22 abril,2020 11:38 am

Ampliar horas de clase tras la cuarentena, propone maestra indígena de Metlatónoc

Ninguna de las opciones presentadas por la SEG aplica para sus 18 niños inscritos y cinco oyentes, que tiene en su grupo multigrado de la escuela multinivel de la comunidad Villa de Guadalupe, dice la docente Lidia

Tlapa, Guerrero, 22 de abril de 2020. La profesora Lidia Veleces, del pueblo na savi, consideró que la forma de atender a sus alumnos de preescolar para regularizarlos, será ampliando las horas clase cuando se levante la cuarentena por el Covid-19, que se programó hasta mayo.

Lidia es profesora en el Centro de Educación Preescolar Indígena (CEPI) Francisco I Madero, de la comunidad Villa de Guadalupe, municipio de Metlatónoc, hasta donde debe trasladarse desde Tlapa, donde vive y se quedó al decretarse la suspensión de traslados por la pandemia.

Al anunciar las autoridades de Educación que se retomarían las clases para seguir con el ciclo escolar, a través de plataformas virtuales, televisoras, radiodifusoras, WhatsApp o como se acomodaran los profesores, dijo que revisó todas las posibilidades y ninguna aplica para sus 18 niños inscritos y cinco oyentes, que tiene en su grupo multigrado.

Por eso, ahora está elaborando su plan de trabajo para ver cómo cerrar el ciclo escolar con la menor pérdida de aprendizajes de sus alumnos, pues ya no puede ir a la comunidad.

Dijo que es buena la propuesta de que pueden llevar o mandar trabajos a la comunidad, pero en este caso no aplica, porque en su comunidad cerraron el acceso a los de fuera, en especial a los de Tlapa, porque se dice que ya hay contagiados, “así que ni me van a recibir nada ni me van a dejar entrar para las indicaciones, y tampoco hay transporte directo hasta allá”, mencionó.

Agregó que la forma de usar la tecnología, como internet, queda descartada porque si a caso podrá mandar un mensaje de indicaciones y ya. Para el material, la persona que lo reciba tendría que imprimirlo y deberá salir a la cabecera municipal de Metlatónoc, cuando ahí tampoco dejan entrar a la gente de otras localidades, como medida de prevención.

Además de que los padres, poco caso le harán a las recomendaciones, no porque no les interese la educación de sus hijos, sino porque la mayoría son analfabetas y poco pueden apoyarlos con sus materiales. También, que para ellos la sobrevivencia alimentaria es primordial, “si todos pueden ir al campo por la leña, el agua o sembrar, es mejor”.

Contó que su comunidad está lejos, que la energía eléctrica falla, no llega señal de televisión o de radio. A veces puede haber señal de wifi de ficha, pero es muy lenta.

Por ello, consideró que una vez que regresen de manera presencial, llevará las estrategias para regularizarlos. Una será con guías que complementen el trabajo de los niños y les pedirá a los padres que se los dejen al menos una hora más, en la semana o fines de semana, porque por ahora es imposible acudir a su centro de trabajo por el cierre de caminos y el temor del contagio que tienen en las comunidades de los que van de Tlapa.

Dijo que sus alumnos recibían clase en un aula de adobe, que el 18 de marzo, unos días antes de la declaratoria de la pandemia, la inauguraron. Aunque aún no la estrenan, por lo que se espera que eso sea un incentivo para los niños.

Lidia espera la comprensión de sus superiores y de la Secretaría de Educación Guerrero, ante las medidas que tomó la comunidad por el Covid-19, pues de las alternativas que les dieron, ninguna es aplicable en las comunidades, sobre todo en las de alta marginación, donde ella da clases y cada día es un reto mantener a los niños en la escuela.

Texto: Carmen González Benicio / Foto: El Sur

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