15 noviembre,2022 9:09 am

Apremian especialistas desde Guerrero a reforzar las campañas de prevención de la diabetes

Según cifras que dio a conocer ayer el Inegi, en el estado se presentan 10.5 decesos por cada 10 mil habitantes, apenas debajo de la media nacional que es de 11

Acapulco, Guerrero, 15 de noviembre de 2022. En el Día Mundial de la Diabetes, que se conmemoró este lunes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que Guerrero mantiene una tasa de mortalidad por diabetes mellitus por debajo de la media nacional de 11 decesos por cada 10 mil habitantes. El padecimiento es considerado, desde hace cinco años, una epidemia silenciosa y no contagiosa en México.

Para los especialistas, la pobreza, los hábitos de alimentación y la genética son factores que impactan en el número de enfermos con este padecimiento en Guerrero, donde se construyen tres centros de hemodiálisis por parte del Insabi y uno del ISSSTE. El mal no sólo daña los riñones, también se pierde la vista y se padecen problemas cardiovasculares y hasta cáncer de hígado.

Los tres especialistas consultados indicaron que la construcción de estos centros de atención hemodiálisis ayudan a alargar la vida de los pacientes que están en la última etapa del padecimiento, pero que hace falta una mayor campaña de prevención por parte de las autoridades de salud, y de cuidado y atención por parte de la población.

Las muertes por diabetes 

El Inegi dio a conocer los datos más recientes de mortalidad en el contexto del Día Mundial de la Diabetes. Guerrero se ubicó cinco décimas por debajo de la media nacional que es de 11 fallecimientos por cada 10 mil habitantes, con 10.5 muertes, en la posición 13 de 32 estados.

De acuerdo con las estadísticas del Inegi, en 2021 el 13 por ciento de las defunciones en México fueron por diabetes, es decir 140 mil 729 personas murieron según las Estadísticas de Defunciones Registradas.

De las personas que fallecieron por diabetes, 74.9 por ciento, 105 mil 395, no eran insulinodependientes y 2.2 por ciento, 3 mil 109, só lo era. En 2021, del total de defunciones por diabetes, 51 por ciento, 71 mil 330, correspondió a hombres y 49 por ciento, 69 mil 396 casos, a mujeres.

De la población afiliada a servicios de salud que falleció por el padecimiento, 67 por ciento, 45 mil 146 tenía derechohabiencia al IMSS y 14 por ciento 9 mil 767 al ISSSTE.

La cifras revelan también que a pesar de la baja en 9 décimas en las muertes por diabetes, el porcentaje sigue por arriba de los 8.2 decesos por cada 10 mil habitantes registrando en 2019, y que en el 2020 pasó a 11.9, en 2020 y el año pasado los cálculos señalan que fue de 11 muertes por cada 10 mil habitantes.

También advierte que según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición  de 2018 en México, 10.3 por ciento de la población de 20 años o más tenía un diagnóstico previo de diabetes.

Por estados, Puebla presentó la tasa de mortalidad más alta con 15.7, seguida de  Veracruz con 15.6 y Tlaxcala con 14.5. Los estados con la tasa de mortalidad más baja para esta enfermedad fueron Baja California Sur 5.1, Sinaloa 5.8 y Quintana Roo 5.9.

Una epidemia silenciosa

El médico internista y endocrinólogo Gerardo Gonzalez Girón, indicó que a los pacientes se les debe de denominar como personas que viven con diabetes debido a que el término “diabético” es peyorativo.

El también integrante de la Asociación de Diabetes del Estado de Guerrero, indicó que la diabetes desde hace cinco años es considerada en México como una epidemia, y está impactando no sólo en la economía de quienes lo padecen, sino en la salud pública.

El especialista dijo que una persona puede padecer diabetes cinco años antes de que aparezcan los primeros síntomas, porque el cuerpo no da una respuesta a la elevación de la glucosa, porque la normalidad es de 70 a 100 miligramos sobre decilitro.

Agregó que las campañas de detección ayudan en mucho a detectar a la personas con este padecimiento, y no esperar a que aparezcan los síntomas como orinar en exceso durante las noches, la sensación de mucha hambre y bajar de peso sin explicación.

El médico sostuvo que una persona con diabetes tiene una mayor posibilidad de morir de cuatro a seis veces más por enfermedades del corazón y de Covid-19 que una persona sana.

Señaló que las campañas de prevención no deben de ser únicamente con la medición de la glucosa, sino tener una política de salud donde se pueda incidir en modificar los hábitos de las personas y señaló que a pesar de que el IMSS mantiene una campaña permanente en los centros de medicina preventiva la gente no acude.

Incluso dijo que cuando hay campañas en las colonias, la gente no participa y lo evita, por lo que se “tiene que hacer una campaña y concientizar”, porque hay una gran cantidad de personas que van a morir no sólo por el padecimiento, sino por las complicaciones relacionadas.

Sobrepeso y obesidad

La investigadora del Sistema Nacional de Investigadores en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Eugenia Flores Alfaro, indicó que el sobrepeso y la obesidad son los mayores factores de riesgo para padecer diabetes, y la herencia genética también está entre las causas preponderantes.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021 del Inegi, por grupos de edad y sexo, las personas de 30 a 39 años de edad, tiene el mayor número de obesos con un 39.6 por ciento, seguidos de las personas de 50 a 59 años, con el 37 por ciento; los que tienen de 40 a 49 años, el 35.5 por ciento; de 60 a 69 años, el 28.4 por ciento; de 20 a 29 años, 25.8 por ciento; de 5 a 11 años, 20 por ciento; de 70 a 79 años, 19.4 por ciento y 80 años o más el 11.1 por ciento.

Según el Atlas Mundial de la Obesidad, se estima que para el año 2030 el 36.8 por ciento de la población adulta estará en esa situación de salud.

Si el padre o la madre de una persona padece diabetes hay un 60 por ciento de riesgo de padecerlo, aunado al sedentarismo, la falta de actividad física y los hábitos nutricionales, como el consumo de refrescos, que es “uno de los peores” factores.

Dijo que quienes padecen diabetes no sólo pierden la funcionalidad de sus riñones, también pierden la vista, pueden sufrir amputación de extremidades, problemas cardiovasculares e hígado graso, entre otras enfermedades secundarias que complican la salud del paciente.

Señaló que la hemodiálisis sirve para limpiar la sangre de las toxinas que se generan en el cuerpo, y que se expulsan con la orina, pero una persona con daño en los riñones pierde esa funcionalidad.

Sostuvo que esto centros de hemodiálisis no son una solución para los enfermos de diabetes, “son un paliativo”, pero ya en una etapa final, y lo que hay que evitar a una insuficiencia renal, porque es la principal causa de muerte, seguida de los problemas cardíacos y cerebrovasculares.

El rango normal de azúcar máximo en la sangre no debe rebasar 100 miligramos sobre decilitro, y una persona es pre-diabético cuando tiene entre 100 y 125 miligramos sobre decilitro en ayuno, y si es de 126 miligramos o más, se considera diabético.

La pobreza ligada a la diabetes

De acuerdo con la Secretaría de Bienestar, en el Informe Anual de Pobreza y Rezago Social del ejercicio 2022, dado a conocer en febrero de este año, en Guerrero hay 2 millones 363 mil 188 personas en situación de pobreza de los 3 millones 540 mil 685, es decir el 66.7 por ciento de la población.

El médico cirujano, con especialidad en pediatría médica y quien padece diabetes, José Legorreta Soberanis, indicó que la pobreza es un factor que impacta en el número de enfermos, muchos mexicanos no tienen la oportunidad de comprar comida saludable y los hábitos alimenticios aprendidos en la niñez son difíciles de sustituir de adulto.

El también investigador de la UAG indicó que hace falta una campaña más agresiva de prevención y para la buena alimentación, pero “hay que entender que hay una población en la pobreza extrema, ¿cómo le vamos a pedir a ellos que sigan el hábito del buen comer, si apenas tienen para comer?. Es un problema grave en el país”.

La carga genética juega un papel determinante, además del estilo de vida de la persona, que comienza en la niñez, con el alto consumo de carbohidratos, que difícilmente se puede cambiar de adulto.

El doctor opinó que los centros de hemodiálisis ayudan a alargar la vida de los pacientes, pero cuando una persona llega a hemodiálisis es porque sus riñones están afectados, “la solución de la hemodiálisis no es a largo plazo, y se tiene que buscar un trasplante renal”.

Centros de hemodiálisis

De los cuatro centros de hemodiálisis que se construyen en Guerrero, tres los habilita el Insabi, y el ubicado en el hospital Donato G. Alarcón, de Ciudad Renacimiento, es el único concluido.

En un boletín, la dependencia informó que el centro será inaugurado en los próximos días. Se invirtieron 58 millones de pesos, de los cuales 30 millones son para equipamiento y 28 millones para infraestructura.

Las unidades de Ometepec y Chilpancingo tienen un avance de 70 por ciento y 20 por ciento.

En febrero de este año, el subdelegado médico del ISSSTE, José Luis Morales Alvarado, informó que para marzo estaría en funcionamiento el Centro de Atención de Hemodiálisis en Acapulco, mismo que atendería a los 150 pacientes registrados con el servicio subrogado y que tendría instaladas 30 máquinas, pero en un recorrido a las afueras del lugar, no se observó movimiento.

Texto: Jacob Morales Antonio

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