27 enero,2024 8:36 am

Alerta especialista sobre las cardiopatías que se desarrollaron en la población luego de Otis

Señala el cardiólogo Jesús Hernández Muñúzuri que como parte del estrés postraumático tras el impacto del huracán se presentan problemas como diabetes, colesterol y males del corazón, y que tanta tensión ocasionó muertes indirectas por el fenómeno

Acapulco, Guerrero, 27 de enero de 2024. “El huracán Otis nos cambió la vida a todos, fue algo que no esperábamos, algo que prácticamente llegó en forma inesperada y yo, como cardiólogo, pienso que un síndrome postraumático del huracán en materia de salud son las afectaciones al corazón”.

Así se expresó el cardiólogo Jesús Hernández Muñúzuri quien en entrevista en su consultorio en el hospital Pacífico, recordó que un síndrome es un conjunto de síntomas de varias enfermedades y que tras el impacto de Otis se puede hablar, en ese sentido, de problemas con la diabetes, el colesterol o los triglicéridos, así como de problemas siquiátricos pero y por supuesto de problemas cardiacos.

Relató que “abrí consulta para la población durante los meses de noviembre y diciembre, invitando a la gente a consultas gratuitas, consultas de cardiología con electrocardiograma, ultrasonido de corazón y más”.

Asimismo, abundó que trabajó con un monitor Holter, un aparato auxiliar para el diagnóstico que por días le permitió monitorear el corazón de los pacientes.

“En ese tiempo estuve atendiendo de lunes a sábado de 10 a 15 pacientes (diarios), revisando a un total aproximado de 700 pacientes y entre lo que encontré fue al menos siete casos de necesidad definitiva de marcapasos”, ejemplificó.

Del mismo modo, “encontré varios diagnósticos que honestamente eran inéditos, entre ellos dos que sólo había visto por libros”, al igual que pacientes niños, de entre 3 y 5 años y hasta adultos mayores de 95 años con problemas cardiovasculares.

Así, recordó que “la principal enfermedad cardiovascular que se presentó en el consultorio en esa época fue la cardiopatía hipertensiva; la hipertensión hoy por hoy es la primera causa de morbo-enfermedad a nivel mundial”, señalando que uno de cada tres pacientes en el mundo con afectación cardiaca son hipertensos y que muchos de ellos en Acapulco sufrieron una hiper reacción ante el huracán.

Esto es explicó, “que a su problema inicial, la hipertensión, se sumó la ansiedad, la irritabilidad, la depresión, generadas por Otis.

“Nosotros colocamos un aparato de monitoreo de presión arterial y vimos que los problemas de la presión arterial no eran tal, sino eran derivados de un estrés que presentó el paciente con el huracán”.

Hernández Muñúzuri aceptó que tras el huracán las autoridades de todos los niveles fue rebasada y que fue común tener pacientes de diversas enfermedades sin atención médica, sin medicamentos, y que lamentablemente hubo gente que murió de manera indirecta por el huracán.

–¿Hubo defunciones por infarto luego del huracán?

–Sí, sí las hubo, aseguró, indicando que no entran en la cuenta oficial de defunciones directas por el huracán.

No obstante, el cardiólogo llamó la atención en el sentido de que es necesario tomar consciencia de que es mejor la medicina preventiva que la curativa, para no llegar a estos extremos.

“La base de la salud de un pueblo está en la atención primaria eficiente; existen tres tipos de atención a la salud: de primer nivel (médico familiar, primer contacto), de segundo nivel (hospitales de referencia), de tercer nivel (especialistas) y en este caso las enfermedades hay que atenderlas desde el primer nivel”.

Es ahí donde se debe trabajar en temas como el sobrepeso, diabetes, ácido úrico, problemas renales, hipertensión, para evitar en este caso, una complicación cardiaca.

Esto va de la mano con las autoridades de salud, afirmó el especialista y como sociedad, “dependiendo de la edad del paciente, acudir cada seis meses a una consulta de control”, teniendo para ello la voluntad de acudir.

“Un pueblo sin salud es un pueblo sin futuro”, aseguró, “y esto es muy importante porque sin salud tampoco hay progreso”, por lo que se debe crear consciencia de qué tipo de vida se quiere llevar tras el impacto del huracán.

Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano