12 octubre,2017 7:14 am

Agradece el obispo Rangel “sensibilidad” de Astudillo en apoyo a restauración de iglesias

 

 

Taxco, Guerrero, 12 de octubre de 2017. El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, expresó aquí que frente a los desastres naturales por los que atraviesa la entidad, ocasionados por los sismos del pasado septiembre, el gobernador Héctor Astudillo Flores ha tenido “sensibilidad y cercanía con la gente, para su pueblo y para todos nosotros”.

Durante su intervención ayer en el acto donde se entregaron diversos apoyos a familias damnificadas y recursos para la restauración de varias iglesias en la entidad, el prelado católico –uno de los más fuertes críticos de la actuación de los gobiernos ante la violencia que azota al estado– agradeció al gobierno federal, pero sobre todo al gobernador, presente en el acto, el apoyo para las iglesias que fueron dañadas, catalogadas como patrimonio nacional, una de ellas la parroquia de Santa Prisca, a la que llamó “la perla de Guerrero”.

Al acto asistieron el delegado de Sedesol federal, Armando Soto Díaz; el alcalde Omar Jalil Flores; la diputada local, Flor Añorve Ocampo; el diputado federal, Salomón Majul González; el secretario de Protección Civil, Marco César Mayares, y la secretaria de Sedesol estatal, Alicia Zamora Villarreal. La entrega fue en una cancha sobre la vía alterna en la parte sur de la ciudad, por el rumbo de El Gigante.

“A mí me dolía mucho, como a ustedes las fracturas que sufrió Santa Prisca, pero gracias a Dio que nos van a apoyar; creo que Guerrero tiene muchas cosas bonitas, como la parroquia de Taxco”, agregó.

Rangel Mendoza aprovechó para solicitar se atiendan también otros monumentos y recintos religiosos que resultaron afectados, pero que no están dentro de los que por ley atiende el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como se planteó en una reunión que sostuvieron los obispos y el gobernador.

En ella, dijo que Astudillo Flores manifestó su disposición para apoyar a esos monumentos que no están catalogados como patrimonio nacional y por ello no cuentan con un seguro, que pidió, “ojalá que nos lo den”, como en el caso de cuatro casas curales que se cayeron.

Ahí, añadió, “es donde está la mano para apoyarnos en ese sentido y, sobre todo, en el empleo temporal, y siendo un poco indiscreto, puedo decir que el señor gobernador no solamente nos ofreció dos (como se anunció oficialmente), sino cuatro millones de entrada”.

Por ello, reiteró su llamado a rescatar esos monumentos “nacional o no nacional, porque todos son patrimonio de Guerrero, todo es patrimonio nuestro y esos templos representan la fe del pueblo mexicano y del pueblo guerrerense, de un 82 por ciento de católicos en la entidad, y es importante el apoyo que han dado las iglesias desde nace toda una tradición y espiritualidad”.

Entre vivas y aplausos, al lado de los asistentes y varios sacerdotes, el obispo afirmó que la grandeza de un pueblo se mide por la historia que tiene, y a dos años de estar en la entidad “ya me siento guerrerense”, donde descubrió la grandeza de una de las culturas más antiguas de México, la olmeca, que consideró es la madre de las culturas, y la grandeza de los guerrerenses; es por admira esa riqueza cultural, la belleza de sus tradiciones, los monumentos históricos, la historia que se gestó y, por eso, “los que venimos de fuera apreciamos esos grandes valores espirituales y culturales que tienen todos ustedes”.

Nota de Claudio Viveros.