16 abril,2024 4:48 am

Apenas ayer

 

Silvestre Pacheco León

 

 

 

En 1953, hace ya 70 años, Zihuatanejo se erigió en municipio con el nombre de José Azueta con parte del territorio de los vecinos municipios de La Unión y Petatlán.

Durante 49 años lo gobernó un solo partido político de Estado, ligado a los intereses caciquiles que decidía la vida de los azuetenses.

Pasaron 49 años para que se produjera una alternancia en el gobierno con el triunfo del PRD, 22 años después de que se registro la primera planilla de oposición representando al Partido Comunista Mexicano, con el finado profesor Jorge Carreón González como candidato.

La historia política de Zihuatanejo, un municipio joven con una cabecera municipal bastante reciente, es muy interesante.

Los cambios políticos en Zihuatanejo, municipio que nació con el nombre de José Azueta en 1953, al de Zihuatanejo de Azueta en 2008, han sido vertiginosos en los últimos tiempos.

Zihuatanejo ha sumado en su vida 20 presidentes municipales, todos del sexo masculino, pertenecientes a dos partidos políticos, PRI 17 y PRD, tres.

A pesar de que en Zihuatanejo como en el resto del país las mujeres con la mayoría de habitantes, hasta hoy han tenido una participación marginal en la política, conformándose durante muchos años con sentirse reconocidas en la persona de doña Caritina Galeana, homenajeada hasta su muerte como la primera regidora que tuvo el municipio en 1954.

El marasmo en el que vivía la sociedad agraria costeña, donde las mujeres como todos los demás eran víctimas del patriarcado, se alteró políticamente en 1988 con la ruptura del grupo nacionalista del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas al interior del PRI. Fue como un sismo en la vida nacional junto con la emergencia de los tecnócratas manejando el gobierno, cada vez más ligados a los intereses norteamericanos como empleados eficientes.

Fue la campaña electoral del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas a la presidencia de la república lo que hizo aparecer en la palestra a los diferentes grupos locales de izquierda que ya exploraban la vía electoral para la toma del poder, cuando todavía estaba fresca la acción de los grupos guerrilleros en el estado, cuyos principales líderes, Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, habían sido asesinados y sus grupos derrotados.

Años atrás, en las más difíciles condiciones, la oposición partidista de izquierda había emprendido la vía electoral para disputarle el poder al PRI, acometiendo la enorme tarea de convencer a los ciudadanos sobre la conveniencia de confiar en el voto para generar los cambios políticos que se reclamaban.

El desprestigio de las elecciones nacido del hecho de que el PRI gobierno tenía en sus manos el control del aparato electoral había alejado naturalmente a los ciudadanos de las urnas, aunque eso, en vez de apenar al gobierno le daba manos libres para ganar carro completo en cada elección. Sus artimañas eran muchas para que la clase política se mantuviera en el poder, negociando y vendiendo las candidaturas.

Para las elecciones había un catálogo innúmero de artimañas del gobierno y su partido para avasallar a la oposición, la que tuvo que bregar contra todo para alcanzar el respeto al voto quitando al gobierno el control del aparato electoral.

Sólo así, con la transparencia y la representación de los partidos en todo el proceso electoral los ciudadanos recobraron  la confianza en el voto.

Cada ciudadano, un voto, fue la consigna y eso terminó con las desgastantes protestas post electorales que paralizaban las actividades en nuestro estado.

Las protestas legendarias fueron las de 1989 durante el gobierno de José Francisco Ruiz Massieu, y en la Costa se produjeron los primeros triunfos reconocidos en Petatlán y Coahuayutla.

Guerrero fue el primer estado en el que se estrenó el Partido de la Revolución Democrática en las elecciones municipales de 1989 durante el gobierno estatal de José Francisco Ruiz Maassieu cuando se creía superado el periodo caciquil, pero en 1993, frente a la candidatura de Rubén Figueroa Alcocer, el PRD compitió con Félix Salgado Macedonio.

En Zihuatanejo el primer candidato de oposición propuesto por el PRD para la presidencia municipal en 1989 fue el profesor Salvador Castro Bracamontes, acompañado por Homero Jaramillo en la sindicatura y  Elías Oliván Serdán, el primer regidor en el Ayuntamiento que encabezó el priísta Jorge Allec Galeana.

Fue hasta el año 2002, hace 22 años, cuando Zihuatanejo ganó el estatus de municipio democrático debido a que en ese año se produjo la alternancia en el poder con el triunfo del PRD, cumpliendo así uno de los requisitos modernos en los que se basa la gobernanza.

Desde entonces, en lo político Zihuatanejo conquistó el piso parejo que demandaban los ciudadanos y los partidos. En adelante la participación ciudadana en política profundizará en las transformaciones sociales para llevar a buen término el propósito de hacer a nuestra sociedad la menos desigual.

En los años que lleva el presente siglo han gobernado Zihuatanejo cuatro presidentes del PRI y tres del PRD sin contar a los interinos y a quienes han repetido en el cargo. Lo que no ha variado mucho es el papel poco protagónico de las mujeres que hasta el presente año parece que están a punto de cambiar el rumbo de la historia gracias a la madurez de los partidos con vocación democrática.

En este recuento vale la pena tener presente que son 70 años en la vida del municipio gobernados por hombres y ahora, tal y como sucederá en el nivel federal, será la primera vez que, independientemente del partido que gane, tendremos una mujer dirigiendo el destino municipal, lo cual hará realidad el mito del matriarcado costanero que le dio nombre al municipio.

Dos mujeres, con historias diferentes y partidos políticos confrontados, disputarán electoralmente la presidencia del ayuntamiento en un nuevo clima de civilidad política y cortesía republicana. Esta es una oportunidad relevante para todos y todas.

Zihuatanejo, con una cabecera que se conoce en casi todo el mundo gracias a sus bellezas naturales que ha hecho decir al historiador francés Cristopher Duverger en su libro Memorias de Hernán, que en estas tierras el conquistador Hernán Cortés y doña Marina, la Malinche, pasaron su luna de miel y también su despedida, disfrutando de la paz y tranquilidad a la que convoca su bahía.

Ahora, en esta era del eclipse, con toda su energía liberada, los zihuatanejenses estamos frente a la posibilidad de recuperar el paradisiaco pasado que haga de nuestra cabecera  el primer territorio que conquista la igualdad en general, la paz social y la felicidad.