30 septiembre,2017 7:20 am

Apuntes para una agenda de sustentabilidad ambiental por la izquierda IX

Octavio Klimek Alcaraz

  

Prevención y gestión integral de residuos

 

La política ambiental en el país debe cambiar de forma significativa las pautas actuales de desarrollo, producción, consumo y comportamiento y abogar, entre otras cosas, por reducir el despilfarro de recursos naturales y por la prevención de la contaminación. Un aspecto de la vida cotidiana, que mucho afecta a las personas tanto en su salud, como por su impacto adverso en el ambiente, es el tema de los residuos sólidos. En general, se es practicante del modelo del gato, es decir, se producen residuos y se cree, que en el mejor de los casos, al aventarlos en un camión, el problema queda resuelto.

Los datos comprueban esta afirmación. Por ejemplo, conforme al Diagnóstico Básico para la Gestión Integral de los Residuos. 2012, realizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, se generan en México 102 mil 895 toneladas al día de residuos sólidos urbanos; de éstos, sólo 62 mil 288 t/día (60.54 por ciento), se disponen de manera final en un relleno sanitario y sitio controlado, otras 9 mil 904 t/día (9.63 por ciento), van a ser reciclados. Es decir, 30 mil 703 t/día (29.83 por ciento), son depositadas en tiraderos a cielo abierto o ni siquiera son recolectadas.

Además, el citado diagnóstico indica que el 39.57 por ciento de los residuos sólidos urbanos son susceptibles de aprovechamiento. Es decir, del total de residuos sólidos urbanos generados cada día en México, se estimaría que 40 mil 715 t/día pueden ser recicladas, reusadas o reutilizadas, ahora se reciclan 9 mil 904 t/día (9.63 por ciento). Se está hablando de materiales como plástico, vidrio, metales, papel y cartón, de gran valor económico y con impactos adversos en el ambiente y la salud cuando no son depositados de manera adecuada.

Otro 37.97 por ciento son residuos sólidos urbanos de origen orgánico (39 mil 069 t/día), buena parte de estos residuos podrían ser destinados a ser composta.

Finalmente un 22.46 por ciento (23 mil 110 t/día), son residuos sólidos urbanos clasificados como otros (pañales desechables, trapo, residuo fino, loza y cerámica, etcétera), que tendría que estudiarse su gestión.

Por lo anterior, se deben buscar opciones no solo de construir más rellenos sanitario, sino también de reciclaje, composteo, entre otras opciones en la gestión integral de residuos. El propósito es lograr beneficios ambientales, optimización económica, y aceptación social de la gestión y manejo integral de los residuos.

Es decir, se trata de que el principal objetivo de una política y estrategia en materia de residuos sea la prevención y gestión integral de los mismos. Para ello, se requiere, además de evitar la generación de residuos, su gestión integral, que se entiende como la articulación de acciones de planeación, normativas, operativas, financieras, educativas, entre otras acciones. Esto se complementa, con un manejo integral de los residuos, que es la aplicación consecuente de actividades como reducir, reutilizar y reciclar los residuos antes de la disposición final.

Para ello, deben atenderse los principios básicos de una política sostenible de residuos, que son:

  1. a) Primero, evitar la producción de residuos como prioridad. Aquí es importante señalar la enorme responsabilidad de los fabricantes y comerciantes, ya que deben desarrollar productos, que eviten la generación de residuos.
  2. b) Segundo, valorizar al máximo los residuos inevitables. En ello, se plantea primeramente la recuperación material (reuso y reciclaje) y en extremo la valorización energética (con la finalidad principal de ganar energía), ya que siempre una alternativa eco compatible tendrá preferencia.
  3. c) Tercero, aquellos residuos sin valor, que quedan al final deben ser eliminados en forma eco compatible. Se debe hacer énfasis, que la eliminación de residuos no debe poner en peligro el medio ambiente, ni la salud humana.

En dicho sentido, es de suma importancia fortalecer los mecanismos de participación social en la toma de decisiones de los Programas para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos. Se requiere, en los citados Programas mandatos claros para las autoridades de los tres órdenes de gobierno respecto a su formulación, su instrumentación y la evaluación de su debido cumplimiento. También, debe buscarse impulsar mecanismos para que la política de prevención y gestión integral de residuos funcione con visiones y escalas regionales, no necesariamente locales, y no ser limitada por las fronteras geopolíticas o decisiones discrecionales de tipo local. Lo que se requiere son criterios e instrumentos basados en la ciencia y tecnología con definiciones transparentes, cooperación y coordinación en políticas públicas sobre la prevención y gestión integral de los residuos entre los tres órdenes de gobierno.

Asimismo, se deben incorporar nuevos instrumentos en la política de prevención y gestión integral de los residuos como es el análisis del ciclo de vida, que permite evaluar los impactos ambientales de productos o servicios de una forma global porque considera todas las etapas del ciclo de vida, desde la extracción de las materias primas hasta su disposición final. Por ejemplo, algunas de las áreas que deben ser reguladas por medio del análisis del ciclo de vida, con vistas a la aplicación de los principios de prevención, valorización y eliminación segura es la de los residuos electrónicos y los residuos plásticos, entre otros residuos.

Al respecto, se plantea:

Promover el tránsito prioritario a una política integral de prevención y gestión integral de los residuos sólidos. De manera prioritaria deben atenderse las áreas metropolitanas y ciudades medias del país, impulsando el aumento de las cantidades y calidades de la reutilización y reciclado de residuos.

Fomentar la reducción, separación, procesamiento, reuso y reciclamiento de la basura, por medio de la organización y cultura de los ciudadanos para reducir al mínimo el confinamiento en los rellenos sanitarios y eventualmente generar ingresos familiares alternos mediante la reutilización o el reciclamiento de los residuos.

La infraestructura de rellenos sanitarios de las áreas metropolitanas y ciudades medias del país deberá estar diseñada para no emitir gas metano a la atmósfera, y de ser viable, desarrollaran generación de energía eléctrica a partir de las citadas emisiones.

Prohibir la distribución gratuita de bolsas de un solo uso no biodegradables antes del 2020.

Reformar la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos para:

Fortalecer los mecanismos de participación social en la toma de decisiones de los programas para la prevención y gestión integral de los residuos.

Mandatar a las autoridades de los tres órdenes de gobierno para que los programas para la prevención y gestión integral de los residuos sólidos sean formulados, instrumentados y evaluados de manera periódica.

Impulsar mecanismos para que la política de prevención y gestión integral de residuos funcione con visiones y escalas regionales, no necesariamente locales, y no ser limitada por las fronteras geopolíticas o decisiones discrecionales de tipo local.

Incorporar nuevos instrumentos en la política de prevención y gestión integral de los residuos como es el análisis del ciclo de vida.

Realizar reformas legales en las actividades extractivas de recursos naturales no renovables para adecuarlas a las obligaciones constitucionales del Estado mexicano sobre derechos humanos y ambientales, garantizando su aplicación y cumplimiento obligatorio como son, eliminar el carácter preferente de la exploración, explotación y beneficio de minerales y/o hidrocarburos;

Prohibir la exploración y extracción de hidrocarburos no convencionales por medio de la técnica de fracturación hidráulica o fracking.