el proyecto, debería ser tomado en cuenta y sumarse a otras iniciativas, como la que un grupo de guerrerenses impulsamos, y de la que forma parte el ex gobernador de Michoacán y recientemente nombrado jefe de la Oficina de la Presidencia, Lázaro Cárdenas Batel. Para rescatar a Acapulco de los daños y perfilarlo hacia el futuro no deben permitirse esfuerzos aislados ni ideas desdeñadas.

¿Sabemos qué Acapulco queremos en el corto, mediano y largo plazo? O quizá más importante: ¿qué debemos hacer para concretar estas aspiraciones? ¿Ya hemos iniciado este camino?

El paso del huracán Otis y la amenaza de eventos similares nos debería llevar a trazar una hoja de ruta para diseñar una ciudad más resiliente, capaz de salir adelante en una época compleja.

Para ello, es necesario que se dé paso a un organismo federal que coordine todas estas acciones, involucrando a los otros dos niveles de gobierno y, desde luego, a la iniciativa privada. Si no, esto no va a funcionar y cualquier iniciativa se quedará sólo en buenas intenciones.

Basta revisar la historia del crecimiento de Acapulco para reconocer cuál debe ser el camino.

Acapulco llegó a ser líder de la actividad turística en el país no sólo por sus bellezas naturales. En sus inicios, fue decisivo el impulso del presidente Plutarco Elías Calles en 1927. Esta obra marcaría el futuro de Acapulco como incipiente destino de playa.

Miguel Alemán Valdés fue el promotor más importante del desarrollo turístico de Acapulco. A partir de 1948, Acapulco se transformaría en un lugar turístico preponderante.

Al desarrollo alemanista siguió una etapa de expansión por parte de inversionistas privados que construyeron hoteles y desarrollaron la llamada “industria sin chimeneas”. Acapulco vivió su auge con la visita, en los años 50 y 60, de grandes luminarias del cine nacional e internacional. Muchos de ellos escogieron a la Perla del Pacífico como lugar de residencia vacacional en lo que hoy se conoce como el Acapulco Tradicional.

Para la década de 1970, Acapulco era conocido como un destino turístico frecuentado por la élite y celebridades nacionales e internacionales. Sin embargo, el crecimiento desorganizado y la falta de infraestructura adecuada estaban comenzando a limitar su potencial.

Aquí intervino el presidente Luis Echeverría, quien implementó el Plan Acapulco, uno de los esfuerzos más ambiciosos para transformar el puerto.

Para atender las complejidades del crecimiento urbano, fue necesaria la creación del Fideicomiso para el Desarrollo Económico y Social de Acapulco (FIDACA) mediante un decreto el 21 de junio de 1976, durante el mandato del gobernador Rubén Figueroa Figueroa, quien gobernó el estado de Guerrero de 1975 a 1981.

Muchos recordarán la histórica migración de miles de familias del anfiteatro del Veladero a Ciudad Renacimiento, uno de los proyectos más emblemáticos desarrollados por el Fideicomiso para el Desarrollo Económico y Social de Acapulco (FIDACA).

La Unidad Habitacional El Coloso, un proyecto posterior, fue desarrollado durante la administración de Miguel de la Madrid en la década de 1980. Nuevamente, un proyecto de gran calado que fue posible por decisión presidencial.

En síntesis: Acapulco ha crecido por méritos propios y bajo el auspicio de los presidentes de la República.

Por eso el video difundido por el destacado empresario Rodrigo Alonso, con el apoyo del ingeniero Carlos Slim, nos llena de entusiasmo para que vengan mejores tiempos para nuestro amado Acapulco, pero insisto: si no se crea un organismo federal exprofeso que coordine todas estas acciones, se quedará solo en buenas intenciones. Tiene la palabra la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, quien hace unos días se reunió con la gobernadora Evelyn Salgado para refrendar su interés en impulsar proyectos de desarrollo para Guerrero y para Acapulco. Enhorabuena.

 

Del anecdotario:

 

Siempre que visito el sureste del país, me he impuesto como visita obligada la laguna de Xel-Ha para ir a ‘snorkelear’, por la cantidad de peces tan bellos con que cuenta. Sin embargo, hoy he regresado triste, pues la laguna se encuentra literalmente invadida de sargazo, que, según investigadores, se debe a un incremento de la temperatura del mar por el calentamiento global y los nutrientes del polvo del Sahara.

Esas son las ventajas competitivas que le dan a la bahía más hermosa del mundo, que es la nuestra, sí, la de Acapulco, en donde no tenemos sargazo, pero donde lamentablemente no hemos cuidado su limpieza.

La última vez que un amigo muy querido me invitó a su casa de Pichilingue, intenté meterme a la playa junto con mi esposa y encontramos tanta basura y residuos que decidimos no hacerlo. Por si fuera poco, al caminar sobre la playa encontramos excremento humano, sin que nadie se preocupe por hacer algo.

Y bueno, la presidenta municipal sigue en su sueño y ahí se va a quedar “soñando”, en lugar de aplicarse en tareas propias de su responsabilidad.

Hablando de otro tema, esta semana me reuní con Rafael Ocampo, director de Milenio Televisión, para afinar los detalles de mi participación como comentarista político de este medio nacional tan importante.

La verdad, estoy muy motivado y entusiasmado por este nuevo proyecto que me dará la oportunidad de verter mis opiniones libremente sobre el acontecer nacional, pues estoy convencido de que desde la televisión también se hace política. Los invito a que me sigan en Milenio Televisión.

La vida es así…