12 febrero,2020 4:38 am

Acuden los LeBarón al basurero de Cocula; el gobierno no atiende la inseguridad, critican

El tiradero del caso Ayotzinapa representa la traición, la mentira, el crimen, la violencia y el engaño, señalan. Van al velorio del niño y la niña ejecutados frente a su papá en Tomás Gómez, y responden al obispo Salvador Rangel que aceptan que los utilicen las víctimas, “queremos ser la voz de los que más sufren”

Cocula, Guerrero, 12 de febrero de 2020. Al visitar el basurero a cielo abierto de este municipio bajo un fuerte dispositivo de seguridad, miembros de la familia LeBarón criticaron que el gobernador Héctor Astudillo Flores priorice la petición a Estados Unidos para que levante la alerta para turistas, en lugar de que atienda los problemas de inseguridad y violencia de las comunidades, en las que se están matando a niños.

Mientras que en entrevista durante el velorio del niño y la niña ejecutados frente a su papá en Tomás Gómez, Cocula, el activista Julián LeBarón respondió al obispo Salvador Rangel Mendoza (quien afirmó que están siendo “utilizados”) que aceptan que los utilicen todas las víctimas en México, “queremos ser la voz de los que más sufren”.

Llamó a poner las diferencias políticas a un lado, “lo suficiente para reconocer que todos necesitamos estar en el mismo equipo cuando se trata de la violencia, y estarnos dividiendo más en ese tema pues en realidad es bastante, bastante estúpido”.

A las 7:00 de la mañana el convoy de una docena de vehículos, entre ellos una tanqueta blindada y seis patrullas de la Policía Federal se encaminó a la cabecera municipal de Cocula, y de allí al basurero a cielo abierto ubicado a unos 10 kilómetros, donde se vio que ya no se usa para arrojar los deshechos del municipio.

“Yo creo que la verdad histórica es una basura”

Hora y media después se llegó al basurero de la “verdad histórica” que presentó la Procuraduría General de la República (PGR) con Jesús Murillo Karam en el gobierno de Enrique Peña Nieto sobre el caso Ayotzinapa. La zona luce abandonada sin acordonamiento ni seguridad.

A pesar de lo complicado, Julián y Bryan LeBarón no dudaron en descender unos 100 metros entre la basura, polvo, una innumerable cantidad de botellas de vidrios rotos y todo tipo de objetos, hasta llegar a la parte más baja donde, según el gobierno de Peña, habrían sido calcinados los cuerpos de los 43 estudiantes. También descendieron Adrián y su esposa Shalom Tucker y al menos una decena de periodistas.

Julián LeBarón dijo que su visita al basurero era para que nadie olvide lo que ahí sucedió, y pongamos nuestra mirada cada que necesitemos una razón por la cual luchar.

Indicó que el basurero de Cocula es la consecuencia de dejar un poder ilimitado a los líderes del país, ya que en México la primera víctima de cualquier crimen es la verdad, “yo creo que la verdad histórica es una basura”.

Expuso que el basurero representa la traición, la mentira, el crimen, la violencia y el engaño, y corresponde a todos los mexicanos sacar el país adelante y superar toda esa porquería.

Bryan LeBarón describió el sitio como un símbolo de la impunidad que se está viviendo en México y del fracaso del sistema judicial, ya que no se tienen respuestas de los 43 normalistas desaparecidos en 2014.

Refrendó su apoyo a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos y manifestó que la “verdad histórica” del gobierno pasado “es una gran mentira”.

Al dar lectura a un escrito que llevaba anotado en su teléfono, el mayor de los LeBarón, Adrián dijo que el basurero representa uno de los episodios más obscuros del país. “Lo que no debemos tirar a la basura es nuestro futuro como país”.

“Este punto  representa uno de los episodios más negros de nuestra historia, en esta zona nos desaparecieron a 43 muchachos, 86 padres se quedaron sin un hijo, a 43 mesas les sobro una silla para cenar, cada uno formaría una familia, tendría hijos, todos ellos iban a ser maestros, no sólo se llevaron 43, fueron miles de vidas mutiladas”.

Manifestó que seguirán caminando “hasta que deje de doler, hasta que ya no existan víctimas, hasta que nos inviten a la fiesta del pueblo y no a un funeral”.

“Hay que tirar aquí el miedo, la apatía, el rencor, el odio, y recuerden, todos aquellos que tienen miedo, que no están solos, y sálganse a caminar, recuperen sus calles, abracen a sus familias y díganles: espera, está a punto de amanecer”.

Bryan LeBarón respondió al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que “es impresionante oír decir que estamos exagerando el venir a Guerrero”.

Manifestó que si se le pregunta a las víctimas, a la gente que vive con miedo y que tiene que pagar piso hasta en las remesas, “a ellos no les parecerá una exageración decir que hay una crisis humanitaria, esa es la realidad, y no sé en qué realidad está viviendo el gobierno”.

Se refirió además a la petición que hizo el gobernador Héctor Astudillo al embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau para retirar las alertas de viaje que se mantienen sobre ciudades turísticas de la entidad.

Manifestó que la violencia en el estado es una realidad en la que están matando a niños y que el gobierno quiere vender la “mentira de que todo está mejor, pero lo único que quieren es que vuelvan a llegar los turistas”.

“La economía del estado no merece que lleguen turistas a verlos, si no podemos ayudar a la gente más necesitada y la más humilde para tener seguridad y defender su vida, que es lo más importante, por qué tenemos que defender el territorio a donde llegan los turistas, debe empezar por la gente humilde y si logramos eso, ahora somos dignos de invitar a los turistas”, consideró.

Para las víctimas sí tiene sentido salir a manifestar el dolor

Julián LeBarón respondió al obispo Salvador Rangel, –quien afirmó que no tuvo sentido su marcha en Chilapa ni solicitar que se declare zona desastre humanitario porque eso se debió hacer dos o tres años antes y no ahora que la violencia ha disminuido–, “hay mucha gente que piensa que no tiene mucho sentido ir a la iglesia y otros sí, sin embargo, es el sentido que le da cada quien a las circunstancias”.

Afirmó que para las viudas que caminaron en Chilapa para manifestar el dolor y el repudio a la violencia que han sufrido,  su marcha “tuvo el suficiente sentido” aunque caminaron bajo el sol varias horas.

Del señalamiento del prelado de que están siendo “utilizados”, Julián LeBarón le preguntó ¿por quién?, y manifestó, “nosotros aceptamos que nos utilicen todas las víctimas en México, y queremos ser la voz de los que más sufren”.

Agregó que a cada rato les preguntan que si ellos quieren hacer algo político, “y la mera verdad nosotros queremos hacer exactamente lo opuesto de lo que se hace en la política”.

“Sería bueno que le pregunten al obispo que específicamente de qué se trata que nos utilicen y quién”, y pidió poner las diferencias políticas a un lado, “lo suficiente para reconocer que todos necesitamos estar en el mismo equipo cuando se trata de la violencia, y estarnos dividiendo más en ese tema pues en realidad es bastante, bastante estúpido”.

Refrendó el llamado para declarar zonas de desastre humanitario, y al tiempo de voltear a ver y señalar a Vicenta Bahena, mamá de los dos adolescentes asesinados el domingo, “a esa señora, seguramente esa señora no está de acuerdo en que se diga que no pasa nada y que las cosas continúen así, no hay palabras ni para decirlo, si no lo estás viviendo, si no lo estás viviendo no lo vas a entender”.

De las cifras del gobierno federal y de Guerrero de que la violencia y los homicidios han ido a la baja, Julián LeBarón preguntó, “¿pero cuántos casos se resuelven?, mientras sigan impunes todos esos casos, todos esos asesinaos representan el mismo peligro para toda la sociedad y eso tiene que cambiar”.

Reiteró la convocatoria a todos los mexicanos a movilizarse para demandar seguridad y justicia, “porque todos somos responsables de lo que ha pasado”.

En la noche informó vía telefónica que pasaron a conocer el municipio de Taxco, que dijo “es un pueblo hermoso”.

Mencionó que los metieron a la alcaldía donde el presidente municipal Marcos Parra Gómez les contó la historia de Taxco y les explicó cómo ha ido bajando la incidencia delictiva del fuero común, y que justificó que la violencia generada por el crimen organizado es responsabilidad de la federación, “es absurdo”.

Texto y foto: Alejandro Guerrero

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