19 marzo,2021 4:49 am

Agilizan la inoculación de la vacuna Sinovac en el segundo día, a pesar de las largas filas  

Surgen brotes de inconformidad ante la negativa de atender a quienes no tuvieran su primer apellido con la letra B, aunque para el cierre se flexibilizó la aplicación a la consonante C para terminar con los lotes del biológico ya abiertos

Acapulco, Guerrero, 19 de marzo de 2021. En el segundo día del Plan Nacional de Vacunación contra el Covid-19 en Acapulco para personas con apellidos con la letra B, nuevamente se vieron largas filas, sin embargo, a diferencia del día anterior, el proceso fue más rápido y los adultos mayores esperaron menos tiempo para la aplicación de la primera dosis de la vacuna Sinovac. Algunos llegaron a las 4 de la mañana y otros a las 11 del día a los puntos de vacunación, en los cuales ya casi no había personas formadas para pasar.

Sin embargo, en el punto de vacunación del Centro de Convenciones de Mundo Imperial hubo inconformidad de vecinos que llegaron a pie a exigir los vacunaran y por la noche la fila de vehículos era de casi 2 kilómetro y se les informó que sólo se aplicarían 350 dosis.

Después de las 2 de la tarde, se anunció que se empezaría a aplicar la vacuna a los adultos con apellidos con la letra C, que se anunció sería hoy, sin embargo, debido a que el proceso de ayer fue rápido se abrió la posibilidad de avanzar en la vacunación de los adultos mayores por la tarde. Incluso en algunos puntos se resurtieron al acabarse las dosis que se tenían programadas.

En los puntos de vacunación instalados en el Instituto Tecnológico de Acapulco (ITA), Unidad Jorge Campos de Ciudad Renacimiento, Unidad Deportiva Acapulco (UDA), Centro de Convenciones Acapulco y Centro de Convenciones Mundo Imperial, llegaron adultos mayores con la esperanza de que los vacunaran, aunque su apellido no fuera con la letra B, los cuales fueron regresados e incluso a los que llegaron de la letra C por la mañana.

En la sede del ITA a las 10 de la mañana ya no había gente formada, pues los cerca de 200 personas ya estaban adentro donde se observó que se colocaron carpas por secciones hasta llegar al módulo de la vacunación.

En la explanada para ingresar a la escuela se colocó una carpa y sillas para los adultos mayores así como computadoras donde estudiantes de la UAG auxiliaban a las personas con su folio de registro, pues el lunes fue uno de los principales problemas, al no llevarlo impreso, y luego pasaban. Hubo más fluidez, pero también más adultos que se regresaron desilusionados por no poder ponerse la vacuna debido a que los responsables se apegaron al reglamento de aceptar sólo los apellidos con la letra B.

Como sucedió con una señora de la colonia 20 de Noviembre que, con su caminar lento, llegó hasta el centro de apoyo que este día se instaló para ayudar a los adultos mayores con su folio de registro para ver si la podían vacunar y le dijeron que no porque era de la letra L. Comentó a la reportera que le dijeron que no podían vacunar y que tenía que esperar hasta que le tocara, pero no le dieron fecha y reconoció que iba con la ilusión de su dosis. La señora de 70 años llegó sola y lamentó que su viaje fuera en vano.

Así como ella se observó a otros adultos mayores regresarse con la desilusión de no vacunarse. Mientras que en el módulo de la unidad deportiva Jorge Campos de Ciudad Renacimiento todavía este jueves se vio una larga fila para recibir la vacuna, pero a las 12 del día ya no había personas esperando y eran contadas las que llegaban. Aquí también se vio a adultos mayores que acudieron a ver si les ponían la vacuna, aunque no les tocara.

Al módulo de vacunación en la unidad deportiva Jorge Campos llegó el señor Santiago Rojas, quien en dos meses cumplirá 70 años, comentó que los empleados le dijeron que no lo podían vacunar porque era de la letra R y que acudió porque “han dicho que las vacunas que sobran se las ponen a los que están haciendo cola aunque no sean de la letra”.

Dijo que llegó de la colonia Emiliano Zapata con la esperanza de que le pusieran la vacuna y “yo estoy enfermo no puedo estar haciendo cola, traigo mi rodilla hinchada porque caminé mucho. Yo pido que se apiaden de nosotros, yo vengo solo, no puedo andar mucho y si no hay gente que vacunen, para qué se las llevan las vacunas, que se las den a los que estamos haciendo cola y más para nosotros que tenemos una edad avanzada y no podemos estar parados todo el tiempo”.

Mientras que del poblado del Kilómetro 30 llegó el señor Silvestre Saldaña, de 70 años, con su esposa, ambos con la letra G, quien dijo que era injusto que no los vacunaran si ya estaban ahí y tenían vacunas, pues ya no había gente. “Nosotros estamos malos, enfermos no podemos caminar (mostró su rodilla hinchada) y aquí nos dicen que no pueden vacunarnos, y allá en el Fórum los están vacunando sin la letra; pero allá está lejos, ni para ir”.

El vecino pidió a las autoridades ser más flexibles para vacunar, pues “no tienen ni gente y no quieren vacunarnos. Nosotros estamos enfermos para andar dando tantas vueltas”. Otros se fueron felices como la señora Marisol Benítez Díaz, de 62 años de la colonia Libertadores, quien dijo que gracias a Dios ya le habían puesto la vacuna. Recordó que el año pasado tuvo Covid y “me sentí muy mal, pero a la vez bendecida porque no me pegó tan fuerte como a otras personas”.

Aseguró que con su vacuna siente más tranquilidad y que no tardó mucho, pues llegó a las 10 de la mañana y al medio día ya había salido. A pregunta de cómo la trataron respondió: “Bendecida, me trataron muy bien y me dijeron que la segunda dosis me la van a poner dentro de 21 días, pero que me hablarán”.

Ante la escasez de gente en el módulo de vacunación en su página del ITA en Facebook se colocó un comunicado que decía: “Aviso. A la población de 60 años y más que su apellido paterno inicie con B les informamos que aún hay vacunas disponibles en el punto de vacunación del Tec campus Acapulco. Acude, no hay filas”. Mientras que a las 2 de la tarde se empezó a vacunar en todos los módulos a las personas que iniciará su apellido con la letra C, la cual su vacunación empieza hoy y continuará el lunes.

En la UDA la vacunación empezó a las 9 de la mañana en punto, dijeron los adultos mayores que fueron los primeros en entrar, entre ellos la señora Norma Bello, de 65 años, de la colonia Cuauhtémoc quien llegó a las 4:15 de la madrugada, le tocó la ficha 88 y consideró que “todo fue muy rápido, mucha atención” y dio gracias a Dios por la vacuna. A las 9:30 estaba saliendo del módulo de vacunación. De la segunda dosis de la vacuna le dijeron que tiene que estar al pendiente.

El señor Leonardo Becerra Burgos tuvo la ficha 163, llegó a la UDA a las 5 de la mañana, acudió con sus hermanos y su mamá, consideró que estuvo organizado y rápido, los comenzaron a pasar después de las 8 de la mañana y salió a las 9:50 de la mañana.

Al igual que el primer día de vacunación se dio prioridad a las personas que tenían problemas de movilidad, se acomodaron en otra área a quienes iban en silla de ruedas, a los débiles visuales o quienes no pudieran caminar bien o estar mucho tiempo de pie.

Ayer los adultos mayores que iban solos y los acompañantes se formaron solo en un tramo del lado de la UDA donde daba el sol, a unos 20 metros de la entrada la fila estaba en la acera de enfrente evitando asolearse mientras esperaban.

Cuando inició la vacunación el ingreso fue constante, a las 10 de la mañana ingresó la ficha 520, una hora después ya no había personas formadas y se habían ingresado a ese momento 780 personas, en dicho módulo se tenían previstas la aplicación de mil 500 vacunas.

Se vio más organización de los trabajadores del Ayuntamiento que fueron los encargados en ese módulo de coordinar el ingreso de los adultos mayores, también se vio más personal médico. Algunos adultos mayores esperaron desesperados los 30 minutos después de la aplicación de la vacuna que los tienen sentados para verificar que no hayan tenido una reacción al biológico, “yo tengo cosas que hacer” comentó uno de ellos.

Los adultos mayores que llegaron después de las 11 de la mañana no tuvieron que esperar horas como los que acudieron temprano, pasaron casi directo a que les aplicaran la vacuna, y después de las 2 de la tarde se comenzó a atender a los de apellidos con la letra C.

Mejor esta que nada

En el Centro de Convenciones, a las 10:30 de la mañana había cuatro adultos mayores esperando ingresar, el resto de los que estaban en una fila eran trabajadores de la Secretaría de Salud estatal que acudieron a vacunarse en ese lugar.

Jesús, de 66 años, llegó a las 8:30 de la mañana al Centro de Convenciones, a las 11 de la mañana salió después de recibir su vacuna, consideró que “la organización trata de ser lo mejor posible y uno es el desorganizado, vienen las gentes que no son de la letra, el usuario es el que pone la dificultad”.

Lo que no le pareció fue que le hayan puesto la Sinovac, que es la de menor eficacia según lo que ha leído respecto a la vacuna, “estoy de acuerdo que de algo a nada, algo está bien, pero consideró que el gobierno se debió de haber preocupado de tener vacunas de mayor eficiencia, aunque más vale 50 que cero, pero si me ponen una de 95 mejor”.

La ficha mil 567 le tocó a Celsa Basilio, de 70 años, de la colonia Jardín, quien lo pensó antes de irse a vacunar porque le dijeron que algunas personas el día anterior se habían mareado, vomitado, lo cual le dio miedo, finalmente después de ir a cobrar su pensión en el mismo lugar decidió ir por su dosis contra el Covid-19.

El señor Gerardo acompañó a su esposa y su cuñada a que se vacunaran, el fue el miércoles a la UDA, cuando le dijeron que en el Centro de Convenciones había sillas y sombra, aunque viven en la colonia Progreso decidieron ir a ese punto de vacunación, al que llegaron a las 8 de la mañana y a las 11:10 iban de regreso a su casa.

Vacunación en automóvil

En el Centro de Convenciones Mundo Imperial continúo la vacunación a los adultos mayores que llegaron en vehículos, llegaron personas que no pudieron vacunarse por errores en sus comprobantes domiciliarios como en su credencial del Instituto Nacional de Elector (INE). Del mismo modo, debido a que no estaban registrados en la página de internet de la Secretaría de Saludo federal desarrollada para tal fin (www.mivacuna.salud.gob.mx).

De hecho, alrededor de las 3 y media de la tarde, decenas de personas a pie de colonias como Colosio y La Poza se arremolinaron a la entrada del puesto para exigir ser vacunados.

Ante la protesta, los encargados del puesto aceptaron colocarlos en una lista especial para que este viernes a las 12 del día recibieran la vacuna.

Para Ana Carrera, turista de la Ciudad de México, se le hizo fácil acercarse al puesto militar ya que tiene casa en la zona, pero al no tener los recibos de luz o agua a su nombre no fue considerada. “Vivo acá por temporadas y vine a preguntar porque me dijeron que estaban vacunando a los adultos mayores, ni modo”, lamentó.

Por su parte, la señora Gloria –no dio su apellido– no consideró justo que sólo se vacunara a la gente que venía en automóvil siendo que además es vecina de La Poza.

“No entiendo por qué (nos tratan) de esa forma, qué tienen ellos que no tengamos nosotros”, cuestionó.

Un poco más tarde, alrededor de las 4 y media, la molestia fue de aquellos que en sus autos esperaban ya por varias horas; al ver que no avanzaba la fila y que algunos vehículos sí lograban pasar –fue permitido el pase directo de aquellos adultos mayores en malas condiciones– se confrontaron con los “Servidores de la Nación”.

A esa hora, la fila de vehículos daba la vuelta al complejo acercándose a los 200 vehículos reportados el día anterior en la primera jornada de vacunación.

Más tarde, a las 8 de la noche, cuando la fila de vehículos era ya de 2 kilómetros (desde el Foro Mundo Imperial hasta Villas San Vicente) se dio la orden de recibir a sólo 350 personas más para igual número de vacunas restantes sin importar si su apellido paterno correspondía a la letra B.

La intención, acabarse las vacunas restantes del lote abierto horas antes, según informó una de las “Servidoras de la Nación” que atendía el puesto militar de vacunación del Centro de Convenciones Mundo Imperial.

Texto: Karina Contreras, Mariana Labastida y Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: Jesús Trigo