Anituy Rebolledo Ayerdi
(Quinta de seis partes)
Las anfitrionas
Cuatro años más tarde de la apertura de la carretera México-Acapulco, la señora Anita López abre por arrendamiento la casa de huéspedes La Colimense, con solo cuatro habitaciones. Diez años más tarde la hospedería se muda a instalaciones propias, esta vez con seis cuartos, entre las calles La Paz y Arteaga (hoy Azueta). Anita viaja al país del norte dejando La Colimense en manos de su sobrino José Che Camargo, quien le cambia el nombre a Hotel California.
Por su parte, doña Balvina Alarcón de Villavazo, madre de dos alcaldes de Acapulco (Efrén, 1936 y 1955 y Alfonso, 1960) es creadora del hotel Jardín en la calle de La Quebrada. En esa misma arteria operó la casa de huéspedes La Costeña atendida por doña Adolfina Carvallo, esposa del cronista Rosendo Pintos. Otros albergues turísticos operados por acapulqueñas fueron La Casa Pachita y la Casa María Antonieta.
Rosita Salas, la más pequeña de siete hermanos originarios de Tres Palos, debuta como cocinera en el hotel Jardín, cuyos sabores y olores son hurtados por el hotel El Mirador. Aquí alcanzará con el tiempo una jerarquía insospechada al convertirse en brazo derecho del propietario Carlos Barnard. Con el producto de su jubilación adquirirá el hotel El Faro en la propia Quebrada. El grupo social Amigos de amigos otorga un reconocimiento a Rosita por sus aportaciones al prestigio de Acapulco. Lo entregan Miguel Alemán Velasco y Henry Kissinger, ex secretario de Estado de dos ex presidente estadunidenses. Este agradecerá a Rosita sus atenciones para él y su familia.
Por su parte, las hermanas Chucha y Flavia Mariscal atenderán el Hotel Mariscal, en esa misma arteria, mientras Julieta Méndez establece su Villa Julieta en Hornitos.
Pioneras turísticas
En un cuadernillo sobre la hotelería de Acapulco, Félix Martel, orgulloso de haber servido tragos a las más grandes estrellas de Hollywod, enlista a varias damas pioneras del sector hotelero. Ello a partir de la apertura, en 1944, del hotel Prado Américas, en la punta de la península de Las Playas. Figuran en ese grupo: Flora Alarcón, Emma Trujillo, Ma. Luis Sandoval, Carmen Villalva Muñoz, Adelina Cisneros, Prefecta Abarca, Julia Valente, Margarita Peláez, María Hernández, Dora Cuevas, Josefina de la Barrera, Felicitas Leyva, María Eugenia Muñoz, Olimpia Díaz, Hilda Moctezuma y Enedina Soto Gómez.
Tarzán y las sirenas
Acapulco se estremece en 1947 ante el anuncio de que aquí se filmará la película Tarzán y las sirenas, la décima tercera cinta de la zaga de Johnny Weismuller y con la que dirá aadiós a su personaje de “hombre mono”. Las emociones suben de temperatura al conocerse que se contratarán a hombres y mujeres como “extras” ganando “ojos de gringa”, como se conocía a los dólares, de 4.85 pesos cada uno.
La gente se quedará esperando la llegada de los animales a los que se enfrentaría Tárzan (acento en la primera “a”, nunca en la segunda).Y sucedía que no los habría porque la trama aludía al rescate de una mujer secuestrada por el gran sacerdote de la isla Aquatania llamado Balú, ávido de vírgenes (en realidad un gringo disfrazado). Las acapulqueñas será contratadas todas por lindas, escondiendo las rubias su luminosidad con un poco de betún. Allí estuvieron, entre muchas: Adalilia López, Ramona García Guillén, Raquel La Guera Fox, Amalia Hernández, Alicia y Leonor del Río, Lambertina Abarca, Nancy Chavelas, Mercedes La China Rivera. También extras Ana Luis Peluffo, Lilia Prado, Magda Guzmán y Silvia Derbez. Ahora que los únicos actores mexicanos en el reparto fueron Andrea Palma y Gustavo Rojo.
Club de skis
Club de Skis nace aquí como una empresa concesionada al estadunidense William D. Brophy, dedicado a la fotografía con el equipo más moderno existente en México, acreditado por sus postales del puerto. Su brazo derecho, Carlos Ochoa Tinoco, concibe el espectáculo denominado Hollyday on Skis y es presentado por primera vez el 29 de diciembre de 1957.
Fue la “pirámide” uno de los números que más impresionaron al turismo nacional y extranjero. Carlos Mendoza llevando en hombros a las hermanas Villalvazo, Vilma y Conchita y a sus lados Vicky Soldevilla y Tere Barney. No será menos espectacular el “papalote humano” a cargo del propio Mendoza.
La presencia de los hermanos Ochoa Jiménez, tres chiquillos en pleno dominio del deporte ejecutando suertes incluso temerarias, dará al espectáculo novedad y atractivo: Jaime, de 7; Jorge, de 8, y Carlos de 10 años. Este último será muy aplaudido esquiando de cabeza sobre un disco de madera.
Lindas acapulqueñas participaron en el Hollyday: Anita Martínez, Analila y Margarita Fox, Melanea Valverde, Janet Goetz, Blanquita Andión, Margarita Arrieta, Tere Varcárcel, Alicia Ramírez, Teté Castilleja, Marina Pólin, Lourdes Flores y Orfelina Aguirre. Cubrieron etapas sucesivas las hermanas Alicia y Cristina Jiménez Ramírez, Hilda Mayoral, Noelia Pérez Vargas, Sabina Vallarta (dobles de slalom), Leticia Mayoral (esquí con zancos), Bárbara Renee Collins (especial del cisne en una tabla con quilla) y Alicia Vallarta (esquiando sin esquíes).
La suerte denominada “Diana cazadora” estuvo a cargo de Cristina, Noelia y Norma Donjuan, mientras que Ailí Christian fue la única dama saltando la rampa. Un ágil y hermoso ballet formaron Norma Donjuán Velarde, Venus Pérez Vargas, Rosa María Jiménez, María de Lourdes Moreno, Lucy Bello, Rosa María Pinzón, Catalina Ramírez y Ruth Zárate.
Carmen Chávez Varela
Los nietos de doña Carmen Chávez Varela no mentirán cuando presuman orgullosos que la abuela Carmen fue una de las salvadoras del parque Papagayo. Buena parte de sus 22 hectáreas, expropiadas por el gobernador Rubén Figueroa Figueroa, serán más tarde adjudicadas por el gobernador José Francisco Ruiz Massieu al empresario extranjero Moisés Assa Dueck. Este montaría en la superficie su fábrica Carnival de ropa íntima para dama.
En efecto, la señora Chávez Varela, dirigente de la organización Defensores del Parque, había respaldado las acciones de la organización Guerreros Verdes, dirigida por la doctora Elena Kahn, insobornable luchadora a favor del medio ambiente acapulqueño. Ambas damas lograron con sus cruzadas mover a miles de conciencias acapulqueñas, cuya fuerza hará recular al propio poder omnímodo. Lástima que para cuando el mandatario acapulqueño escuche el rechazo popular, el beduino Dueck ya había derribado 325 árboles, muchos de ellos centenarios sobre la avenida Cuauhtémoc.
Kay Mendieta
Reconforta que muchas acapulqueñas se sumen a reivindicaciones sociales de las muchas pendientes en Acapulco. Y para no ir muy lejos ahí está la ambientalista Kay Mendieta Marsalis, hija del arquitecto Xavier Mendieta Bueno, director de Obras Públicas en el gobierno del alcalde Canuto Nogueda Radilla. Ella encabezó la batalla para recuperar el Jardín del Malecón de Acapulco, obsequiado a sus cuates millonarios por el presidente Ernesto Zedillo, orgulloso de haber sido limpiabotas en su niñez. Oficio, por cierto, que ha continuado hasta nuestros días dando bola a los poderosos. A los mismos que salvó de la ruina con el malhadado Fobrapoa, a costa, por supuesto, de la miseria de millones de mexicanos.
A propósito, la ahora señora Mendieta de Alonso, acompañada por la también ambientalista Vivian Heredia, entregó al Ayuntamiento, apenas en julio de este año, una sugerencia para que, concluida la concesión federal de la Administración Portuaria Integral (API), se recupere tal especio para disfrute de los acapulqueños y el turismo. No hubo respuesta oficial.
Se conocerá, sin embargo, cuando la comisión edilicia del caso rechace con burlas y escarnio la propuesta de una regidora de Morena relacionada precisamente con el rescate municipal de aquél espacio federal. Sobre la drástica negativa del Cabildo, la señora Mendieta de Alonso, codirectora del Jardín Botánico de Acapulco, opinó requerida por El Sur: “más que un sopapo para Morena, los ediles del rechazo sólo demostraron una falta absoluta de conocimiento sobre un tema que lleva años en la agenda pública”.
Junto con la propuesta de la regidora de Morena sobre el rescate del malecón, fue rechazada con la misma energía la relacionada con el retiro de la estatua de Eugenio Derbez, dedicada al excelso cómico por el ex gobernador y su jefe de obras. Las burlas para esta vendrán incluso de dos regidoras afines a su partido, hablando ello muy bien de la libertad de que goza un Cabildo totalmente morenista. Un fuego amigo que no falta quien lo explicara adjudicando a las protagonistas la pretensión de que Ludovico Peluche les pague el favor. No con billetes sino invitándolas a participar en su programa llevando en rol de Excelsa, la criada de La Familia Peluche.
Arturo Escobar García
Arturo Escobar García ha sido sin duda el cronista de sociales más leído en la historia del periodismo acapulqueño.Y el más mimado, por supuesto. Primero en Trópico, más tarde en Diario 17, luego en Novedades de Acapulco y hasta su muerte el año pasado en Enfoque. Para envidia de muchos de nosotros, Escobar García recibió en vida el más numeroso y entusiasta homenaje por parte de varias generaciones de sus lectoras acapulqueñas. Fue en ocasión de cumplir medio siglo como líder de la crónica social en Acapulco; un homenaje genuino, desinteresado e incluso amoroso de la Asociación de Damas Guerrerenses, encabezado por Violeta Farías Montano, y junto con ella María Elena de la Llata, Rossana Ríos y Leticia de González Molina. Allí estuvieron: Georgina Bermúdez, Chuchita y Malena Galeana, Licha Jiménez y su hija Lucía Guadalupe, Carmen Zúñiga, Estelita Juárez, Vicky Arzeta, Margarita Juárez, Aída Vargas, Angelina Piza, Eberth Liquidano, Tomasita y Amparito Manzanares, Amelia de Manzanares, Lilia Maldonado, Lupita Pérez, Hilda Pineda, Analila Fox, Ivonne Casís, Elizabeth Álvarez, Piqui Ricard, Cecilia Sánchez, Lupita Juárez, Karla Garibo, Esther Sadala, Luz María Ahedo, Rosario Cardoso, Maricela López Trejo, Amalia Hernández, Chayo de Ceballos, Emma Reyes, Edith Hernández.
Chabela y Pili Robles, Loreto de Muñoz, Berenice de López, Carmen de Zurita, Noemí Castillo, Alicia de Salas, Cristina de Schoeder, Otilia Azuara, Rosalinda Alarcón, María Nieves, Edelmira de Javier, Lupita Santaolaya, Tina de García, Chela Herrera, Gloria de la Peña, Maricarmen Tenopala, Irma Cruz, Licha de Trani, Matilde Cabrera, Vivian Heredia, Emilia Gamiño, Cota Lobato, Paola Ortega, Lupita de Peláez, Piquis Robles, Mago Trani, Alicia Bustamante, Vicky Abarca, Lety Fierro, Oralia Alcaraz, Aurelia Salgado, Mildred y Hortensia Zavala, Lupita Gómez Maganda, Selene Caballero, Themis Mendoza Arizmendi.
Lupita, Gabriela y Ana Dolores Medina Escobar (sobrinas del homenajeado), Eloína López Cano, Areli Eunice, Rogelia Beltrán, Malena Steiner, Fanny Alarcón, Virginia Villalvazo, Lucy de Guillén, Lucy y Adriana Guillén, Margarita de Guillén, Cecilia Soberanis, Cosset de García, Raquel Mendoza, Silvia Flores, Malena Sareñana, Lety Peláez, Martha Camacho, María Elena Alcaraz, Margarita Reina, Larissa Peláez, Carmelita Huerta, Josefina Suástegui,
Rosa Martha Muñúzuri, Acela Tellechea, Gloria Luz Nozari, Anita de la Peña, Isabel Quevedo, Alba Luz Estrada, Regina Anaya, Yazmín Valdovinos, Martha Suástegui, María Estela de Martínez, Etelvina Díaz, Carmen de Anda, Crisantema Bello, Lupita Torreblanca, Esther Elías Lozano, Tere Landa, Yayita y Paty Reina, Refugio Rojas, Irma Rojas, América del Río, Yolanda Suazo. “Y muchas más que escapan a nuestra memoria”, como cerraba Escobar sus columnas.
SIPEA
Fue la Sociedad Interamericana de Poetas, Escritores y Artistas una organización nacida en Acapulco e integrada en mayor número por acapulqueñas dedicadas a las bellas artes y cuyos éxitos fueron sonoros a nivel continental.
Ellas y sus obras: Rosalba de la Cruz (Madrigal), Eloísa Soberanis Acosta (Alborada), María de Lourdes Oms Olivar (Ritmos costeños); Blanca Reina Aguirre (Si yo tuviera alas), Elsa Zamora (Era llena de gracia), América del Río (Pensamientos), María Isabel Estrada Martínez (Azul), Rosa Martha Muñúzuri (Eso sí es verdad), Etelvina Bello Solís, Paty Garza (Paisano), Maru Soberanis Nogueda (Me dices que te diga), Violeta Farías Montano (Mi barca) Hilda Latabán (Amémonos así), María Fausta Luna Pacheco (Poenova).
