24 enero,2024 8:51 am

Acapulco es un área “muy perturbada” para las aves, señala especialista tras recorrido

Las autoridades vuelven a poner plantas invasoras como palmeras, que fueron arrasadas por Otis y no aportan “un beneficio ecológico”, dice el fundador del grupo Pajareros de Guerrero

Acapulco, Guerrero, 24 de enero de 2024. El especialista en aves André Sebastián Fuentes Vega hizo, con un grupo de ocho hombres y mujeres, un recorrido del Asta Bandera al Parque de la Reina, para conocer el impacto de la contaminación en los pájaros y observó un área “muy perturbada, que tiene varios problemas ambientales”.

Las autoridades vuelven a poner las plantas invasoras como las palmeras que fueron arrasadas por Otis y no aportan “un beneficio ecológico”, como lo indican las especies de aves observadas, dijo el fundador del grupo Pajareros de Guerrero y coordinador voluntario del programa de aves urbanas de Acapulco de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

El recorrido del Asta Bandera al Parque de la Reina fue el domingo y tuvo el propósito “reconocer el grado de impacto que generamos y tratar de mejorar”. Participaron ocho hombres y mujeres, algunos menores de edad, y caminaron de entre 4 y 6 de la tarde por la banqueta de la avenida Costera y en otros tramos sobre la playa, observando con binoculares a las aves.

La dinámica era alcanzar un puntaje de mil por el tipo de especies que se registraron, las residentes y migratorias sumaban puntos, y las invasoras restaban; la meta pudiera mostrar que el área es “adecuada para proteger, mantener a las diferentes especies de aves en los ecosistemas y probablemente sea un área de importancia ecológica”, dijo Fuentes Vega, biólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Las aves residentes registradas fueron el carpintero enmascarado, endémico de México, el pelícano pardo, tortolitas y zopilotes, y las aves migratorias fueron la gaviota reidora que viene de Norteamérica, el charrán real, de América del Sur; la calandria castaña y la de Baltimore, entre otras.

Pero el puntaje alcanzado fue de 300 puntos por la gran presencia de aves invasoras, palomas europeas y turcas, zanates y gorriones domésticos, que sobreviven de los desechos, “eso nos indica que hay mucha contaminación, también pudimos observar de primera mano los diferentes cauces y canales de arroyos de Acapulco que tienen aguas muy contaminadas”, indicó vía telefónica este martes.

Agregó que los residuos generados por Otis y que no han sido removidos provocan problemas de salud, como el aumento del dengue, “donde las aves nativas nos ayudan, como por ejemplo las que comen mosquitos como las golondrinas o algunos tiranos o mosqueros, pero no se dan abasto.

“Nosotros dependemos de esa dinámica de relación de seres vivos entre todos ellos y todas esas funciones que ellos realizan son muy importantes para que nosotros podamos coexistir”, explicó.

Una de las conclusiones del puntaje alcanzado, señaló vía telefónica Fuentes Vega este martes, es que “el área es muy perturbada, que tiene varios problemas ambientales, pero que en ese caso se necesita trabajarse para restaurarse y para mejorar para que las condiciones naturales permitan que las aves regresen a esas áreas”.

Dijo que Acapulco tiene pocas áreas verdes y “están invadidas de especies de plantas que también son introducidas, que no aportan un beneficio ecológico, solamente son ornamentales y esa dinámica natural que debe de estar ahí para beneficiarnos nosotros también, no está presente y eso es lo que nos indican las aves; ese ejercicio fue para eso”. Por ejemplo, las palmeras cocoteras originales de África.

El biólogo expuso que en vez de aprovecharse que el huracán Otis arrasó con todas las plantas invasoras, las autoridades las vuelven a poner, entonces “no se aprendió la importancia de sustituir las especies de flora que no tienen funciones ecológicas vitales ni ambientales.

“Pusieron las mismas ornamentales por cuestiones relacionadas a la cultura de la estética del entorno en el que estamos y que por desconocimiento y costumbre, incluyendo los grandes sectores gubernamentales y de todo tipo, acostumbrados que ésas son las plantas que deben estar”, lamentó.

Otro factor de la falta de aves en el área, añadió Fuentes Vega, es la presencia de perros y gatos que las depredan, y la contaminación auditiva de los vehículos y las bocinas que ahuyentan a los pájaros, porque “se comunican cantando y al tener esa contaminación no se escuchan entre ellas y genera un problema”.

El también promotor de la iniciativa Príncipe de la Roqueta, que busca rescatar la identidad de la isla, contó que cada mes se va a realizar este tipo de recorridos, “pajareada” le llama, y el de este domingo forma parte del cuarto conteo de aves latinoamericanas que organiza el programa de aves urbanas de la Conabio.

Texto: Ramón Gracida Gómez