6 febrero,2025 4:38 am

Afronta el transporte público en Acapulco disparidad de precios, inseguridad y carrocerías viejas

 

Acapulco, Guerrero, a 6 de febrero de 2025.- El transporte público en Acapulco tiene problemas añejos de frecuencia, disparidad de precios, falta de seguridad para los usuarios y carrocerías viejas o dañadas, y son los ciudadanos de a pie que utilizan estos taxis, camiones y camionetas para llegar a su trabajo y a su vivienda quienes los padecen.

La violencia directa contra choferes paralizó el servicio por varios días a principios de 2024, en el caso de los camiones urbanos el gobierno colocó agentes de la Guardia Nacional dentro de los vehículos de transporte y ha logrado hasta el cierre del año, al parecer, inhibir hechos violentos similares contra este sector. Sin embargo, el asesinato de taxistas continuó durante el transcurso del año.

Sin orden oficial, los taxis amarillos y los camiones urbanos se detienen en cualquier punto que quieran o pidan los usuarios y recorren las avenidas a altas velocidades, lo que ha provocado accidentes mortales. Está normalizado que los taxistas cobran 25 pesos por pasaje, aunque oficialmente son 20.

La modernidad prometida por el Acabús nunca llegó y este sistema de transporte se convirtió en una alternativa más para los acapulqueños que se mueven de la zona suburbana al centro de la ciudad con los mismos problemas que el resto de los camiones.

La falta de articulación entre los diferentes tipos de transporte causa que el costo promedio de movilidad diaria de un acapulqueño oscile entre los 60 y 70 pesos.

Los camiones urbanos

Aún se sentían los estragos del huracán Otis, cuando el 11 de enero de 2024 el servicio de transporte público fue suspendido en distintos puntos de la ciudad por amenazas del crimen organizado, la reactivación fue paulatina, pero la escasez se prolongó varios días.

El 24 de febrero, un chofer de camión urbano ruta Renacimiento-Costera fue herido a balazos en la carretera federal México-Acapulco, frente a la colonia Benito Juárez; al día siguiente, un camión de la ruta Primero de Mayo-Caleta fue incendiado en la avenida Ruiz Cortines y un chofer de taxi colectivo fue herido a balazos en la avenida Cuauhtémoc, frente al Autozone.

En los siguientes días, el servicio fue suspendido y los usuarios sufrieron para llegar a sus trabajos del centro de la ciudad y regresar a sus casas de la zona suburbana.

El 4 de marzo algunas rutas volvieron a brindar el servicio con la custodia de agentes de la Guardia Nacional dentro de los mismos camiones de transporte, pero el día 27, hombres armados quemaron un camión urbano de la ruta Hospital-Vacacional cerca del Mercado Central.

Desde entonces es común ver a hombres y mujeres con sus trajes de la Guardia Nacional y armados parados en la puerta trasera de los camiones urbanos, bajando y subiendo después de que los pasajeros salen.

La ruta de camiones Primero de Mayo-Caleta, distinguible por las franjas color rosa que atraviesan los viejos vehículos, comienza en la calle Plan de Ayutla, en la colonia Lázaro Cárdenas, donde los guardias nacionales pernoctan en un pequeño local que antes era una cantina.

Al inicio de la política de seguridad en el transporte público de Acapulco, los choferes de los camiones urbanos y los jóvenes de la Guardia Nacional estaban cada quien por su lado, pero en tiempos más recientes se nota la convivencia entre ellos por tantas horas de compartir el mismo espacio de esta colonia.

En la avenida Costera, los camiones urbanos compiten por el pasaje, los choferes se rebasan a exceso de velocidad y con música a alto volumen. Son 12 pesos por el viaje que algunos sí disfrutan, su opuesto es el camión amarillo codiciado por el aire acondicionado, pero que requiere paciencia para encontrarlo.

Taxis azul con blanco

Tras el paso del huracán categoría 5, una queja casi generalizada común es el aumento del costo de pasaje de los taxis azul con blanco, el precio promedio era de 60 pesos, pero actualmente es de 80 pesos aproximadamente.

El cuestionamiento del precio se basa en que el aumento de la gasolina no corresponde a los nuevos valores que fijan los choferes, pero éstos argumentan que la alza corresponde a un crecimiento generalizado de precios en la ciudad.

Muchos de los taxis azul y blanco, principalmente Volkswagen descontinuados oficialmente desde hace varios años, recorren las colonias de Acapulco con una carrocería descuidada, salvo los que se centran en recoger turistas en la avenida Costera, aunque de estos últimos son mayoritariamente otros modelos, por ejemplo Sentra de la marca Nissan.

Los choferes de taxis azul con blanco no escapan de la violencia, el 20 de noviembre un integrante de este gremio fue asesinado a balazos en la colonia Morelos y el 17 de diciembre otro fue herido por balazos disparados por hombres en la avenida Solidaridad, en el fraccionamiento Hornos Insurgentes, cerca de la clínica del ISSSTE.

Taxis colectivos y rutas alimentadoras

Los taxis colectivos con franjas amarillas solucionan los problemas de frecuencia de las mismas rutas que recorren los camiones, pero que tardan en pasar más tiempo por las principales avenidas.

Un pasajero que pretende usar un camión Zócalo-Colosio por la comodidad de atravesar la ciudad y llegar a la zona Diamante en aire acondicionado por 16 pesos, debe esperar al menos tres veces de tiempo para que pase el camión en comparación con el taxi colectivo, que cobra 25, con la excepción de unos cuantos que negocian un menor costo si el traslado no llega hasta al final de la ruta.

El 2 de agosto, un taxi y una camioneta particular chocaron y murieron seis personas, entre ellas el chofer y los dos pasajeros que iban al frente con él; cuatro días después, el coordinador de Movilidad y Transporte, Daniel Moya Fosado, declaró que entre 20 y 30 accidentes son registrados mensualmente en la Escénica.

Las rutas alimentadoras conducen a los usuarios de las grandes avenidas a calles cercanas a sus casas, sin embargo, la violencia también se ha extendido hacia sus choferes. El 14 de octubre, hombres armados dispararon a una base en la calle Primero de Mayo, de la colonia Las Cruces, a un costado de la carretera federal México-Acapulco, y asesinaron a tres taxistas.

Al día siguiente y con los rostros cubiertos, compañeros suyos de las rutas alimentadoras de Las Cruces, Playa Seca y Radio Koko bloquearon hora y media ambos sentidos del bulevar Vicente Guerrero para exigir seguridad y justicia.

La ruta alimentadora Bicentenario, ubicada frente a la central de camiones Estrella de Oro de la avenida Cuauhtémoc y extendida hasta el Infonavit Alto Progreso, también resultó afectada por la violencia en contra de sus choferes pese al resguardo policial, lo que motivó su cierre.

Acabús

El sistema de transporte Acabús se estancó en un servicio deficiente por la falta de camiones suficientes para satisfacer la demanda de usuarios entre la zona suburbana y el centro de Acapulco.

Inaugurado el 25 de junio de 2016 por el gobierno priista de Héctor Astudillo Flores, el sistema de transporte que pretendía cambiar radicalmente la movilidad urbana en el municipio costero nunca logró sus propósitos.

Al igual que administraciones pasadas, la actual encabezada por el transportista Fernando Ruano no ha podido subsanar el problema de frecuencia y, al contrario, subió el precio a 11 pesos y el 4 de diciembre obligó a los choferes a parar el servicio un par de horas para presionar al gobierno estatal de subir de nuevo la tarifa.

Las camionetas Urvan y de pasajeros

El sistema de transporte de Acapulco se completa con las camionetas Urvan y las llamadas pasajeras, que recorren parte de las principales avenidas del municipio y luego entran a las calles de las colonias populares.

Las camionetas Urvan subsanan el problema de la articulación entre las distintas rutas, por ejemplo, una persona que está en el centro de la ciudad y va a las colonias altas del municipio tiene que utilizar sólo una camioneta con la ruta Caleta-Palma Sola por un costo de 12 pesos. Sin embargo, no hay tantas rutas que combinen el trayecto de una avenida principal y las calles de alguna colonia popular.

De todo el transporte público que recorre Acapulco, las camionetas de pasajeros son las más precarias y son las transitan por los lugares más recónditos del municipio, por lo que sus usuarios son, en general, personas de escasos recursos acostumbradas a estas unidades de transporte.

Para adentrarse a los Bienes Comunales de Cacahuatepec, los campesinos se suben a una de estas camionetas en el estacionamiento de Chedraui del crucero de El Cayaco y paga 50 pesos por transitar en unas tablas de madera colocadas como asientos comunes y con la sombra de lonas rotas colocadas encima del toldo.

Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: Carlos Carbajal